Pompeya
El llamado "Gran Proyecto Pompeya", que cuenta con el aporte de 41,8 millones de la Unión Europea, aprobado en octubre del 2011, deberá servir de modelo para toda Italia, que cuenta con uno de los mayores patrimonios arqueológicos y artísticos del mundo.
A la ceremonia de inauguración de las obras asistieron los ministros italianos de Cultura, Lorenzo Ornaghi, e Interior, Anna Maria Cancellieri, así como el comisario europeo para la Política Regional, Johannes Hahn, y el presidente de la región Nápoles, Stefano Caldor.
"Se trata de un primer paso. Las obras van a comenzar concretamente. No se trata de un simple anuncio", explicó Hahn, quien recorrió a lo largo y ancho la antigua ciudad romana, sepultada por la violenta erupción del Vesubio, el 24 de agosto del año 79 d. C.
"Todo el mundo podrá seguir las obras de restauración", anunció el funcionario, quien espera así dar ejemplo de una gestión transparente.
Al término de la restauración, que deberá concluirse el 31 de diciembre del 2015, el número de visitantes deberá superar los 2,3 millones de turistas anuales y llegar a 2,6 millones en el 2017.
"Un maná" para una de las regiones más pobres de Italia, gravemente afectada por la crisis y el desempleo, que con el turismo espera revitalizar su economía.
"Es una gran oportunidad para la economía local", sostuvo Hahn.
La recuperación del enorme parque arqueológico, de 44 hectáreas, un lugar emblemático para la historia de Europa, ya que ofrece un retrato de la vida romana en el siglo I, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1997, deberá cambiar su actual rostro y seducir un turismo de "alto nivel", más rico, culto y respetuoso de ese valioso monumento.
"Las obras estarán sometidas a una alta vigilancia para evitar que se filtre la Camorra, la mafia napolitana", anunció el ministro del Interior, que designará un prefecto para supervisar la seguridad del lugar y los aspectos legales del proyecto hasta su culminación.
"Es un desafío que esperamos ganar", reconoció.
La medida resulta necesaria ya que esta semana una investigación judicial saca a la luz una red de corrupción en las obras de restauración llevadas a cabo entre 2008 y 2010.
Los investigadores consideran que el gestor del parque, Marcello Fiori, y el director de restauración en aquel momento, Luigi D’Amora, concedieron contratos irregulares y pagaron precios inflados por su labor.
Cinco personas están involucradas y la responsable de la empresa se encuentra bajo arresto domiciliario, a la espera del juicio.
Desde hace poco más de dos años se han registrado desmoronamientos en el sitio provocando fuertes polémicas en Italia por la falta de cuidado de uno de los grandes tesoros de la península.
En 2010 la Casa de los Gladiadores -una de las construcciones más conocidas- se derrumbó. Luego se cayó un trozo de la pared de la Casa del Moralista y en el 2012 parte de una muralla de una villa romana se desmoronó.
A la ceremonia de inauguración de las obras asistieron los ministros italianos de Cultura, Lorenzo Ornaghi, e Interior, Anna Maria Cancellieri, así como el comisario europeo para la Política Regional, Johannes Hahn, y el presidente de la región Nápoles, Stefano Caldor.
"Se trata de un primer paso. Las obras van a comenzar concretamente. No se trata de un simple anuncio", explicó Hahn, quien recorrió a lo largo y ancho la antigua ciudad romana, sepultada por la violenta erupción del Vesubio, el 24 de agosto del año 79 d. C.
"Todo el mundo podrá seguir las obras de restauración", anunció el funcionario, quien espera así dar ejemplo de una gestión transparente.
Al término de la restauración, que deberá concluirse el 31 de diciembre del 2015, el número de visitantes deberá superar los 2,3 millones de turistas anuales y llegar a 2,6 millones en el 2017.
"Un maná" para una de las regiones más pobres de Italia, gravemente afectada por la crisis y el desempleo, que con el turismo espera revitalizar su economía.
"Es una gran oportunidad para la economía local", sostuvo Hahn.
La recuperación del enorme parque arqueológico, de 44 hectáreas, un lugar emblemático para la historia de Europa, ya que ofrece un retrato de la vida romana en el siglo I, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1997, deberá cambiar su actual rostro y seducir un turismo de "alto nivel", más rico, culto y respetuoso de ese valioso monumento.
"Las obras estarán sometidas a una alta vigilancia para evitar que se filtre la Camorra, la mafia napolitana", anunció el ministro del Interior, que designará un prefecto para supervisar la seguridad del lugar y los aspectos legales del proyecto hasta su culminación.
"Es un desafío que esperamos ganar", reconoció.
La medida resulta necesaria ya que esta semana una investigación judicial saca a la luz una red de corrupción en las obras de restauración llevadas a cabo entre 2008 y 2010.
Los investigadores consideran que el gestor del parque, Marcello Fiori, y el director de restauración en aquel momento, Luigi D’Amora, concedieron contratos irregulares y pagaron precios inflados por su labor.
Cinco personas están involucradas y la responsable de la empresa se encuentra bajo arresto domiciliario, a la espera del juicio.
Desde hace poco más de dos años se han registrado desmoronamientos en el sitio provocando fuertes polémicas en Italia por la falta de cuidado de uno de los grandes tesoros de la península.
En 2010 la Casa de los Gladiadores -una de las construcciones más conocidas- se derrumbó. Luego se cayó un trozo de la pared de la Casa del Moralista y en el 2012 parte de una muralla de una villa romana se desmoronó.