Edificios dañados en Homs, Siria.
Mientras ambos bandos intentaban movilizar a sus partidarios, las tropas del presidente Bashar al Asad bombardeaban por sexto día consecutivo Homs, la "capital de la revolución" en el centro del país, con la intención de aplastar los últimos bastiones rebeldes de esta ciudad estratégica.
Los medios oficiales informaron de una "participación popular masiva" en la oración "que reclama la seguridad para la patria". La televisión estatal mostraba imágenes de fieles celebrando la oración semanal musulmana en varias mezquitas de Damasco.
En un sermón retransmitido por la televisión estatal, el jeque hizo un llamamiento a rezar por la vuelta de la seguridad e imploró a Dios alejar a los enemigos de Siria, ante cientos de fieles.
Y como cada viernes desde que, en marzo de 2011, comenzó la revuelta, los opositores al régimen comenzaron sus manifestaciones por todo el país.
"En Siria hay dos partes en conflicto: los que intentan sobrevivir y un régimen que intenta aplastarles", proclamaba una pancarta en Kafr Nabal en la provincia de Idleb (noroeste).
Este viernes la aviación continuaba con sus bombardeos sobre los suburbios de Damasco, dirigiendo sus ataques especialmente hacia la zona donde los rebeldes instalaron las bases de su retaguardia, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se informa a través de una red de militantes y médicos en Siria.
Según el OSDH, este viernes las bombas también alcanzaban Homs, punto neurálgico en la línea de demarcación entre el régimen y los rebeldes, que controlan grandes zonas en el este y el norte del país.
Durante la noche del jueves al viernes, un kamikaze del Frente yihadista Al Nosra hizo explotar su vehículo en Saasaa, a unos 40 km de Damasco, matando al menos a ocho miembros de los servicios militares de inteligencia, según el OSDH, que precisó que este balance podría incrementarse ya que hay heridos en estado crítico.
Al mismo tiempo, un segundo kamikaze lanzó su coche contra una barrera del ejército, matando e hiriendo a varios soldados, añadió la ONG.
Grandes problemas de acceso a la asistencia médica
La violencia continúa en un país, donde, según la ONU, 60.000 personas murieron en más de 22 meses, y unos 6.400 nuevos refugiados llegaron en las últimas 24 horas a Jordania, según una portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Melissa Fleming calificó de "récord" el número de refugiados llegados a Jordania, "30.000 desde comienzos de mes".
Por su parte, el rey de Jordania, Abdalá II, reclamó este viernes en Davos más ayuda de la comunidad internacional para que su país pueda hacer frente a la afluencia de refugiados sirios.
"Los refugiados más débiles luchan por sobrevivir... Hace falta ayuda internacional", declaró el dirigente jordano en un discurso ante el Foro Económico Mundial (WEF).
Actualmente, Jordania acoge más de 300.000 refugiados sirios, de los cuales ACNUR registró 206.630, incluidos los 6.400 llegados en las últimas 24 horas al campo de Zaatari. La ONU espera que el número de refugiados sirios en los cuatro países vecinos se duplique hasta alcanzar los 1,1 millones de aquí a junio si el conflicto continúa.
La Unión de Organizaciones Sirias de Auxilio Médico (UOSSM), una organización de médicos que trabajan clandestinamente en Siria, denunció en París "la inacción" de la comunidad internacional frente a las atrocidades del régimen y subrayó la gravedad de la situación médica en el país.
"Enfermedades como la leishmaniasis, la tuberculosis, reaparecieron. No se vacuna a los niños desde hace un año, incluso dos, y es una catástrofe nacional", afirmó el secretario general de la UOSSM, Anas Chaker, quien aseguró que "el 90% de la ayuda entregada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Cruz Roja Internacional no llega a las regiones que lo necesitan".
El doctor Shaker también mencionó los problemas para acceder a los medicamentos e indicó que "entre 35 a 40 de un total de 57 fábricas de medicamentos en Siria se encuentran en Alepo" (norte), devastada por más de seis meses de guerrilla urbana.
"Estamos haciendo una gira por las capitales extranjeras para solicitar apoyo material y logístico", explicó el doctor Ubaida al-Mufti, portavoz del UOSSM, cuya organización únicamente recibió ayudas de "Francia, Suiza y Dinamarca", subrayó.
