"Oh gueto mi amor": Iluminar un cuento a través de la pintura


Madrid. - En realidad el escritor guatemalteco Eduardo Halfon ya había escrito esta historia sobre su propia búsqueda de los orígenes de su abuelo en Polonia. Pero ahora, gracias a las ilustraciones del español David de las Heras, el cuento cobra una nueva vida en "Oh gueto mi amor" (Páginas de Espuma).



Halfon cuenta durante la presentación del libro y la exposición en Madrid que cuando le ofrecieron ilustrar alguna de sus obras, enseguida pensó en el cuento "Signor Hoffman" (2015).
"Fue el primero que me vino a la mente para ilustrar", dice. "El cuento tenía elementos muy visuales, muy interesantes en términos visuales".
De hecho, el propio De las Heras, de 34 años, confiesa que quedó "alucinado", por la facilidad con la que pudo resolver la tarea. "Solo con una lectura fue suficiente porque es muy ilustrativo, muy visual".
Los dos artistas se entendieron a la perfección durante el proceso de adaptación de la historia en la que Halfon narra su viaje a la Łódź natal de su abuelo, en Polonia, para visitar su viejo apartamento.
Su abuelo, que era judío -al igual que toda la familia de Halfon-, fue internado en el campo de concentración de Auschwitz y consiguió sobrevivir gracias a un boxeador polaco.
El escritor, nombrado uno de los mejores jóvenes autores de latinoamérica por el Hay Festival de Bogotá, explica que "Oh gueto mi amor" es "casi una nueva versión del cuento", en el que la frontera entre la autobiografía y la ficción se desdibuja para crear una historia con un trasfondo crudo, pero con toques de humor y un personaje muy intrigante, Madame Maroszek, una polaca que ayuda a Halfon en su búsqueda.
El judaísmo y el Holocausto son temas muy recurrentes en las obras de este guatemalteco afincado en Estados Unidos, quien destaca la importancia de vigilar la paz para no volver a cometer errores del pasado.
Para él, la reciente ley aprobada en Polonia que castiga a aquellos que se refieran a los campos de concentración nazis en suelo polaco como "campos de exterminio polacos" es "un retroceso".
"Lo he visto también, a otros niveles, en Guatemala, con la firma de la paz. Es un retroceso a Gobiernos militares y lo que eso representa".
Guatemala estuvo sumida en una guerra civil desde 1960 al 1996. El conflicto se desencadenó por el intento de golpe de Estado contra Miguel Ydígoras Fuentes y concluyó con la firma del tratado de paz en 1996.
"Ahora lo veo en Estados Unidos. El avance no es permanente. La solución de conflictos o de guerras no es permanente, requiere una constante vigilia para asegurarnos de que no haya ese retroceso. En Polonia lamentablemente se descuidó", dijo.
En cuanto al proceso de ilustrar el cuento, Halfon comenta que "es casi como llevar un cuento al cine". Mientras que para el bilbaíno De las Heras, la pintura actuó "como un faro que iba a iluminar toda la historia".
La obra y la exposición alojada en la Casa Sefarad en Madrid -que se puede visitar desde hoy hasta el 30 de septiembre-, están compuestas por diez ilustraciones en las que el gris invierno de Polonia contrasta con toques de colores muy vivos.
"Este libro se mueve entre dos épocas: un presente y un pasado; un presente que pretendemos que sea todo lo luminoso posible y un pasado que muchas veces ha sido tremendamente oscuro", explica el editor, Juan Casamayor.
Y como añade el escritor: "David no solo ha conseguido mezclar esos dos mundos de pasado y presente, sino también de realidad y magia".
Así, por ejemplo, en la representación del viejo patio del abuelo del guatemalteco, con paredes grises y ventanas rotas, De las Heras introduce una enorme serpiente rosa. De este modo, el dibujante logra mezclar dos historias "una más gris y más oscura, con una de esperanza y descubrimiento", explica él mismo.
La sinergia entre literatura y pintura permite al lector acompañar a Halfon paso a paso a través de las calles de Łódź en una búsqueda de algo que ni él mismo tiene muy claro qué es.
"Con el paso de los años sé menos", confiesa. ¿Le ha servido de algo escribir y acercarse a la historia de su abuelo? "En mi caso es un rotundo no. Yo no estoy mejor después de escribir sobre algo. Lo entiendo menos, estoy quizás peor, porque me quedo con esa sensación de vacío y de desasosiego".
Pero entonces, ¿por qué seguir escribiendo sobre ello? "Creo que la única respuesta es porque sería más difícil no hacerlo", reflexiona.
Miércoles, 6 de Junio 2018
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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