David Petraeus
"Este es un proyecto en el que debemos hacer un esfuerzo común, y perseguir el mismo propósito. Civiles y militares, afganos y extranjeros, somos parte de un equipo con una misión", declaró Petraeus.
"En esta importante tarea, la cooperación no es opcional" sino imperativa, añadió Petraeus, que participaba este sábado en una celebración de la independencia de Estados Unidos en la embajada norteamericana.
Petraeus reemplaza al general estadounidense Stanley McChrystal, destituido tras divulgarse una entrevista en la que se mostraba muy crítico con el presidente Barack Obama y su administración.
Su llegada se produce en un momento muy duro para la coalición atlántica, cuyas bajas están batiendo números récord. Sólo en junio murieron 102 soldados, un nivel comparable a los peores momentos de la guerra de Irak en 2007.
Para los próximos meses, el general advirtió que la guerra en Afganistán podría empeorar antes de que se observen mejoras tangibles.
"Ésta es una misión dura, que no tiene nada de fácil. Pero trabajando juntos podemos avanzar y lograr nuestro objetivo", añadió.
Petraeus prometió a los soldados revisar la exigencia impuesta por McChrystal de limitar los apoyos aéreos a las tropas atacadas en tierra. La medida pretende reducir el número de víctimas civiles, pero los militares se han quejado de que por culpa de ella son más vulnerables.
Los especialistas han instado a Petraeus a hacer cambios rápidamente si quiere cambiar la balanza de la guerra en favor de la alianza internacional.
Según el parlamentario afgano Ahmad Behzad, "Petraeus debe cambiar la estrategia fundamental de la guerra contra los talibanes".
"El cambio en el liderazgo de las fuerzas extranjeras sólo puede ser eficaz si se toman medidas más serias contra los terroristas", declaró a la AFP.
Según el analista político Harun Amir, la reputación de McChrystal se resintió del fracaso de la OTAN en su ofensiva por el control del distrito de Marjah, un feudo talibán de la provincia sureña de Helmand, el pasado febrero.
La esperada ofensiva de gran envergadura contra los insurgentes en la vecina provincia de Kandahar, bastión de la insurgencia, ha sido pospuesta a septiembre, y según Harun Mir, "no se sabe si se llevará realmente a cabo".
Los observadores consideran que el nuevo comandante de la OTAN es más indicado que su predecesor para gestionar los aspectos políticos.
"McChrystal era demasiado cercano (al presidente afgano Hamid) Karzai y no podía criticarlo, ni siquiera cuando era necesario", considera Harun Mir. "Petraeus será más agresivo para convencer a Karzai de que avanzar solo no servirá de nada".
"Ser capaz de trabajar con un socio afgano es fundamental en esta guerra", abunda el profesor de Derecho de la Universidad de Kabul Wadir Safi.
"En esta importante tarea, la cooperación no es opcional" sino imperativa, añadió Petraeus, que participaba este sábado en una celebración de la independencia de Estados Unidos en la embajada norteamericana.
Petraeus reemplaza al general estadounidense Stanley McChrystal, destituido tras divulgarse una entrevista en la que se mostraba muy crítico con el presidente Barack Obama y su administración.
Su llegada se produce en un momento muy duro para la coalición atlántica, cuyas bajas están batiendo números récord. Sólo en junio murieron 102 soldados, un nivel comparable a los peores momentos de la guerra de Irak en 2007.
Para los próximos meses, el general advirtió que la guerra en Afganistán podría empeorar antes de que se observen mejoras tangibles.
"Ésta es una misión dura, que no tiene nada de fácil. Pero trabajando juntos podemos avanzar y lograr nuestro objetivo", añadió.
Petraeus prometió a los soldados revisar la exigencia impuesta por McChrystal de limitar los apoyos aéreos a las tropas atacadas en tierra. La medida pretende reducir el número de víctimas civiles, pero los militares se han quejado de que por culpa de ella son más vulnerables.
Los especialistas han instado a Petraeus a hacer cambios rápidamente si quiere cambiar la balanza de la guerra en favor de la alianza internacional.
Según el parlamentario afgano Ahmad Behzad, "Petraeus debe cambiar la estrategia fundamental de la guerra contra los talibanes".
"El cambio en el liderazgo de las fuerzas extranjeras sólo puede ser eficaz si se toman medidas más serias contra los terroristas", declaró a la AFP.
Según el analista político Harun Amir, la reputación de McChrystal se resintió del fracaso de la OTAN en su ofensiva por el control del distrito de Marjah, un feudo talibán de la provincia sureña de Helmand, el pasado febrero.
La esperada ofensiva de gran envergadura contra los insurgentes en la vecina provincia de Kandahar, bastión de la insurgencia, ha sido pospuesta a septiembre, y según Harun Mir, "no se sabe si se llevará realmente a cabo".
Los observadores consideran que el nuevo comandante de la OTAN es más indicado que su predecesor para gestionar los aspectos políticos.
"McChrystal era demasiado cercano (al presidente afgano Hamid) Karzai y no podía criticarlo, ni siquiera cuando era necesario", considera Harun Mir. "Petraeus será más agresivo para convencer a Karzai de que avanzar solo no servirá de nada".
"Ser capaz de trabajar con un socio afgano es fundamental en esta guerra", abunda el profesor de Derecho de la Universidad de Kabul Wadir Safi.