La fina lluvia intermitente no frenó a los 50.000 fieles que se congregaron desde las primeras horas del día en el parque Cofton de las afueras de la segunda ciudad inglesa para asistir a la primera beatificación del Papa desde su elección en 2005 con pancartas como "Papa: estamos contigo al 100%".
Aunque Benedicto XVI -contrariamente a su predecesor Juan Pablo II- no suele presidir estas misas, hizo una excepción con Newman (1801-1890) por tratarse de uno de los pensadores cristianos más importantes del siglo XIX y también uno de los principales conversos procedentes del anglicanismo.
El eclesiástico anglicano, que buscaba un cristianismo auténtico, se convirtió a los 44 años al catolicismo, que consideraba más fiel a las raíces originales de la Iglesia, lo que provocó una gran conmoción en su época.
Considerado uno de los padres espirituales del Concilio Vaticano II, que se inspiró en sus ideas sobre la relación entre la fe y la razón, su obra logró un gran reconocimiento en el mundo católico, y en 1879 fue nombrado cardenal por el Papa León XIII.
Su discurso de aceptación llevaba por título "El corazón habla al corazón", que ha sido el lema de la visita de Benedicto XVI.
"Sus intuiciones sobre la relación entre fe y razón, sobre el lugar vital de la religión revelada en la sociedad civilizada, y sobre la necesidad de un educación esmerada y amplia fueron de gran importancia (...) Hoy también siguen inspirando e iluminando a muchos en todo el mundo", dijo el Papa en su homilía de este hombre que ha tenido "una gran influencia" en su vida y su pensamiento.
Los fieles, que siguieron la misa bajo los paraguas, pudieron ver también sobre el altar al diácono estadounidense, cuya repentina curación de una enfermedad grave tras rezarle al cardenal fue considerada un milagro, lo que propició la beatificación. Jack Sullivan hizo una lectura del evangelio.
El Vaticano investiga ahora un segundo caso en México que, de considerarse también como un milagro, allanaría el camino de la canonización para el fundador de los Oratorios de San Felipe Neri en Inglaterra.
En su homilía, pronunciada en el día en que se conmemoraba el 70º aniversario de la batalla de Inglaterra entre las fuerzas aéreas alemanas y británicas, el Papa, que "vivió y sufrió los oscuros días del régimen nazi", rindió también tributo a los británicos que "sacrificaron sus vidas" luchando contra esta "ideología demoníaca" y renovó su compromiso de trabajar "por la paz y la reconciliación".
Después de la misa, el Papa visitó el Oratorio de Birmingham, donde inauguró una capilla restaurada en honor del nuevo beato.
A continuación se reunió con los obispos de Inglaterra y Gales, ante los que volvió a referirse a los abusos sexuales a menores cometidos por clérigos, el tema dominante de su visita, diciendo que "mina gravemente la credibilidad de los responsables de la Iglesia".
Los otros grandes temas de esta visita que el Vaticano calificó de "éxito espiritual", porque "cientos de miles de personas oyeron el mensaje del Papa", fueron las relaciones ecuménicas, especialmente con la Iglesia Anglicana, y la lucha contra lo que el Papa calificó en Londres de "secularización agresiva".
El último acto del Papa está previsto en el aeropuerto, donde en presencia del primer ministro David Cameron pronunciará el último discurso de esta visita de Estado inédita, antes de tomar un avión de regreso a Roma hacia las 18H45 (17H45 GMT).
Aunque Benedicto XVI -contrariamente a su predecesor Juan Pablo II- no suele presidir estas misas, hizo una excepción con Newman (1801-1890) por tratarse de uno de los pensadores cristianos más importantes del siglo XIX y también uno de los principales conversos procedentes del anglicanismo.
El eclesiástico anglicano, que buscaba un cristianismo auténtico, se convirtió a los 44 años al catolicismo, que consideraba más fiel a las raíces originales de la Iglesia, lo que provocó una gran conmoción en su época.
Considerado uno de los padres espirituales del Concilio Vaticano II, que se inspiró en sus ideas sobre la relación entre la fe y la razón, su obra logró un gran reconocimiento en el mundo católico, y en 1879 fue nombrado cardenal por el Papa León XIII.
Su discurso de aceptación llevaba por título "El corazón habla al corazón", que ha sido el lema de la visita de Benedicto XVI.
"Sus intuiciones sobre la relación entre fe y razón, sobre el lugar vital de la religión revelada en la sociedad civilizada, y sobre la necesidad de un educación esmerada y amplia fueron de gran importancia (...) Hoy también siguen inspirando e iluminando a muchos en todo el mundo", dijo el Papa en su homilía de este hombre que ha tenido "una gran influencia" en su vida y su pensamiento.
Los fieles, que siguieron la misa bajo los paraguas, pudieron ver también sobre el altar al diácono estadounidense, cuya repentina curación de una enfermedad grave tras rezarle al cardenal fue considerada un milagro, lo que propició la beatificación. Jack Sullivan hizo una lectura del evangelio.
El Vaticano investiga ahora un segundo caso en México que, de considerarse también como un milagro, allanaría el camino de la canonización para el fundador de los Oratorios de San Felipe Neri en Inglaterra.
En su homilía, pronunciada en el día en que se conmemoraba el 70º aniversario de la batalla de Inglaterra entre las fuerzas aéreas alemanas y británicas, el Papa, que "vivió y sufrió los oscuros días del régimen nazi", rindió también tributo a los británicos que "sacrificaron sus vidas" luchando contra esta "ideología demoníaca" y renovó su compromiso de trabajar "por la paz y la reconciliación".
Después de la misa, el Papa visitó el Oratorio de Birmingham, donde inauguró una capilla restaurada en honor del nuevo beato.
A continuación se reunió con los obispos de Inglaterra y Gales, ante los que volvió a referirse a los abusos sexuales a menores cometidos por clérigos, el tema dominante de su visita, diciendo que "mina gravemente la credibilidad de los responsables de la Iglesia".
Los otros grandes temas de esta visita que el Vaticano calificó de "éxito espiritual", porque "cientos de miles de personas oyeron el mensaje del Papa", fueron las relaciones ecuménicas, especialmente con la Iglesia Anglicana, y la lucha contra lo que el Papa calificó en Londres de "secularización agresiva".
El último acto del Papa está previsto en el aeropuerto, donde en presencia del primer ministro David Cameron pronunciará el último discurso de esta visita de Estado inédita, antes de tomar un avión de regreso a Roma hacia las 18H45 (17H45 GMT).