"No recibimos ninguna ayuda logística o financiera de ningún gobierno árabe, únicamente ayudas individuales", lamentó.
Los medios oficiales informaron de una "participación popular masiva" en la oración "que reclama la seguridad para la patria". La televisión estatal mostraba imágenes de fieles celebrando la oración semanal musulmana en varias mezquitas de Damasco.
En un sermón retransmitido por la televisión estatal, el jeque hizo un llamamiento a rezar por la vuelta de la seguridad e imploró a Dios alejar a los enemigos de Siria, ante cientos de fieles.
Y como cada viernes desde que, en marzo de 2011, comenzó la revuelta, los opositores al régimen comenzaron sus manifestaciones por todo el país.
"En Siria hay dos partes en conflicto: los que intentan sobrevivir y un régimen que intenta aplastarles", proclamaba una pancarta en Kafr Nabal en la provincia de Idleb (noroeste).
Este viernes la aviación continuaba con sus bombardeos sobre los suburbios de Damasco, dirigiendo sus ataques especialmente hacia la zona donde los rebeldes instalaron las bases de su retaguardia, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se informa a través de una red de militantes y médicos en Siria.
Según el OSDH, este viernes las bombas también alcanzaban Homs, punto neurálgico en la línea de demarcación entre el régimen y los rebeldes, que controlan grandes zonas en el este y el norte del país.
Durante la noche del jueves al viernes, un kamikaze del Frente yihadista Al Nosra hizo explotar su vehículo en Saasaa, a unos 40 km de Damasco, matando al menos a ocho miembros de los servicios militares de inteligencia, según el OSDH, que precisó que este balance podría incrementarse ya que hay heridos en estado crítico.
Al mismo tiempo, un segundo kamikaze lanzó su coche contra una barrera del ejército, matando e hiriendo a varios soldados, añadió la ONG.
Grandes problemas de acceso a la asistencia médica
La violencia continúa en un país, donde, según la ONU, 60.000 personas murieron en más de 22 meses, y unos 6.400 nuevos refugiados llegaron en las últimas 24 horas a Jordania, según una portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Melissa Fleming calificó de "récord" el número de refugiados llegados a Jordania, "30.000 desde comienzos de mes".
Por su parte, el rey de Jordania, Abdalá II, reclamó este viernes en Davos más ayuda de la comunidad internacional para que su país pueda hacer frente a la afluencia de refugiados sirios.
"Los refugiados más débiles luchan por sobrevivir... Hace falta ayuda internacional", declaró el dirigente jordano en un discurso ante el Foro Económico Mundial (WEF).
Actualmente, Jordania acoge más de 300.000 refugiados sirios, de los cuales ACNUR registró 206.630, incluidos los 6.400 llegados en las últimas 24 horas al campo de Zaatari. La ONU espera que el número de refugiados sirios en los cuatro países vecinos se duplique hasta alcanzar los 1,1 millones de aquí a junio si el conflicto continúa.
La Unión de Organizaciones Sirias de Auxilio Médico (UOSSM), una organización de médicos que trabajan clandestinamente en Siria, denunció en París "la inacción" de la comunidad internacional frente a las atrocidades del régimen y subrayó la gravedad de la situación médica en el país.
"Enfermedades como la leishmaniasis, la tuberculosis, reaparecieron. No se vacuna a los niños desde hace un año, incluso dos, y es una catástrofe nacional", afirmó el secretario general de la UOSSM, Anas Chaker, quien aseguró que "el 90% de la ayuda entregada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Cruz Roja Internacional no llega a las regiones que lo necesitan".
El doctor Shaker también mencionó los problemas para acceder a los medicamentos e indicó que "entre 35 a 40 de un total de 57 fábricas de medicamentos en Siria se encuentran en Alepo" (norte), devastada por más de seis meses de guerrilla urbana.
"Estamos haciendo una gira por las capitales extranjeras para solicitar apoyo material y logístico", explicó el doctor Ubaida al-Mufti, portavoz del UOSSM, cuya organización únicamente recibió ayudas de "Francia, Suiza y Dinamarca", subrayó.
"No recibimos ninguna ayuda logística o financiera de ningún gobierno árabe, únicamente ayudas individuales", lamentó.