Los ministros de exteriores de Estados Unidos e Israel
Washington, que se prepara para el "peor escenario", anunció el miércoles que los servicios diplomáticos habían estado preparando a los gobiernos extranjeros para la publicación la semana entrante de documentos secretos de Wikileaks susceptibles de crear "tensiones" entre ellos.
En Bagdad el embajador de Estados Unidos James Jeffrey afirmó el viernes que su misión se encontraba "inquieta" ante revelaciones susceptibles de minar "la confianza de las discusiones".
El sitio especializado en divulgar documentos confidenciales Wikileaks prometió el lunes que subirá a Internet siete veces más documentos secretos que los 400.000 recientemente publicados sobre la guerra en Irak.
El Departamento de Estado indicó que espera la publicación de cables diplomáticos relacionados a "una amplia gama de temas y países".
La primera fuga de Wikileaks en julio sobre Afganistán, contenía algunas revelaciones importantes, y las que salieron de Irak se centraban principalmente en los abusos cometidos entre las distintas facciones iraquíes.
Washington estaría particularmente preocupado por la divulgación de documentos escritos entre diplomáticos, sobre todo si se refieren a los socios extranjeros de los Estados Unidos.
En Ankara, un diplomático turco de alto rango indicó que Turquía también se encontraba al corriente de la situación.
Según informaciones de prensa, las nuevas revelaciones tratarían especialmente de una colaboración turca a las milicias de Al-Qaida en Irak y del apoyo de Estados Unidos a los rebeldes kurdos del Partido de los Trabjadores del Kurdistán (PKK) refugiados en Irak.
El diplomático excluyó totalmente el apoyo de Ankara a Al-Qaida, al tiempo que destacó la cooperación turco-estadounidense contra el PKK.
Por su parte el propio canciller turco Ahmet Dabutoglu dijo que Turquía no sabía qué tipo de documentos poseía Wikileaks.
"Es todo especulación" dijo a la televisión turca.
"Pero como principio, la tolerancia o la ignorancia de cualquier acción terrorista que se origina en Turquía y que tiene como blanco un país vecino, particularmente Irak, está fuera de cuestión".
Un alto funcionario israelí citado por el diario israelí Haaretz, dice que Israel, el aliado más importante de Washington, fue informado de que las fugas podrían ser de los cables diplomáticos confidenciales entre la Embajada de EEUU y los funcionarios de ese país.
"Los estadounidenses nos han hecho saber que consideran esta fuga con la mayor preocupación", agregó este responsable.
En Moscú, el periódico Kommersant afirmó que estas filtraciones incluirían revelaciones "desagradables" que podrían perjudicar a Moscú.
Las revelaciones "podrían provocar una pelea entre Estados Unidos y Rusia", tanto como con la mitad de los países del planeta, escribió el periódico.
Pero el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergueï Lavrov, restó importancia a esta información preguntándole a los periodistas por qué se hacían eco "de las cosas que publicaban estos pequeños ladrones de Internet"
En Roma el ministro de Relaciones Exteriores Franco Frattini también fue prevenido por Washington por posibles documentos que conciernen a Italia.
En un comunicado, el gobierno italiano también habló de "posibles repercusiones negativas para Italia".
Los responsables en Gran Bretaña pero también en Noruega, Dinamarca y Finlandia, también reconocieron haber sido informados por Estados Unidos.
Por su lado, la diplomacia australiana estimo que la "difusión imprudente, a amplia escala, por WikiLeaks, de documentos secretos, podría poner en peligro a personas identificadas con sus nombres, así como dañar los intereses de seguridad de Estados Unidos y sus interlocutores".
En Bagdad el embajador de Estados Unidos James Jeffrey afirmó el viernes que su misión se encontraba "inquieta" ante revelaciones susceptibles de minar "la confianza de las discusiones".
El sitio especializado en divulgar documentos confidenciales Wikileaks prometió el lunes que subirá a Internet siete veces más documentos secretos que los 400.000 recientemente publicados sobre la guerra en Irak.
El Departamento de Estado indicó que espera la publicación de cables diplomáticos relacionados a "una amplia gama de temas y países".
La primera fuga de Wikileaks en julio sobre Afganistán, contenía algunas revelaciones importantes, y las que salieron de Irak se centraban principalmente en los abusos cometidos entre las distintas facciones iraquíes.
Washington estaría particularmente preocupado por la divulgación de documentos escritos entre diplomáticos, sobre todo si se refieren a los socios extranjeros de los Estados Unidos.
En Ankara, un diplomático turco de alto rango indicó que Turquía también se encontraba al corriente de la situación.
Según informaciones de prensa, las nuevas revelaciones tratarían especialmente de una colaboración turca a las milicias de Al-Qaida en Irak y del apoyo de Estados Unidos a los rebeldes kurdos del Partido de los Trabjadores del Kurdistán (PKK) refugiados en Irak.
El diplomático excluyó totalmente el apoyo de Ankara a Al-Qaida, al tiempo que destacó la cooperación turco-estadounidense contra el PKK.
Por su parte el propio canciller turco Ahmet Dabutoglu dijo que Turquía no sabía qué tipo de documentos poseía Wikileaks.
"Es todo especulación" dijo a la televisión turca.
"Pero como principio, la tolerancia o la ignorancia de cualquier acción terrorista que se origina en Turquía y que tiene como blanco un país vecino, particularmente Irak, está fuera de cuestión".
Un alto funcionario israelí citado por el diario israelí Haaretz, dice que Israel, el aliado más importante de Washington, fue informado de que las fugas podrían ser de los cables diplomáticos confidenciales entre la Embajada de EEUU y los funcionarios de ese país.
"Los estadounidenses nos han hecho saber que consideran esta fuga con la mayor preocupación", agregó este responsable.
En Moscú, el periódico Kommersant afirmó que estas filtraciones incluirían revelaciones "desagradables" que podrían perjudicar a Moscú.
Las revelaciones "podrían provocar una pelea entre Estados Unidos y Rusia", tanto como con la mitad de los países del planeta, escribió el periódico.
Pero el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergueï Lavrov, restó importancia a esta información preguntándole a los periodistas por qué se hacían eco "de las cosas que publicaban estos pequeños ladrones de Internet"
En Roma el ministro de Relaciones Exteriores Franco Frattini también fue prevenido por Washington por posibles documentos que conciernen a Italia.
En un comunicado, el gobierno italiano también habló de "posibles repercusiones negativas para Italia".
Los responsables en Gran Bretaña pero también en Noruega, Dinamarca y Finlandia, también reconocieron haber sido informados por Estados Unidos.
Por su lado, la diplomacia australiana estimo que la "difusión imprudente, a amplia escala, por WikiLeaks, de documentos secretos, podría poner en peligro a personas identificadas con sus nombres, así como dañar los intereses de seguridad de Estados Unidos y sus interlocutores".