Hasta ahora, la posición oficial es que las operaciones de combate cesarían oficialmente a fines de 2014 y que sólo permanecerían en Afganistán unos 9.800 soldados estadounidenses (a los que se agregan unos 3.000 de Alemania, Italia y otros países) en misiones básicamente de entrenamiento a las tropas afganas.
Pero según el diario, que cita como fuente a un alto funcionario que pidió no ser identificado, Obama ya firmó una orden que señala que las tropas que quedarán en Afganistán podrán entrar directamente en combate para atacar a los talibanes y a sus grupos aliados, en caso de amenazas contra su integridad o la del gobierno afgano.
La orden también autoriza la utilización de aviones de combate y de drone en misiones de apoyo o incluso directamente de bombardeo.
Los consejeros civiles del presidente Obama se oponían a un cambio de estrategia pero "los militares han obtenido lo que ellos querían", señaló la fuente anónima citada por el diario.
El cambio, explica The New York Times, se ha debido en parte al rápido avance que ha tenido el grupo Estado Islámico en Irak, que ha provocado críticas a Obama por haber retirado a los soldados estadounidenses de ese país antes de que el ejército iraquí estuviese debidamente preparado para hacer frente a los ataques de los yihadistas.
Adicionalmente el nuevo presidente afgano Ashraf Ghani, parece eser más favorable a la idea de un mantenimiento de las topas estadounidenses en Irak que su predecesor Hamid Karzai.
Actualmente permanecen en unos 27.000 soldados, de un total de 100.000 que Estados Unidos llegó a desplegar en Afganistán.