"Gracias por las posiciones adoptadas en las últimas semanas, para que no se llevara a los tribunales a líderes israelíes civiles y militares que no han hecho sino defender las vidas de su pueblo", ha afirmado Peres en presencia de Zapatero. Estas palabras contradicen la versión oficial del Gobierno español según la cual la reforma del Código Penal restringe el alcance de la jurisdicción universal que sólo tenía por objeto hacerla más eficaz.
Además, Peres ha denunciado también el debate en la comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (ONU) sobre un informe que condena los ataques de Israel sobre Gaza en enero pasado. "No hay ninguna guerra en la que Israel no haya investigado por sí mismo cualquier acusación o error. No podemos dejar que una mayoría hostil en la ONU se convierta en juez de nuestro país", ha declarado Peres.
En su breve declaración, Zapatero ha eludido estas espinosas cuestiones y se ha centrado en las medidas tomadas por el Gobierno para combatir el antisemitismo y su voluntad de impulsar el proceso de paz de Oriente Próximo en la estela marcada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Paso por el Museo del Holocausto
Zapatero ha aterrizado poco antes de las diez de la mañana en el aeropuerto de Tel Aviv (Israel) procedente de Damasco y con escala en Chipre (dado que no hay vuelo directo entre ambos países) en la segunda y más complicada escala de su gira por Oriente Próximo.
El presidente ha empezado su visita oficial en Jerusalén en el Museo del Holocausto, una etapa obligada para cualquier Jefe de Estado o de Gobierno en Israel. Zapatero ha sido recibido por Guideon Saar, ministro de Educación, y Meir Lau, que fue gran rabino de Israel y superviviente del Holocausto.
En una visita rápida, que no ha durado más de 45 minutos, el presidente del Gobierno ha estado en el Museo del Holocausto, que recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia de 2007, aunque el acto más significativo ha tenido lugar en la Cripta del Recuerdo.
En este gran salón oscuro, donde están escritos en el suelo los nombres de las víctimas de los campos de concentración, Zapatero, con la quipá judía, ha escuchado la canción Camino a Cesarea, escrita por una niña ejecutada en 1944. El mandatario español ha avivado la llama del recuerdo y ha colocado una corona de flores para después guardar un minuto de silencio. A la salida del museo, el presidente ha dicho de manera telegráfica: "Seis millones. Barbarie. Dolor. Memoria. Paz. Paz, con mi afecto al pueblo judío, con amistad al pueblo de Israel". Acto seguido, ha firmado en el libro del museo.
Primera visita oficial
La siguiente etapa de su visita es dirigirse a los territorios ocupados y entrevistarse con el líder palestino Mahmud Abbas. El último y más importante acto será la entrevista con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien Zapatero no se había reunido todavía desde su retorno al poder en marzo de 2009.
Se trata de la primera visita oficial de Zapatero a Israel, aunque en enero de este año hizo un viaje relámpago con Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Silvio Berlusconi y Gordon Brown, tras la cumbre de Sharm el Sheij (Egipto) que siguió a la guerra en Gaza.
España es el segundo país donante de la Unión Europea (UE) a Palestina. El presidente del Gobierno visitará además la Escuela de educación musical de la Fundación Barenboim-Said, uno de los proyectos financiados con estos fondos de ayuda.
Tras su paso por Siria y la escala de hoy en Israel, la gira terminará mañana con una breve parada en Jordania donde se entrevistará con el rey Abdalá II y visitará a los soldados desplegados bajo mandato de la ONU en Líbano.
La visita a Damasco
Tras la reunión que Zapatero mantuvo con el presidente sirio Bachar El Assad, su ministro de Exteriores, Walid Moallem, apoyó la formación "cuanto antes" de un gobierno de unidad nacional en Líbano, pero eludió pronunciarse sobre la actitud de Hamás.
En declaraciones a la cadena Al Jazeera, Zapatero reivindicó las gestiones discretas de España. "Hemos trabajado y actuado en muchos frentes en la zona. Otra cosa es que hayamos querido tener un protagonismo excesivo. Pero se sabe que en lo que afecta a Siria, Jordania o Palestina, España ha jugado un papel determinante. La tarea en Oriente Medio es discreta, prudente, y desde luego se recurre a España muchas veces. España hace su trabajo y lo que importa es que salgan los frutos", declaró.
