Poca financiación y mucha política: crisis en la TV pública española


Madrid. - Las dificultades del Gobierno para nombrar al nuevo director de la radiotelevisión española (RTVE) por falta de consenso político pusieron en evidencia los problemas del medio público: pérdida de ingresos, audiencia y credibilidad, así como acusaciones de manipulación e intereses políticos.



Rosa María Mateo
Rosa María Mateo
"Vamos a perseguir un sueño", dijo el lunes la periodista Rosa María Mateo al asumir el cargo como nueva administradora única provisional de RTVE. Su objetivo: "recuperar la credibilidad y volver a ser referencia informativa" en el país.
Pero la necesidad de hacer esa promesa y el hecho de que la veterana periodista sea administradora solo "provisional" hasta que termine el concurso público para definir al nuevo jefe de la casa revelaron sus problemas en diversos frentes, comenzando por la dotación.
RTVE está muy lejos en presupuesto y empleados de los entes públicos más importantes de Europa. De acuerdo con el último informe de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) publicado por el diario "El País", las cifras hablan por sí solas.
Con un presupuesto de 974 millones de euros (1.141 millones de dólares) y 6.295 empleados, RTVE está por detrás de su pares alemán (ARD, con 6.431 millones de presupuesto y 22.711 trabajadores), británico (BBC, 6.047/21.271), francés (France TV, 3.215/10.405) e italiano (RAI, 2.809/11.699).
España es además el único de los cinco países mencionados que no incluye un canon directo en su modelo de financiación, por lo que prácticamente todos sus ingresos, un 94 por ciento, proceden de los presupuestos del Estado y de impuestos.
Se trata de una fórmula más inestable por la influencia de situaciones políticas y económicas que también supone una desventaja respecto a sus vecinos, que con el canon logran una mayor estabilidad en sus ingresos. Una situación que se agravó en 2010 con la decisión del organismo de eliminar cualquier tipo de publicidad en RTVE.
Según el informe de la UER hay una correlación entre los recursos económicos que dispone cada medio público europeo y su audiencia: en 2017, RTVE apenas logró un 10,4 por ciento de cuota de pantalla frente al 16,9 que registró en 2008.
Sin embargo, es en las cifras de credibilidad donde el medio español registra peores calificaciones, concretamente la más baja entre los países estudiados por el centro estadounidense PEW.
Según su informe, los espectadores de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Países Bajos y España dan más credibilidad a los medios públicos que a los privados, pero con notables diferencias entre ellos.
En España, solo el 57 por ciento de los encuestados dijeron confiar por lo general en los informativos de TVE, muy por debajo del 79 por ciento de la BBC británica o del 80 por ciento de la ARD alemana.
Y en estas cifras tiene mucho que ver la falta de entendimiento político a la hora de gestionar el medio en la última década y que volvió a quedar en evidencia estas semanas.
"El espectáculo formado para elegir presidente de RTVE evidencia hasta qué punto les interesa a los partidos convertir el ente público en una plataforma electoral", criticó un artículo del diario "El Mundo" en plena polémica por el cambio de directivos tras la llegada del socialista Pedro Sánchez al Gobierno.
Pero el tema no es nuevo. Tras años de debate sobre la politización del ente, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero impulsó en 2006 un nuevo modelo con un Consejo de Administración que debía ser aprobado por dos tercios en el Congreso de los Diputados, obligando al consenso con otras fuerzas para elegirlo.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular, eliminó ese método en 2011 para poder nombrar un Consejo de manera directa mediante mayoría absoluta y sin pactar, pero en 2017 la oposición recuperó la fórmula de Zapatero al perder el PP dicha mayoría en la Cámara Baja.
Sin embargo, el nuevo Gobierno de Sánchez, quien desbancó a principios de junio a Rajoy en una moción de censura, tampoco pudo conformar un nuevo Consejo de Administración: cuando parecía que al fin lograba el consenso, un error humano en la votación impidió que saliera adelante.
Tal y como dicta la legislación, el Ejecutivo eligió el viernes a una administradora única, la periodista Rosa María Mateo, que tomó el lunes las riendas del ente de manera temporal mientras finaliza el concurso público abierto del que saldrán el nuevo presidente y sus consejeros.
La celebración de dicho concurso significó por ahora el fin de las protestas internas que los trabajadores de RTVE mantenían desde hace varios meses. Bautizados como los "Viernes Negros", muchos de los profesionales vistieron prendas de dicho color cada viernes como forma de protesta ante la manipulación política.
El concurso, una de sus demandas, puso fin a las protestas, aunque los trabajadores avisaron de que seguirán "vigilantes". "Si en este tiempo los profesionales de RTVE detectamos que se dan injerencias políticas, tanto en el concurso como en la dirección transitoria, volveremos a vestir de negro", aseguraron en un comunicado.
Martes, 31 de Julio 2018
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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