El Gobierno holandés dijo por su parte que seguiría analizando "la cuestión del genocidio armenio", pero que no tiene previsto un reconocimiento.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sigrid Kaag, prometió que un representante oficial será enviado a la ceremonia de conmemoración del genocidio, que tendrá lugar en Ereván el 24 de abril, pero aclaró que esto no es señal de que el Gobierno reconoce el genocidio.
La aprobación parlamentaria tuvo una inmediata reacción por parte de Turquía, que rechaza tajantemente toda afirmación respecto a que el asesinato de 1,5 millones de armenios haya sido un genocidio.
La votación "no tiene carácter vinculante ni validez alguna", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores turco en un comunicado, en el que condenó duramente el resultado de la votación.
Turquía, país sucesor del Imperio Otomano, acepta que esa cantidad de armenios fueron asesinados entre 1915 y 1917 pero condena el uso de la palabra "genocidio".
Las relaciones bilaterales ya están tensas por la negativa del Gobierno holandés de permitir el año pasado el ingreso de políticos turcos para celebrar actos partidarios dirigidos a expatriados. Holanda llamó a consultas a su embajador en Ankara el mes pasado.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sigrid Kaag, prometió que un representante oficial será enviado a la ceremonia de conmemoración del genocidio, que tendrá lugar en Ereván el 24 de abril, pero aclaró que esto no es señal de que el Gobierno reconoce el genocidio.
La aprobación parlamentaria tuvo una inmediata reacción por parte de Turquía, que rechaza tajantemente toda afirmación respecto a que el asesinato de 1,5 millones de armenios haya sido un genocidio.
La votación "no tiene carácter vinculante ni validez alguna", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores turco en un comunicado, en el que condenó duramente el resultado de la votación.
Turquía, país sucesor del Imperio Otomano, acepta que esa cantidad de armenios fueron asesinados entre 1915 y 1917 pero condena el uso de la palabra "genocidio".
Las relaciones bilaterales ya están tensas por la negativa del Gobierno holandés de permitir el año pasado el ingreso de políticos turcos para celebrar actos partidarios dirigidos a expatriados. Holanda llamó a consultas a su embajador en Ankara el mes pasado.