El martes estaba previsto que se celebrara una reunión parlamentaria en la que se debía elegir al presidente de la cámara, pero se aplazó al 12 de agosto por falta de acuerdo, según indicó a la AFP un diputado que pidió que no se revelara su identidad.
Este paso es necesario antes de elegir a un presidente de la República que debe a su vez nombrar a un primer ministro encargado de formar un gobierno de unidad nacional para intentar atajar el caos en el que está sumido el país.
A pesar de lo crítica que es la situación en Irak desde que hace un mes los combatientes extranjeros liderados por el grupo radical del Estado Islámico (EI) lanzaron una ofensiva, la clase política no ha sido capaz de dejar de lado sus divergencias y ambiciones personales.
El 1 de julio, la sesión inaugural del parlamento formado tras las elecciones legislativas del 30 de abril, concluyó en el caos y los diputados abandonaron la sala del pleno.
El jefe del gobierno saliente, en el poder desde 2006, el chiita Nuri al Maliki, cuyo partido ganó las legislativas, aseguró el viernes que "jamás" renunciaría a presentar su candidatura, a pesar de las feroces críticas por llevar una política de sesgo confesional contra la minoría sunita.
Asimismo en el norte, los kurdos de la región autónoma del Kurdistán anunciaron la preparación de un referéndum de autodeterminación en las zonas bajo su control.
Estados Unidos reafirmó el lunes su llamamiento a la unidad de las diferentes comunidades como el único medio para repeler el avance de los yihadistas extranjeros y garantizar "la supervivencia de Irak", según el portavoz de la Casa Blanca.
- Falta de victorias militares -
En el campo de batalla la situación sigue igual de paralizada que en el terreno político.
El ejército no consigue frenar el avance de los insurgentes ni reconquistar los territorios que han tomado a pesar de que Moscú les ha enviado aviones de combate, tienen consejeros de guerra estadounidenses y cuentan con la ayuda de milicias chiitas.
A unos 20 km al oeste de Bagdad, el comandante de la sexta brigada, el general Najm Abdala Sudan, murió el lunes en un bombardeo, según el portavoz de seguridad, el general Qassem Atta.
Desde hace una semana las tropas gubernamentales, minadas por tensiones confesionales y mal entrenadas, no consiguen retomar Tikrit (al norte), el antiguo bastión del derrocado Sadam Husein.
"Se percibe al ejército y la policía como confesionales. Por lo tanto no tienen el apoyo crucial o la información de la comunidad sunita", explicó John Drake, analista del grupo AKE.
"Si no tienes buenas informaciones en el terreno, los ataques no son precisos y provocan daños colaterales y heridos, lo que agrava todavía más la situación", añadió.
En Bagdad al menos cinco personas murieron en un atentado suicida contra una cafetería de un barrio de mayoría chiita el domingo por la tarde.