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Política
José Luis Rodríguez Zapatero-a la izquierda-y Nicolás Maduro.
La oposición aceptó la invitación de presidente de República Dominicana, Danilo Medina, para sostener hoy un encuentro informal a fin de explorar las condiciones para una eventual conversación con el Gobierno.
La nueva etapa de conversaciones, con el apoyo de Medina, el ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno de Francia, fue aceptada por Maduro la noche del martes, mientras la oposición dijo que busca una negociación para que se cumplan las condiciones planteadas.
El líder de la Asamblea Nacional (Congreso), el opositor Julio Borges, publicó varios mensajes en su cuenta de Twitter en los que reitera tanto a Medina como al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que "no hay diálogo hasta que se cumplan las condiciones y haya acompañamiento internacional".
"Importante: Reitero a Venezuela y al mundo que hoy no hay diálogo y no lo habrá hasta que se cumplan condiciones dichas en comunicado de la Unidad (coalición opositora)", dijo Borges, quien encabezará la delegación opositora que viajará a República Dominicana.
Entre las demandas mencionó un cronograma electoral completo, con las presidenciales (de 2018) incluidas, la liberación de políticos presos y levantamiento de inhabilitaciones. También el respeto a las competencias que la Constitución da a la Asamblea Nacional (Congreso), controlada por una mayoría opositora, y la atención inmediata a la crisis económica y social del país.
Estas condiciones fueron ratificadas en un comunicado de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) el martes, en el que señalaba que no está planteando un diálogo con el Gobierno, sino una "negociación" que permita llegar a acuerdos.
A su vez, el líder opositor Henrique Capriles dijo que la única negociación en Venezuela se resume en el respeto a la Constitución. "La única posibilidad de que exista un proceso de negociación es que se respete la Constitución, que los venezolanos podamos ejercer nuestros derechos", señaló.
Además, pidió el acompañamiento de las conversaciones por parte del Vaticano, las Naciones Unidas y Gobiernos democráticos con peso en el mundo, así como una agenda clara y con garantías. "¿Es posible eso? Maduro tiene la respuesta", dijo en su programa de radio.
Maduro anunció que había aceptado la nueva ronda de conversaciones y agradeció tanto a Zapatero como a Medina sus gestiones para el nuevo intento de diálogo.
Un esfuerzo de diálogo a fines de 2016, también en República Dominicana, fracasó debido a la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre las condiciones de la oposición.
Las diferencias se ahondaron entre abril y julio, debido a las protestas contra el Gobierno que dejaron más de 120 muertos, después de que dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojaran a la Asamblea Nacional de sus atribuciones.
Le siguieron nuevas medidas que tuvieron su punto álgido con la elección el pasado 30 de julio de una polémica Asamblea Constituyente, dominada totalmente por el oficialismo y que por decreto reemplazó a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
La nueva etapa de conversaciones, con el apoyo de Medina, el ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno de Francia, fue aceptada por Maduro la noche del martes, mientras la oposición dijo que busca una negociación para que se cumplan las condiciones planteadas.
El líder de la Asamblea Nacional (Congreso), el opositor Julio Borges, publicó varios mensajes en su cuenta de Twitter en los que reitera tanto a Medina como al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que "no hay diálogo hasta que se cumplan las condiciones y haya acompañamiento internacional".
"Importante: Reitero a Venezuela y al mundo que hoy no hay diálogo y no lo habrá hasta que se cumplan condiciones dichas en comunicado de la Unidad (coalición opositora)", dijo Borges, quien encabezará la delegación opositora que viajará a República Dominicana.
Entre las demandas mencionó un cronograma electoral completo, con las presidenciales (de 2018) incluidas, la liberación de políticos presos y levantamiento de inhabilitaciones. También el respeto a las competencias que la Constitución da a la Asamblea Nacional (Congreso), controlada por una mayoría opositora, y la atención inmediata a la crisis económica y social del país.
Estas condiciones fueron ratificadas en un comunicado de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) el martes, en el que señalaba que no está planteando un diálogo con el Gobierno, sino una "negociación" que permita llegar a acuerdos.
A su vez, el líder opositor Henrique Capriles dijo que la única negociación en Venezuela se resume en el respeto a la Constitución. "La única posibilidad de que exista un proceso de negociación es que se respete la Constitución, que los venezolanos podamos ejercer nuestros derechos", señaló.
Además, pidió el acompañamiento de las conversaciones por parte del Vaticano, las Naciones Unidas y Gobiernos democráticos con peso en el mundo, así como una agenda clara y con garantías. "¿Es posible eso? Maduro tiene la respuesta", dijo en su programa de radio.
Maduro anunció que había aceptado la nueva ronda de conversaciones y agradeció tanto a Zapatero como a Medina sus gestiones para el nuevo intento de diálogo.
Un esfuerzo de diálogo a fines de 2016, también en República Dominicana, fracasó debido a la imposibilidad de llegar a acuerdos sobre las condiciones de la oposición.
Las diferencias se ahondaron entre abril y julio, debido a las protestas contra el Gobierno que dejaron más de 120 muertos, después de que dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojaran a la Asamblea Nacional de sus atribuciones.
Le siguieron nuevas medidas que tuvieron su punto álgido con la elección el pasado 30 de julio de una polémica Asamblea Constituyente, dominada totalmente por el oficialismo y que por decreto reemplazó a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
