El reino, dirigido por una dinastía sunita pero con población mayoritariamente chiita, sufre desde 2011 un movimiento de contestación contra el régimen.
En declaraciones a la AFP, el jeque Ali Salman explicó que "la estrategia de la oposición se basa en una apertura a todas las partes para obtener una solución consensuada que ponga fin al monopolio del poder en el país".
Su movimiento, Al Wefaq, y otros cuatro grupos de la oposición llamaron a sus partidarios a boicotear las elecciones legislativas y municipales del sábado.
La cámara de diputados "representará al poder sin relación con la voluntad popular", estimó Ali Salman, quien no descarta una reanudación del diálogo con el régimen, pese a que las negociaciones llevadas a cabo hasta ahora no han dado resultado.