"Fue un intento de golpe", declaró Salva Kiir a la prensa.
También afirmó en un comunicado que el "gobierno controla totalmente la situación en materia de seguridad en Juba. Los atacantes huyeron y nuestras fuerzas los están persiguiendo", agregó, decretando un toque de queda desde las 18H00 locales de este lunes hasta las 6H00 locales del martes en la capital, el cual luego permanecerá vigente "hasta nueva orden".
Kiir acusó del intento a "un grupo de soldados aliados con el ex vicepresidente Riek Machar".
"Hemos practicado detenciones y los culpables responderán por sus crímenes", añadió Kiir.
Machar es un personaje muy polémico, quien durante la guerra civil (1983-2005) entre la rebelión del sur (en el poder) y Jartum, cambió más de una vez de bando. Su paradero y el de los integrantes de su entorno más cercano permanecía desconocido en la jornada.
Algunas personalidades, entre ellos cuatro ministros destituidos en julio pasado, fueron detenidas, según Radio-Tamazuj, una estación independiente.
Disparos y fuertes explosiones se habían escuchado en la madrugada de este lunes cerca de dos cuarteles militares en Juba, según varias embajadas y testigos.
No se brindó ningún balance sobre los combates, pero Radio Miraya, controlada por la ONU, mencionó al menos siete muertos y centenares de heridos.
Desde las nueve de la mañana (06H00 GMT) no se escucharon más disparos, y la ciudad estaba siendo vigilada por las fuerzas del orden, según un diplomático.
Las embajadas de Estados Unidos y el Reino Unido invitaron a sus ciudadanos a evitar desplazamientos innecesarios.
La embajada norteamericana dijo haber recibido "informaciones de varias fuentes fiables sobre incidentes y tiroteos esporádicos en varios puntos de Juba".