
Homs, Siria.
Cada noche, la ciudad permanece despierta por los disparos. De uno y otro lado de la plaza del Reloj, que otrora fue el centro animado de Homs, se han convertido ahora en línea de demarcación, donde los adversarios se acusan recíprocamente de reanimar la violencia.
Lo que es cierto es que los disparos provienen de ambos lados, según lo demuestran los cristales rotos y las fachadas marcadas por los impactos de bala y los obuses.
Lo que es cierto es que los disparos provienen de ambos lados, según lo demuestran los cristales rotos y las fachadas marcadas por los impactos de bala y los obuses.