Fuentes del Gobierno israelí que los medios no identifican han apuntado que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lleva meses alertando de la presencia del Ejército iraní en Siria y diciendo que Teherán, junto con el grupo aliado Hizbolá, busca establecer un nuevo frente contra Israel en Siria.
Por eso para Israel fue una decepción que los bombardeos de Estados Unidos, Reino Unido y Francia no fuesen más intensos y marcaran el inicio de una nueva fase de acción internacional en Siria y contra Irán.
El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, miembro del Gabinete de Seguridad, contó el domingo en la Radio del Ejército que no estaba seguro de que lo que pasó cambie la situación.
"Los estadounidenses, así como los europeos, no están dispuestos a comprometerse y la carga de contener a los iraníes está sobre nuestros hombros", dijo a dpa a su vez Yaakov Amidror, ex líder del Consejo de Seguridad Nacional israelí.
Cuando Siria se sumió en una guerra civil en 2011, el presidente Bashar al Assad dio la bienvenida a la ayuda de Irán y de las milicias respaldadas por el país persa, entre ellas Hizbolá, contra la que Israel perdió una guerra en 2006.
Siete años después, mientras que el Gobierno sirio parece estar encaminado hacia la victoria, Israel ha estado librando un batalla cada vez más intensa para evitar que Irán establezca una presencia militar permanente en el país.
La semana pasada alrededor de una decena de soldados iraníes murieron en un ataque aéreo en una base militar siria, presuntamente perpetrado por Israel. Irán y Hizbolá prometieron tomar represalias.
En febrero, Israel derribó lo que dijo que era un dron iraní armado que trataba de atacar su territorio.
Irán, por su parte, sostiene que está operando en Siria por petición del Gobierno en la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) y las fuerza rebeldes, pero Israel ve las cosas de forma diferente.
Amidror señaló que la única "explicación lógica" para que Irán esté ampliando su presencia militar en Siria mientras que Al Assad emerge victorioso es desafiar a Israel. "No podemos permitir que esto ocurra y si ninguna de las dos partes se rinde, conducirá a una guerra", advirtió.
Israel hace todo lo que puede para dañar o destruir a los estados o movimientos que no reconocen su derecho a ocupar la tierra de donde expulsaron a la mayoría de la población palestina en 1948.