Juan Manuel Santos-derecha-con los cuatro sargentos liberados.
La liberación el lunes de seis policías y cuatro militares, cautivos desde hacía más de doce años, junto con la promesa de cesar el secuestro extorsivo de civiles, fueron presentados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) como "gestos de paz".
El presidente Juan Manuel Santos, que había reiterado la exigencia de liberar a todos los secuestrados antes de pensar en un diálogo de paz, respondió que la libertad de esos uniformados "es un paso que valoramos en toda su dimensión", pero insisitió que es aún insuficiente y pidió "muestras más fehacientes de su verdadera voluntad de terminar con este conflicto".
Para Medófilo Medina, historiador de la Universidad Nacional de Colombia y quien conoció a varios de los más importantes jefes de las FARC, entre ellos el abatido Alfonso Cano, la posibilidad de que se produzca un diálogo de paz con la guerrilla no está planteada "por el momento".
"Las liberaciones se inscriben en el canal humanitario. No tienen una influencia directa sobre una posible negociación. No hay que olvidar que en 2001 las FARC liberaron a más de 200 miembros de la fuerza pública y al año siguiente se cerró el proyecto del Caguán", dijo Medina a la AFP, en referencia al fracasado diálogo de paz que llevó a cabo el ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002).
Sin embargo, según este historiador, la decisión de las FARC, que ha quedado sin rehenes de valor político, sumada a la promesa de cesar el secuestro extorsivo de civiles muestra "una voluntad de buscar una salida política al conflicto, que dependerá también de cómo el gobierno tome ese paso".
En sus primeras declaraciones luego de la liberación, Santos dio a las FARC una señal sobre lo que espera ahora. "No basta con dejar de secuestrar: hay que liberar a los civiles y dar cuenta a las familias de todos ellos".
"Pienso que Santos sí tiene el interés, le creo cuando dice que le gustaría ser el presidente de la paz, pero esa decisión requiere de audacia y coraje. Hay sectores muy poderosos en Colombia que le apuestan a la guerra", señaló Medina.
Desde 2008, las FARC liberaron unilateralmente a 30 políticos, policías y militares que mantenían secuestrados como "canjeables" por sus cientos de guerilleros presos. Otros rehenes fueron rescatados en operativos de la fuerza pública, y algunos murieron en cautiverio.
A la vez, la guerrilla ha secuestrado a lo largo de los años a un número indeterminado de civiles para financiarse mediante los rescates que pagan las familias.
León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, especializada en el conflicto armado, resaltó que "por primera vez las FARC hacen una concesión sólo con el propósito de ir a una mesa de negociación. Porque el gobierno había pedido acabar con el secuestro y liberar a los rehenes antes de ir a un diálogo", recordó.
El politólogo Alejo Vargas, profesor en la Universidad de los Andes, no descarta de su lado otras concesiones de las FARC con el fin de llegar a un diálogo de paz.
"Ya tener en la mesa a representantes del Estado sería un logro para ellos, pues los convalida como el otro actor político. Desde el punto de vista práctico las FARC no van a exigir casi nada, pero desde el punto de vista simbólico lo pedirán todo. El estatus político es lo que necesita las FARC", dijo Vargas a la AFP.
Y aunque "por el momento" esa mesa de negociación se vea lejana, Medina insiste en que se debe entender que "ésta no es una guerra regular y por tanto no se puede terminar en una fecha y lugar determinados".
"Tiene que terminar en una mesa de negociación o sino se prolongará indefinidamente, con una descomposición del conflicto como ya la estamos viendo", aseveró.
Las FARC, fundadas en 1964 y con unos 9.200 combatientes en la actualidad, son una de las guerrillas más antiguas del mundo.
El presidente Juan Manuel Santos, que había reiterado la exigencia de liberar a todos los secuestrados antes de pensar en un diálogo de paz, respondió que la libertad de esos uniformados "es un paso que valoramos en toda su dimensión", pero insisitió que es aún insuficiente y pidió "muestras más fehacientes de su verdadera voluntad de terminar con este conflicto".
Para Medófilo Medina, historiador de la Universidad Nacional de Colombia y quien conoció a varios de los más importantes jefes de las FARC, entre ellos el abatido Alfonso Cano, la posibilidad de que se produzca un diálogo de paz con la guerrilla no está planteada "por el momento".
"Las liberaciones se inscriben en el canal humanitario. No tienen una influencia directa sobre una posible negociación. No hay que olvidar que en 2001 las FARC liberaron a más de 200 miembros de la fuerza pública y al año siguiente se cerró el proyecto del Caguán", dijo Medina a la AFP, en referencia al fracasado diálogo de paz que llevó a cabo el ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002).
Sin embargo, según este historiador, la decisión de las FARC, que ha quedado sin rehenes de valor político, sumada a la promesa de cesar el secuestro extorsivo de civiles muestra "una voluntad de buscar una salida política al conflicto, que dependerá también de cómo el gobierno tome ese paso".
En sus primeras declaraciones luego de la liberación, Santos dio a las FARC una señal sobre lo que espera ahora. "No basta con dejar de secuestrar: hay que liberar a los civiles y dar cuenta a las familias de todos ellos".
"Pienso que Santos sí tiene el interés, le creo cuando dice que le gustaría ser el presidente de la paz, pero esa decisión requiere de audacia y coraje. Hay sectores muy poderosos en Colombia que le apuestan a la guerra", señaló Medina.
Desde 2008, las FARC liberaron unilateralmente a 30 políticos, policías y militares que mantenían secuestrados como "canjeables" por sus cientos de guerilleros presos. Otros rehenes fueron rescatados en operativos de la fuerza pública, y algunos murieron en cautiverio.
A la vez, la guerrilla ha secuestrado a lo largo de los años a un número indeterminado de civiles para financiarse mediante los rescates que pagan las familias.
León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, especializada en el conflicto armado, resaltó que "por primera vez las FARC hacen una concesión sólo con el propósito de ir a una mesa de negociación. Porque el gobierno había pedido acabar con el secuestro y liberar a los rehenes antes de ir a un diálogo", recordó.
El politólogo Alejo Vargas, profesor en la Universidad de los Andes, no descarta de su lado otras concesiones de las FARC con el fin de llegar a un diálogo de paz.
"Ya tener en la mesa a representantes del Estado sería un logro para ellos, pues los convalida como el otro actor político. Desde el punto de vista práctico las FARC no van a exigir casi nada, pero desde el punto de vista simbólico lo pedirán todo. El estatus político es lo que necesita las FARC", dijo Vargas a la AFP.
Y aunque "por el momento" esa mesa de negociación se vea lejana, Medina insiste en que se debe entender que "ésta no es una guerra regular y por tanto no se puede terminar en una fecha y lugar determinados".
"Tiene que terminar en una mesa de negociación o sino se prolongará indefinidamente, con una descomposición del conflicto como ya la estamos viendo", aseveró.
Las FARC, fundadas en 1964 y con unos 9.200 combatientes en la actualidad, son una de las guerrillas más antiguas del mundo.