CARACAS, Natalia Ramos, (AFP) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue el anfitrión del encuentro que coronó una extensa jornada de conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, celebrada con un fastuoso desfile militar, homenajes al Libertador Simón Bolívar y otras actividades.
"Hemos recuperado la independencia y no podemos perderla más nunca", clamó Chávez durante el encuentro.
Los presidentes de Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, así como los primeros ministros de Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas, que acompañaron a Chávez en la celebración del Bicentenario, se reunieron después durante unas tres horas en esta IX Cumbre del ALBA.
"Estamos aquí construyendo una América nueva y la 'patria grande' con la que soñaron los libertadores. Nuestros pueblos han despertado", declaró el presidente de Ecuador Rafael Correa durante su intervención, considerando que el "instrumento de victoria es el ALBA".
"Sólo tenemos una alternativa: unirnos luchar y vencer", corroboró el presidente cubano, Raúl Castro.
En su declaración final, los jefes de Estado ratificaron su compromiso "de consolidar la soberanía de los pueblos y construir el camino hacia el socialismo".
"Al consolidar el ALBA, nuestros gobiernos se han dado a la tarea de acompañar la lucha de los pueblos por alcanzar la definitiva independencia, con justicia plena, libres del intervencionismo extranjero", reza el texto final de la cumbre.
Además, la declaración subraya que el ALBA "se ha fijado la meta de avanzar conjunta y simultáneamente hacia la unión política, económica y social, hacia la más plena integración y unidad con el objetivo de garantizarle al pueblo, según el mandato de El Libertador, la mayor suma de felicidad posible".
Según Correa, por "definitiva independencia" los países de este bloque entienden una independencia social, cultural y económica.
En esta línea, los mandatarios reivindicaron en su declaración final la necesidad de impulsar el Sucre, una unidad contable usada para algunos intercambios que se quiere fortalecer para hacer contrapeso al dólar.
Para el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la "piedra fundamental" de este proceso del ALBA es la revolución cubana de 1959, que tiene ahora un segundo capítulo en la llamada revolución bolivariana que lidera Chávez, impulsor del ALBA para hacer contrapeso a la influencia de Estados Unidos en la región.
Entre las decisiones tomadas en esta cumbre destacan dar más énfasis a relaciones internacionales de los países del ALBA sobre todo a la articulación Sur-Sur.
Además, los países del ALBA se organizarán para garantizar la soberanía nacional de los pueblos, fomentar programas sociales de lucha contra la pobreza, incrementar la defensa de los derechos humanos y construir un sistema económico interno "independiente, desarrollado y socialista".
Por último, el ALBA exigió "poner fin inmediato y de forma incondicional" al embargo económico contra Cuba y la "liberación inmediata" de cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos desde hace once años acusados de espionaje.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que los países del ALBA acompañan al líder cubano Fidel Castro en una batalla "política, programática, cultural, ideológica".
"Hace 15 años sólo batallaba Fidel y esa batalla no ha sido en vano. Por eso hoy muchos presidentes acompañamos esa lucha del pueblo cubano", declaró.
"Y estoy convencido de que este proceso es imparable", agregó Morales.
La declaración final de esta reunión da su apoyo a la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático que tendrá lugar esta semana en Bolivia.
"Hemos recuperado la independencia y no podemos perderla más nunca", clamó Chávez durante el encuentro.
Los presidentes de Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, así como los primeros ministros de Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas, que acompañaron a Chávez en la celebración del Bicentenario, se reunieron después durante unas tres horas en esta IX Cumbre del ALBA.
"Estamos aquí construyendo una América nueva y la 'patria grande' con la que soñaron los libertadores. Nuestros pueblos han despertado", declaró el presidente de Ecuador Rafael Correa durante su intervención, considerando que el "instrumento de victoria es el ALBA".
"Sólo tenemos una alternativa: unirnos luchar y vencer", corroboró el presidente cubano, Raúl Castro.
En su declaración final, los jefes de Estado ratificaron su compromiso "de consolidar la soberanía de los pueblos y construir el camino hacia el socialismo".
"Al consolidar el ALBA, nuestros gobiernos se han dado a la tarea de acompañar la lucha de los pueblos por alcanzar la definitiva independencia, con justicia plena, libres del intervencionismo extranjero", reza el texto final de la cumbre.
Además, la declaración subraya que el ALBA "se ha fijado la meta de avanzar conjunta y simultáneamente hacia la unión política, económica y social, hacia la más plena integración y unidad con el objetivo de garantizarle al pueblo, según el mandato de El Libertador, la mayor suma de felicidad posible".
Según Correa, por "definitiva independencia" los países de este bloque entienden una independencia social, cultural y económica.
En esta línea, los mandatarios reivindicaron en su declaración final la necesidad de impulsar el Sucre, una unidad contable usada para algunos intercambios que se quiere fortalecer para hacer contrapeso al dólar.
Para el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la "piedra fundamental" de este proceso del ALBA es la revolución cubana de 1959, que tiene ahora un segundo capítulo en la llamada revolución bolivariana que lidera Chávez, impulsor del ALBA para hacer contrapeso a la influencia de Estados Unidos en la región.
Entre las decisiones tomadas en esta cumbre destacan dar más énfasis a relaciones internacionales de los países del ALBA sobre todo a la articulación Sur-Sur.
Además, los países del ALBA se organizarán para garantizar la soberanía nacional de los pueblos, fomentar programas sociales de lucha contra la pobreza, incrementar la defensa de los derechos humanos y construir un sistema económico interno "independiente, desarrollado y socialista".
Por último, el ALBA exigió "poner fin inmediato y de forma incondicional" al embargo económico contra Cuba y la "liberación inmediata" de cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos desde hace once años acusados de espionaje.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que los países del ALBA acompañan al líder cubano Fidel Castro en una batalla "política, programática, cultural, ideológica".
"Hace 15 años sólo batallaba Fidel y esa batalla no ha sido en vano. Por eso hoy muchos presidentes acompañamos esa lucha del pueblo cubano", declaró.
"Y estoy convencido de que este proceso es imparable", agregó Morales.
La declaración final de esta reunión da su apoyo a la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático que tendrá lugar esta semana en Bolivia.