Las condiciones en la disputada ciudad junto al Mar Rojo empeoran rápidamente y más de 80.000 personas se vieron ya obligadas a abandonar sus hogares.
Oxfam apuntó graves carencias de alimentos y un alto riesgo de un nuevo brote de cólera debido a los graves daños en el sistema de canalización de agua potable y de aguas residuales.
La ciudad está además llena de trincheras y barricadas. La ONU y otras organizaciones internacionales califican la situación como la mayor catástrofe humanitaria del mundo.
Las fuerzas saudíes, emiratíes y americanas bombardean desde hace varias semanas objetivos en la ciudad mayormente controlada por los movimientos yemeníes aliados, los hutis-ansarulá-y el Congreso General Popular.
La ciudad portuaria situada en el oeste del país es vital para la entrada de importaciones y suministros al país. Por Hudaida entra también el 70 por ciento de los suministros de ayuda que tan urgentemente necesita el norte del país.
La ciudad está en manos de los hutis y el CGP desde 2014, cuando las milicias del gobierno de unidad nacional tomaron el control de la capital Saná y de otras partes del país, dando inicio al conflicto civil que se agudizó con los ataques aéreos de la coalición americano-saudí dirigida por Riad desde 2015.
Oxfam apuntó graves carencias de alimentos y un alto riesgo de un nuevo brote de cólera debido a los graves daños en el sistema de canalización de agua potable y de aguas residuales.
La ciudad está además llena de trincheras y barricadas. La ONU y otras organizaciones internacionales califican la situación como la mayor catástrofe humanitaria del mundo.
Las fuerzas saudíes, emiratíes y americanas bombardean desde hace varias semanas objetivos en la ciudad mayormente controlada por los movimientos yemeníes aliados, los hutis-ansarulá-y el Congreso General Popular.
La ciudad portuaria situada en el oeste del país es vital para la entrada de importaciones y suministros al país. Por Hudaida entra también el 70 por ciento de los suministros de ayuda que tan urgentemente necesita el norte del país.
La ciudad está en manos de los hutis y el CGP desde 2014, cuando las milicias del gobierno de unidad nacional tomaron el control de la capital Saná y de otras partes del país, dando inicio al conflicto civil que se agudizó con los ataques aéreos de la coalición americano-saudí dirigida por Riad desde 2015.