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La evacuación a más tardar el lunes de la alcaldía, uno de los principales centros de la contestación, era un requisito previo exigido por las autoridades para amnistiar a los manifestantes detenidos.
"El ayuntamiento está prácticamente evacuado", declaró a la AFP el "comandante" del lugar, Ruslan Andriiko, del partido nacionalista Sbovoda.
Sin embargo, Andriiko advirtió que "la revolución continúa hasta la victoria. Si las autoridades violan sus compromisos, nosotros tomaremos nuevamente por asalto el ayuntamiento, definitivamente".
Pocos minutos después, el embajador suizo, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), fue el primero en entrar en el edificio evacuado, constató la AFP.
"Suiza, que preside la OSCE, fue invitada por las dos partes en conflicto a participar en el proceso de transferencia del ayuntamiento a las autoridades", declaró a la prensa el embajador Christian Schoenenberger, después de iniciar el acta de transferencia, sentado a una mesa rodeada por las banderas ucraniana y suiza.
El ayuntamiento, ocupado el 1 de diciembre y convertido en "cuartel general de la revolución", es un lugar muy simbólico de la protesta, al igual que la plaza de la Independencia, ocupada desde el viraje pro-ruso del poder a finales de noviembre en detrimento de un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Concesiones para disminuir la tensión
La alcaldía fue evacuada en forma ordenada, y los contestatarios sólo dejaron como recuerdo de su paso los numerosos afiches y pegatinas con los cuales decoraron el lugar.
"No hubo daños, esperamos que se trate de un primer paso hacia una normalización de la situación", afirmó Volodymyr Makeienko, jefe del consejo municipal de Kiev.
Su evacuación era una condición clave para la aplicación de la ley de amnistía a 234 manifestantes que fueron liberados, pero que todavía están acusados de delitos que podrían acarrearles penas de hasta 15 años de cárcel.
Situado en el céntrico bulevar Jrechtchatik, el ayuntamiento fue ocupado durante una multitudinaria manifestación tras la dispersión violenta de estudiantes en el centro de Kiev.
La evacuación de la alcaldía responde a la solicitud del presidente Yanukovich a la oposición el viernes de que "también hiciera concesiones".
Este edificio, donde se instalaron un comedor y un hospital de campaña, albergaba a hasta 700 manifestantes que dormían o se resguardaban allí del frío.
Los manifestantes todavía disponen de varios inmuebles, incluyendo a la Casa de los Sindicatos, cuya evacuación no fue pedida por las autoridades.
La evacuación del edificio tuvo lugar cuando, por undécima vez desde el comienzo del movimiento popular de contestación, hace casi tres meses, los manifestantes se reúnen en Maidan, la Plaza de la Independencia.
El movimiento de protesta se fue transformando, con el paso de las semanas, en un rechazo categórico del régimen del presidente Viktor Yanukovich, y ni la renuncia del gobierno ni las negociaciones iniciadas después de los enfrentamientos, que dejaron cuatro muertos y más de 500 heridos a fines de enero, resolvieron el conflicto.
Los opositores prometieron preparar el domingo "una ofensiva pacífica" mientras las negociaciones con el gobierno parecen encontrarse en un punto muerto, ya se trate de la reforma constitucional que reducirá los poderes presidenciales en beneficio del gobierno y del Parlamento, o el nombramiento de un nuevo primer ministro.
En una entrevista publicada el sábado por el semanario Dzerkalo Tyzhnia, la dirigente opositora y ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko afirmó que "el único tema de negociación con Yanukovich es la condición para su partida".
"El ayuntamiento está prácticamente evacuado", declaró a la AFP el "comandante" del lugar, Ruslan Andriiko, del partido nacionalista Sbovoda.
Sin embargo, Andriiko advirtió que "la revolución continúa hasta la victoria. Si las autoridades violan sus compromisos, nosotros tomaremos nuevamente por asalto el ayuntamiento, definitivamente".
Pocos minutos después, el embajador suizo, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), fue el primero en entrar en el edificio evacuado, constató la AFP.
"Suiza, que preside la OSCE, fue invitada por las dos partes en conflicto a participar en el proceso de transferencia del ayuntamiento a las autoridades", declaró a la prensa el embajador Christian Schoenenberger, después de iniciar el acta de transferencia, sentado a una mesa rodeada por las banderas ucraniana y suiza.
El ayuntamiento, ocupado el 1 de diciembre y convertido en "cuartel general de la revolución", es un lugar muy simbólico de la protesta, al igual que la plaza de la Independencia, ocupada desde el viraje pro-ruso del poder a finales de noviembre en detrimento de un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Concesiones para disminuir la tensión
La alcaldía fue evacuada en forma ordenada, y los contestatarios sólo dejaron como recuerdo de su paso los numerosos afiches y pegatinas con los cuales decoraron el lugar.
"No hubo daños, esperamos que se trate de un primer paso hacia una normalización de la situación", afirmó Volodymyr Makeienko, jefe del consejo municipal de Kiev.
Su evacuación era una condición clave para la aplicación de la ley de amnistía a 234 manifestantes que fueron liberados, pero que todavía están acusados de delitos que podrían acarrearles penas de hasta 15 años de cárcel.
Situado en el céntrico bulevar Jrechtchatik, el ayuntamiento fue ocupado durante una multitudinaria manifestación tras la dispersión violenta de estudiantes en el centro de Kiev.
La evacuación de la alcaldía responde a la solicitud del presidente Yanukovich a la oposición el viernes de que "también hiciera concesiones".
Este edificio, donde se instalaron un comedor y un hospital de campaña, albergaba a hasta 700 manifestantes que dormían o se resguardaban allí del frío.
Los manifestantes todavía disponen de varios inmuebles, incluyendo a la Casa de los Sindicatos, cuya evacuación no fue pedida por las autoridades.
La evacuación del edificio tuvo lugar cuando, por undécima vez desde el comienzo del movimiento popular de contestación, hace casi tres meses, los manifestantes se reúnen en Maidan, la Plaza de la Independencia.
El movimiento de protesta se fue transformando, con el paso de las semanas, en un rechazo categórico del régimen del presidente Viktor Yanukovich, y ni la renuncia del gobierno ni las negociaciones iniciadas después de los enfrentamientos, que dejaron cuatro muertos y más de 500 heridos a fines de enero, resolvieron el conflicto.
Los opositores prometieron preparar el domingo "una ofensiva pacífica" mientras las negociaciones con el gobierno parecen encontrarse en un punto muerto, ya se trate de la reforma constitucional que reducirá los poderes presidenciales en beneficio del gobierno y del Parlamento, o el nombramiento de un nuevo primer ministro.
En una entrevista publicada el sábado por el semanario Dzerkalo Tyzhnia, la dirigente opositora y ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko afirmó que "el único tema de negociación con Yanukovich es la condición para su partida".
