Los funerales del criminal nazi, condenado en Italia en 1998 a cadena perpetua por su participación en la masacre en Roma de 335 civiles italianos en marzo de 1944, ha generado controversias en Italia debido al rechazo del Vaticano, de Argentina y de la alcaldía de Roma a autorizar una ceremonia fúnebre.
En una entrevista al diario italiano La Stampa, Efraim Zuroff, el director del centro Wiesenthal, declaró que "lo mejor es enviar el cuerpo a Alemania para que sea incinerado".
Detenido en Argentina en 1994 tras haber vivido tranquilamente en ese país más de 40 años, extraditado y juzgado en Italia, donde cumplió reclusión domiciliaria por razones de salud, Priebke jamás pidió disculpas, ni manifestó arrepentimiento alguno.
"Alemania tiene las leyes adecuadas para evitar que los funerales y la incineración se transformen en un fiesta de neonazis", agregó Zuroff.
La incineración del excapitán de las SS "es una solución eficaz", dijo tras recordar que el cadáver de Hitler también fue quemado.
"Con ese gesto se destruye todo lo que representa el nazismo", estimó.
Para el presidente de la comunidad judía de Roma, Riccardo Pacifici, celebrar los funerales en la capital italiana "es algo inconcebible, porque aquí cometió el delito más atroz".
"No es justo que lo entierren en Roma, debe regresar a Alemania, a Berlín", señaló.
Por su parte, el abogado y amigo de Priebke, Paolo Giachini, lanzó una verdadera campaña para que sea enterrado en Italia y convertirlo en emblema de la extrema derecha europea.
Giachini, que había anunciado su entierro en Bariloche, sur de Argentina, lo que no fue permitido por el gobierno de ese país, presiona para que sea enterrado en Italia, "un derecho", dijo en una entrevista a la televisión.
Militantes de extrema derecha, entre ellos los fascistas del movimiento "Militia", han tratado de llevar coronas de flores al edificio donde residía el criminal nazi y dejaron una escrita pintada en su honor con la esvástica, la cual fue rápidamente borrada por orden de la alcaldía.
Actos que alimentan el clima de tensión en la capital, ya que el 16 de octubre se conmemora el 70 aniversario de la deportación de un millar de judíos del gueto de Roma al campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, de los cuales sobrevivieron 16.