En un foro de seguridad, Peña Nieto dijo que su gobierno convocará próximamente un debate "amplio y especializado" que incluya a sociólogos, médicos, académicos y a la sociedad civil para definir las políticas que México debe seguir en esa materia.
"Siempre dije y me sostengo en lo personal que, para mi, no sería deseable ni estoy en favor de una eventual legalización de la marihuana", dijo Peña Nieto argumentando que la despenalización del cannabis podría conducir a un aumento del consumo de drogas más duras.
Pero "estoy abierto, y lo estaré como presidente de la República, para recoger realmente posiciones debidamente documentadas, científicamente sostenibles, que eventualmente puedan dar curso a una posición distinta (...) no puedo ser dueño único de la verdad", manifestó.
De hecho, aseguró que los poderes del Estado darían los pasos convenientes para establecer un marco regulatorio en caso de que se acordara la despenalización.
Peña Nieto hizo estas declaraciones después de que, el miércoles, la Suprema Corte de Justicia concedió un amparo a cuatro personas que les autoriza a cultivar marihuana con fines de autoconsumo, aunque se necesitarían otros cuatro fallos parecidos para crear jurisprudencia.
Los cuatro demandantes, que han confesado que no fuman marihuana, han dicho que su lucha legal está destinada a abrir un debate en el Congreso y buscar un camino para abatir la violencia que azota México por la llamada guerra de las drogas que, desde el 2006, ha dejado más de 80.000 muertos y unos 25.000 desaparecidos.
Pese a ser puerta de entrada a Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de drogas, México se ha mostrado reticente a debatir su despenalización a diferencia de otras naciones americanas.
Uruguay legalizó la producción y venta de marihuana en 2013, mientras que Chile debate una ley para despenalizar su uso con fines medicinales y recreativos.
Y, en Estados Unidos, 23 estados han autorizado el cannabis para uso medicinal y cuatro para el consumo recreativo.
El mes pasado, una niña de ocho años que sufre un grave tipo de epilepsia fue la primera mexicana en conseguir un amparo judicial para poder importar un medicamento basado en marihuana para aminorar los ataques que padece.
"Siempre dije y me sostengo en lo personal que, para mi, no sería deseable ni estoy en favor de una eventual legalización de la marihuana", dijo Peña Nieto argumentando que la despenalización del cannabis podría conducir a un aumento del consumo de drogas más duras.
Pero "estoy abierto, y lo estaré como presidente de la República, para recoger realmente posiciones debidamente documentadas, científicamente sostenibles, que eventualmente puedan dar curso a una posición distinta (...) no puedo ser dueño único de la verdad", manifestó.
De hecho, aseguró que los poderes del Estado darían los pasos convenientes para establecer un marco regulatorio en caso de que se acordara la despenalización.
Peña Nieto hizo estas declaraciones después de que, el miércoles, la Suprema Corte de Justicia concedió un amparo a cuatro personas que les autoriza a cultivar marihuana con fines de autoconsumo, aunque se necesitarían otros cuatro fallos parecidos para crear jurisprudencia.
Los cuatro demandantes, que han confesado que no fuman marihuana, han dicho que su lucha legal está destinada a abrir un debate en el Congreso y buscar un camino para abatir la violencia que azota México por la llamada guerra de las drogas que, desde el 2006, ha dejado más de 80.000 muertos y unos 25.000 desaparecidos.
Pese a ser puerta de entrada a Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de drogas, México se ha mostrado reticente a debatir su despenalización a diferencia de otras naciones americanas.
Uruguay legalizó la producción y venta de marihuana en 2013, mientras que Chile debate una ley para despenalizar su uso con fines medicinales y recreativos.
Y, en Estados Unidos, 23 estados han autorizado el cannabis para uso medicinal y cuatro para el consumo recreativo.
El mes pasado, una niña de ocho años que sufre un grave tipo de epilepsia fue la primera mexicana en conseguir un amparo judicial para poder importar un medicamento basado en marihuana para aminorar los ataques que padece.