Además, Peres ha denunciado también el debate en la comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (ONU) sobre un informe que condena los ataques de Israel sobre Gaza en enero pasado. "No hay ninguna guerra en la que Israel no haya investigado por sí mismo cualquier acusación o error. No podemos dejar que una mayoría hostil en la ONU se convierta en juez de nuestro país", ha declarado Peres.
En su breve declaración, Zapatero ha eludido estas espinosas cuestiones y se ha centrado en las medidas tomadas por el Gobierno para combatir el antisemitismo y su voluntad de impulsar el proceso de paz de Oriente Próximo en la estela marcada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Paso por el Museo del Holocausto
Zapatero ha aterrizado poco antes de las diez de la mañana en el aeropuerto de Tel Aviv (Israel) procedente de Damasco y con escala en Chipre (dado que no hay vuelo directo entre ambos países) en la segunda y más complicada escala de su gira por Oriente Próximo.
El presidente ha empezado su visita oficial en Jerusalén en el Museo del Holocausto, una etapa obligada para cualquier Jefe de Estado o de Gobierno en Israel. Zapatero ha sido recibido por Guideon Saar, ministro de Educación, y Meir Lau, que fue gran rabino de Israel y superviviente del Holocausto.
En una visita rápida, que no ha durado más de 45 minutos, el presidente del Gobierno ha estado en el Museo del Holocausto, que recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia de 2007, aunque el acto más significativo ha tenido lugar en la Cripta del Recuerdo.
En este gran salón oscuro, donde están escritos en el suelo los nombres de las víctimas de los campos de concentración, Zapatero, con la quipá judía, ha escuchado la canción Camino a Cesarea, escrita por una niña ejecutada en 1944. El mandatario español ha avivado la llama del recuerdo y ha colocado una corona de flores para después guardar un minuto de silencio. A la salida del museo, el presidente ha dicho de manera telegráfica: "Seis millones. Barbarie. Dolor. Memoria. Paz. Paz, con mi afecto al pueblo judío, con amistad al pueblo de Israel". Acto seguido, ha firmado en el libro del museo.
Primera visita oficial
La siguiente etapa de su visita es dirigirse a los territorios ocupados y entrevistarse con el líder palestino Mahmud Abbas. El último y más importante acto será la entrevista con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien Zapatero no se había reunido todavía desde su retorno al poder en marzo de 2009.
Se trata de la primera visita oficial de Zapatero a Israel, aunque en enero de este año hizo un viaje relámpago con Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Silvio Berlusconi y Gordon Brown, tras la cumbre de Sharm el Sheij (Egipto) que siguió a la guerra en Gaza.
España es el segundo país donante de la Unión Europea (UE) a Palestina. El presidente del Gobierno visitará además la Escuela de educación musical de la Fundación Barenboim-Said, uno de los proyectos financiados con estos fondos de ayuda.
Tras su paso por Siria y la escala de hoy en Israel, la gira terminará mañana con una breve parada en Jordania donde se entrevistará con el rey Abdalá II y visitará a los soldados desplegados bajo mandato de la ONU en Líbano.
La visita a Damasco
Tras la reunión que Zapatero mantuvo con el presidente sirio Bachar El Assad, su ministro de Exteriores, Walid Moallem, apoyó la formación "cuanto antes" de un gobierno de unidad nacional en Líbano, pero eludió pronunciarse sobre la actitud de Hamás.
En declaraciones a la cadena Al Jazeera, Zapatero reivindicó las gestiones discretas de España. "Hemos trabajado y actuado en muchos frentes en la zona. Otra cosa es que hayamos querido tener un protagonismo excesivo. Pero se sabe que en lo que afecta a Siria, Jordania o Palestina, España ha jugado un papel determinante. La tarea en Oriente Medio es discreta, prudente, y desde luego se recurre a España muchas veces. España hace su trabajo y lo que importa es que salgan los frutos", declaró.
El sermón de la mezquita
Zapatero expuso ayer en la Gran Mezquita de los Omeyas, ante un auditorio formado por los fieles que atiborraban el templo, sus ideas sobre la Alianza de Civilizaciones. La oportunidad se la ofreció el imán que le dio la bienvenida. Zapatero le respondió que traía desde España "un mensaje de diálogo, entendimiento, tolerancia y cariño al pueblo sirio". Y agregó, de forma improvisada: "Todas las religiones, culturas y naciones tienen que intentar convivir en paz". Luego expresó su deseo de que las plegarias sirvan para "llevar la paz a todas las regiones del mundo".