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En 2010, dos gigantescos yacimientos de gas, uno de ellos el más importante descubierto en aguas profundas en estos últimos diez años, se descubrieron frente a Israel y Líbano y varias prospecciones bajo la capa de sal en el este del Mediterráneo han demostrado la presencia de hidrocarburos gaseosos y líquidos.
"Los hallazgos en el Mediterráneo oriental atraen mucho a las empresas que ven con gran interés el gran espacio virgen de descubrimientos que es el Mediterráneo occidental", explica François Roure, experto del Instituto Francés del Petróleo (IFP).
Pero en el Mediterráneo occidental "hay una capa de sal que esconde todo lo que hay debajo", recuerda.
Un espesor de sal engendrado por un acontecimiento "único en la historia de la geología": la desecación hace más de cinco millones de años del Mediterráneo a raíz del casi cierre del estrecho de Gibaltrar provocado por la placa tectónica africana.
Los científicos quieren saber qué hay debajo de esta capa de sal de varios kilómetros. Un proyecto internacional de investigación, bautizado Gold, prevé prospectar, para 2015, frente a las costas de Toulón (sureste de Francia) por primera vez bajo los 2.400 m de agua y cerca de 8 km de rocas, lo que debería ofrecer datos inéditos.
"Nuestro objetivo es perforar todos los sedimentos acumulados en el fondo del Golfo de León para reconstituir la historia del Mediterráneo desde hace 30 millones de años", selaña Marina Rabineau, investigadora y coordinadora francesa del proyecto. "Nunca se ha determinado toda la historia bajo la sal".
Y este es el atractivo para las compañías petroleras porque la sal "es una excelente cobertura impermeable", una condición favorable para almacenar gas o petróleo.
Señal del interés en los fondos del Golfo de León es que varias compañías petroleras entre ellas Total (Francia), Petrobras (Brasil), Statoil (Noruega) y Sonatrach (Argelia), participaron en octubre de 2010 en un coloquio en Banyuls-sur-mer (sur de Francia) sobre el proyecto Gold.
"Hay un interés cruzado. Este tipo de perforación, que necesita financiación industrial, puede aportar informaciones a las compañías", explica Roure.
Sobre todo, porque los grandes grupos petroleros controlan las técnicas de prospección a grandes profundidades. A finales del 2010, Petrobras lanzó la producción de 14.000 barriles/día frente a las costas de Brasil, logrando perforar bajo 5.000 metros de agua y 2.000 metros de sal.
Paralelamente, el gigante petrolero estadounidense Noble Energy, implicado en el hallazgo de yacimientos gasíferos en Israel y Líbano, se asoció recientemente a una empresa británica de prospección, que cuenta con un amplio permiso de investigación en el Golfo de León.
"La prospección estratégica Gold será un arma de doble filo", dice Roure, porque "si no se encuentra materia orgánica (señal de presencia de hidrocarburos) las compañías desistirán" del proyecto de investigación, estima.
"Los hallazgos en el Mediterráneo oriental atraen mucho a las empresas que ven con gran interés el gran espacio virgen de descubrimientos que es el Mediterráneo occidental", explica François Roure, experto del Instituto Francés del Petróleo (IFP).
Pero en el Mediterráneo occidental "hay una capa de sal que esconde todo lo que hay debajo", recuerda.
Un espesor de sal engendrado por un acontecimiento "único en la historia de la geología": la desecación hace más de cinco millones de años del Mediterráneo a raíz del casi cierre del estrecho de Gibaltrar provocado por la placa tectónica africana.
Los científicos quieren saber qué hay debajo de esta capa de sal de varios kilómetros. Un proyecto internacional de investigación, bautizado Gold, prevé prospectar, para 2015, frente a las costas de Toulón (sureste de Francia) por primera vez bajo los 2.400 m de agua y cerca de 8 km de rocas, lo que debería ofrecer datos inéditos.
"Nuestro objetivo es perforar todos los sedimentos acumulados en el fondo del Golfo de León para reconstituir la historia del Mediterráneo desde hace 30 millones de años", selaña Marina Rabineau, investigadora y coordinadora francesa del proyecto. "Nunca se ha determinado toda la historia bajo la sal".
Y este es el atractivo para las compañías petroleras porque la sal "es una excelente cobertura impermeable", una condición favorable para almacenar gas o petróleo.
Señal del interés en los fondos del Golfo de León es que varias compañías petroleras entre ellas Total (Francia), Petrobras (Brasil), Statoil (Noruega) y Sonatrach (Argelia), participaron en octubre de 2010 en un coloquio en Banyuls-sur-mer (sur de Francia) sobre el proyecto Gold.
"Hay un interés cruzado. Este tipo de perforación, que necesita financiación industrial, puede aportar informaciones a las compañías", explica Roure.
Sobre todo, porque los grandes grupos petroleros controlan las técnicas de prospección a grandes profundidades. A finales del 2010, Petrobras lanzó la producción de 14.000 barriles/día frente a las costas de Brasil, logrando perforar bajo 5.000 metros de agua y 2.000 metros de sal.
Paralelamente, el gigante petrolero estadounidense Noble Energy, implicado en el hallazgo de yacimientos gasíferos en Israel y Líbano, se asoció recientemente a una empresa británica de prospección, que cuenta con un amplio permiso de investigación en el Golfo de León.
"La prospección estratégica Gold será un arma de doble filo", dice Roure, porque "si no se encuentra materia orgánica (señal de presencia de hidrocarburos) las compañías desistirán" del proyecto de investigación, estima.
