Después de una jornada en la cual varios vehículos fueron incendiados y unas cien personas sufrieron heridas, incluyendo a 70 policías, el presidente ucraniano Viktor Yanukovich prometió crear una comisión con representantes de la oposición para poner fin a la crisis política, anunció el líder opositor Vitali Klitschko tras una reunión con el mandatario.
"El presidente se comprometió a crear el lunes por la mañana una comisión con representantes de la administración presidencial, del gabinete y de la oposición para buscar una solución a la crisis", indicó Klitschko.
Cuando concluía el mitin en la Plaza de la Independencia, también llamada Maidan, varios cientos de manifestantes, algunos cubiertos con pañuelos o encapuchados, trataron de franquear un cordón policial a poca distancia de la plaza para dirigirse al Parlamento.
Los manifestantes se apoderaron de los vehículos policiales incendiando dos de ellos, así como cinco autobuses, mientras lanzaban piedras y fumígenos contra las fuerzas del orden. Estas respondieron tirando gases lacrimógenos, granadas ensordecedoras y golpeándolos con sus cachiporras.
Unas tres horas después del comienzo de los enfrentamientos, la policía utilizó cañones de agua --cuando la temperatura era de -7º--, sin lograr dispersar a los contestatarios, según los testigos interrogados por la AFP. La policía desmintió haber utilizado cañones de agua.
Gases lacrimógenos contra pedradas
Cuatro participantes en los disturbios fueron arrestados, indicó el ministerio del Interior al anochecer.
Según los servicios médicos, 24 personas fueron heridas y tres hospitalizadas. La policía estimó en 70 el número de sus efectivos heridos.
Antes de reunirse con el presidente, el boxeador y líder opositor Klitschko pidió calma y exigió a Yanukovich que "se lleve a la policía".
"La violencia sólo conduce a un baño se sangre", declaró por su parte a los manifestantes Arseni Yatseniuk, responsable del partido de la opositora encarcelada Yulia Timoshenko, llamando a "no ceder a las provocaciones".
Poco antes, unas 200.000 personas se habían congregado y protestado pacíficamente en Maidan, desafiando la prohibición de manifestar en el centro de Kiev hasta el 8 de marzo, y las nuevas leyes promulgadas el viernes por Yanukovich que introducen o refuerzan las sanciones contra los manifestantes.
Decenas de personas desfilaron llevando cacerolas, coladores o cajas de cartón en la cabeza, o con máscaras de carnaval, burlándose de una nueva ley que castiga a las personas que manifiestan con una máscara o un casco en la cabeza.
"El Parlamento perdió su legitimidad, eso significa que nosotros debemos crear un consejo del pueblo entre los políticos opositores", afirmó Arseni Yatseniuk.
El domingo al anochecer, la embajada de Estados Unidos en Ucrania pidió al gobierno en un comunicado que inicie inmediatamente negociaciones "con todas las partes, para terminar con el callejón sin salida político actual, responder a las preocupaciones de los manifestantes e impedir que se extienda la violencia".
El embajador de la Unión Europea en Ucrania, Jan Tombinski, llamó a "no agravar una situación ya muy difícil y peligrosa".
Durante la tarde, unas 200.000 personas habían protestado pacíficamente en Maidan, desafiando a las nuevas leyes promulgadas el viernes por Yanukovich que introducen o refuerzan las sanciones contra los manifestantes.
En cierto momento, los responsables fueron abucheados por la multitud debido a que carecían de un plan de acción y de un verdadero líder.
No obstante, la adopción de nuevas leyes parece haber movilizado a más gente que durante las anteriores manifestaciones.
Esta legislación, votada a mano alzada en pleno caos en el Parlamento, prevé penas de cárcel de 15 días por la instalación no autorizada de carpas o de estrados en lugares públicos, y hasta cinco días de cárcel para las personas que bloqueen los edificios oficiales.