"Los católicos de Tierra Santa esperan frutos en el diálogo ecuménico sobre las relaciones entre Iglesias, que conocen dificultades. Dificultades también entre Iglesias no católicas", explicó a la AFP el conde Agostino Borromeo, que dirige esta orden de laicos de 30.000 miembros, bajo protección de la Santa Sede y cuya vocación es ayudar a fondos privados católicos que dependen del Patiarcado de Jerusalén (Israel, Palestina, Jordania, Chipre).
El papa Francisco irá en mayo próximo a Ammán, Belén y Jerusalén, acompañado del patriarca ortodoxo de Constantinopla, Bartolomeo.
"La expectativa general de los católicos de Tierra Santa es sobre otro punto: se espera que Francisco atraiga la atención en torno al problema específico de la Tierra Santa, que Siria hizo pasar a segundo plano". El conde Borromeo menciona "a las colonias israelíes, el muro que se llama en Israel 'sistema defensivo', y que atraviesa propiedades" palestinas.
El gobernador se interroga sobre como preservar la presencia de 1,5 millones de fieles presentes todavía en Tierra Santa: "una minoría puede emerger en la medida que logre la excelencia en la formación cultural, profesional", dijo, citando su financiamiento de la Universidad católica de Belén.
"La Tierra Santa debe guardar sus piedras vivas y no convertirse en una tierra de piedras muertas", dijo.
Se trata de "crear condiciones de vida mejores para frenar la emigración. Y no solo hacer una escuela más bella o construir una nueva iglesia".
Enumera algunas acciones concretas emprendidas por la Orden ecuestre: "pagamos por ejemplo los gastos de escolaridad para un padre de familia que tiene cinco hijos. Estamos introduciendo un sistema de microcrédito. Un sistema de microseguro de salud estará listo si el Patriarcado lo acepta. Amigos austriacos compran aceite a palestinos y lo venden en Austria".
-Pastoral en hebreo-
Otra de sus iniciativas es ofrecer una pastoral cristiana en hebreo a los jóvenes cristianos. Muchos filipinos o indios de Kerala inmigraron a Israel: "hay una segunda generación de jóvenes católicos que estudiaron en las escuelas israelíes y quieren una pastoral en hebreo y no en árabe", dijo.
Borromeo desearía una extensión del mandato de la Orden, lo que no es necesariamente el deseo del Patriarcado de Jerusalén: "Muchos de nosotros quisiéramos que la Santa Sede nos autorice ahí donde están las fuentes de nuestra religión, hasta en Siria y en Irak".
"Sería una manera de ayudar a los cristianos de Oriente que sufren. Pero lo hacemos ya ayudando a los iraquíes y sirios refugiados en Jordania", admitió.
El conde Borromeo, historiador famoso, laico y padre de familia, encabeza una orden de hombres y mujeres muy tradicional que tiene sus orígenes en las Cruzadas. Las largas capas color beige de los caballeros, con cruces rojas, sorprenden, incluso en el Vaticano, donde, para muchos tales vestimentas están superadas.
Tienen su sede en el magnífico Palacio Della Rovere, llamado también "Palazzo dei Penitenzieri", construido a partir de 1480, un imponente edificio del Renacimiento en la via della Conciliazione.