De acuerdo con el periódico, esta situación se repite en las favelas Rocinha, Complexo do Alemao, Vila Cruzeiro, Chatuba, Parque Penha, Sao Carlos y Mangueira, todas comunidades que están dentro del programa UPP (Unidades de Policías Pacificadoras), que desde 2008 se encarga de reforzar la presencia policial en 38 favelas de la ciudad.
Según “O Globo”, el Estado volvió a perder el control en esas comunidades, que están en manos de bandas de narcotraficantes. En Rocinha, el diario detalla que los narcotraficantes solo le permiten a la PM circular por las calles principales del barrio. En algunas favelas, las bandas criminales incluso les prohíben a los efectivos de esa fuerza de seguridad usar sus teléfonos móviles.
Especialistas en seguridad citados por “O Globo” coincidieron en destacar que el mal entrenamiento que reciben los 9.500 efectivos de la PM carioca que trabajan en las UPP es la causa de que esta situación suceda. Los cursos de formación duraban en 2010, cuando ingresaron 20.000 agentes a la fuerza, seis meses, aunque actualmente realizan un entrenamiento de un año.
“El adiestramiento es muy limitado. Tenemos una tropa que dispara poco en el curso y mucho en la calle. Hace dos años se reconoció que la preparación de los policías de las UPP era insuficiente”, declaró Ignacio Cano, coordinador del Laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad Estadual de Río de Janeiro.
La metrópoli, la segunda más habitada del país con 6,5 millones de habitantes, enfrenta una ola de violencia debido a la crisis económica y a la situación de bancarrota del estado de Río. En la ciudad se multiplican desde hace meses los reportes sobre un aumento de los enfrentamientos entre bandas criminales que controlan las favelas y las fuerzas de seguridad, así como de los asaltos, también en los barrios más acomodados.
Desde hace diez días, bandas de narcotraficantes y efectivos de seguridad se enfrentan a diario en la favela "Jacarezinho", en la región metropolitana de la ciudad, lo que ya causó la muerte de al menos cinco personas, entre ellas un francotirador de la Policía Civil carioca.
El Gobierno del presidente Michel Temer aprobó hace algunas semanas el uso extraordinario de los militares en la ciudad más turística de Brasil debido a la inseguridad pública.
Unos 8.500 soldados y otros 1.500 efectivos de tropas especiales participaron en los operativos, que deben durar hasta finales del próximo año en la metrópoli carioca.
Según cifras oficiales, en el estado de Río han muerto este año ya 97 policías en combates contra el crimen organizado o en ataques cuando fueron identificados como agentes mientras estaban fuera de servicio.
Según “O Globo”, el Estado volvió a perder el control en esas comunidades, que están en manos de bandas de narcotraficantes. En Rocinha, el diario detalla que los narcotraficantes solo le permiten a la PM circular por las calles principales del barrio. En algunas favelas, las bandas criminales incluso les prohíben a los efectivos de esa fuerza de seguridad usar sus teléfonos móviles.
Especialistas en seguridad citados por “O Globo” coincidieron en destacar que el mal entrenamiento que reciben los 9.500 efectivos de la PM carioca que trabajan en las UPP es la causa de que esta situación suceda. Los cursos de formación duraban en 2010, cuando ingresaron 20.000 agentes a la fuerza, seis meses, aunque actualmente realizan un entrenamiento de un año.
“El adiestramiento es muy limitado. Tenemos una tropa que dispara poco en el curso y mucho en la calle. Hace dos años se reconoció que la preparación de los policías de las UPP era insuficiente”, declaró Ignacio Cano, coordinador del Laboratorio de Análisis de la Violencia de la Universidad Estadual de Río de Janeiro.
La metrópoli, la segunda más habitada del país con 6,5 millones de habitantes, enfrenta una ola de violencia debido a la crisis económica y a la situación de bancarrota del estado de Río. En la ciudad se multiplican desde hace meses los reportes sobre un aumento de los enfrentamientos entre bandas criminales que controlan las favelas y las fuerzas de seguridad, así como de los asaltos, también en los barrios más acomodados.
Desde hace diez días, bandas de narcotraficantes y efectivos de seguridad se enfrentan a diario en la favela "Jacarezinho", en la región metropolitana de la ciudad, lo que ya causó la muerte de al menos cinco personas, entre ellas un francotirador de la Policía Civil carioca.
El Gobierno del presidente Michel Temer aprobó hace algunas semanas el uso extraordinario de los militares en la ciudad más turística de Brasil debido a la inseguridad pública.
Unos 8.500 soldados y otros 1.500 efectivos de tropas especiales participaron en los operativos, que deben durar hasta finales del próximo año en la metrópoli carioca.
Según cifras oficiales, en el estado de Río han muerto este año ya 97 policías en combates contra el crimen organizado o en ataques cuando fueron identificados como agentes mientras estaban fuera de servicio.