El restablecimiento de la ERT, que sustituye a su sucesora Nerit, creada un año después del cierre de ERT, era una de las promesas electorales del nuevo Gobierno de la izquierda radical Syriza, en el poder desde hace tres meses.
El cierre de la ERT, el 11 de junio de 2013, conmocionó al país y tuvo amplia repercusión internacional.
El proyecto de ley titulado "Reglas para el organismo público de radiotelevisión (ERT), sociedad anónima" fue votado sobre todo por la mayoría del gobierno de coalición de izquierda radical y Griegos Independientes.
Ciertos artículos fueron votados por los socialistas Pasok y El Río (centro-izquierda). El principal partido de oposición de derechas Nueva Democracia votó contra el proyecto de ley.
Además de sustituir el título de Nerit por el histórico de ERT, la nueva ley prevé la readmisión de los 1.550 empleados de la ERT que lo deseen. En total, ERT contaba más de 2.600 empleados pero varios centenares se jubilaron tras el cierre y otros fueron contratados por la Nerit.
El número de empleados de la nueva ERT sería 2.300 personas, según la prensa.
La ley estipula que "el coste de la ERT asciende a 60 millones de euros anuales y se cubrirá con el canon por televisor, fijado en 3 euros al mes".
Cerrada en el marco de las medidas de rigor impuestas por los acreedores del país, la UE y el FMI, la ERT fue sustituida al cabo de un año por Nerit, organismo con presupuesto reducido y medio millar de empleados.
El primer ministro Alexis Tsipras se había comprometido a reabrir la ERT, criticada en el pasado por sus despilfarros y el número excesivo de empleados, cerca de 2.600.
El Gobierno aseguró que no se contentaba con regresar al antiguo régimen que regía ERT sino que iba a afrontar los problemas de la antigua ERT pero "sin las iniciativas inadmisibles del precedente Gobierno como imponer una pantalla negra".
El cierre de ERT en junio de 2013 había provocado numerosas manifestaciones, apoyadas por Syriza, a la sazón principal partido opositor, y el organismo de radiotelevisiones europeas UER condenó el cierre.
La presidenta del Parlamento griego, Zoe Konstantopoulou, tildó el cierre de la ERT como "el acto más autoritario del precedente Gobierno". El ministro encargado de la televisión pública, Nikos Pappas, aseguró por su lado que "la ERT será un organismo fiable, que restablecerá el sentimiento de justicia".