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Política
Policías franceses alrededor del supermercado
"Nuestro país sufrió un ataque terrorista islámico", dijo Macron por la noche en París. "Invito a todos nuestros conciudadanos a ser conscientes de la gravedad de la amenaza terrorista, pero también de la fuerza y la resistencia que nuestro pueblo demostró cada vez que fue atacado".
El agresor, identificado como Radouane L. de 25 años, se había definido a sí mismo como "soldado" de la milicia terrorista Estado Islámico (EI). En su ataque al supermercado en la pequeña localidad de Trébes, cerca de Carcasona, el hombre gritó además "Dios es grande" en árabe, según dio a conocer por la noche el fiscal antiterrorista de París, François Molins.
La milicia terrorista EI se atribuyó el ataque y aseguró que el joven era uno de sus "soldados", informó su agencia propagandística Amaq.
Según indicó, los ataques fueron "en respuesta a los llamamientos de atacar a los países de la coalición", en referencia a los países que participan en la alianza contra el EI, que lidera Estados Unidos en Irak y Siria.
La veracidad de este comunicado no se pudo confirmar, pero fue difundido por los canales de comunicación habituales de EI.
Un policía que se ofreció de voluntario para ocupar el lugar de los rehenes que estaban en el supermercado era celebrado hoy como un héroe en Francia. El agente resultó luego gravemente herido y se debatía entre la vida y la muerte.
"Salvó vidas y honró a su cuerpo y a su país", aseguró Macron. "Ahora está luchando contra la muerte y todos nuestros pensamientos están con él y con su familia".
La Fiscalía del Estado de París, que se ocupa de manera centralizada de todos los casos de terrorismo en el país, inició una investigación por homicidio e intento de homicidio en contexto de terrorismo así como por privación de la libertad.
En los últimos años, Francia fue escenario de varios atentados islamistas. El país se vio conmocionado sobre todo por los que se produjeron en París en 2015 y en Niza en 2016. Los hechos de hoy recordaron la toma de rehenes de hace tres años en un supermercado judío de París.
En los últimos meses, sin embargo, reinó la calma, aun cuando las autoridades advertían regularmente del peligro aún elevado de que se produjeran atentados. En octubre, un hombre apuñaló a dos mujeres en Marsella. También entonces EI se atribuyó el ataque.
Según explicó el ministro del Interior francés, Gerard Collomb, antes de la toma de rehenes, el agresor atacó al conductor y a un pasajero de un coche, matando a uno de ellos antes de llevarse el vehículo. Después atacó a varios policías que regresaban a su cuartel después de entrenar. Uno de ellos fue herido en el hombro.
El atacante llegó después al supermercado "Super-U" de Trèbes, una localidad de 5.500 habitantes situada cerca de Carcasona, donde abrió fuego y mató a dos personas y tomó a muchas otras como rehenes, confirmó el ministro.
"Nadie hubiera pensado nunca que aquí se podía producir un atentado", dijo Collomb en el lugar de los hechos.
Según testigos oculares, numerosas personas pudieron huir del supermercado, donde en un principio se encontraban 50 personas. Tras una negociación, los rehenes fueron intercambiados por el policía, según relató Molins.
La Policía acordonó la zona e intervinieron las fuerzas especiales. El agente dejó su teléfono en modo llamada sobre una mesa, dijo Collomb. De esta manera, las fuerzas de seguridad podían oír lo que ocurría en el supermercado. Cuando oyeron disparos, ingresaron.
Las autoridades francesas ya venían observando al joven, que tenía antecedentes de posesión de armas y consumo de drogas, por su presunta radicalización. Desde 2014 figuraba en una base de datos por sus vínculos con un movimiento salafista.
Sin embargo, una vigilancia realizada en 2016 y 2017 no aportó indicios que hicieran presumir que podía cometer una acción terrorista.
Macron dijo que los investigadores deberán esclarecer ahora cuándo y cómo se produjo su radicalización. Una mujer de su entorno fue detenida.
Molins dijo que el secuestrador pidió la liberación de "hermanos". Las cadenas BFMTV y France 2 habían informado previamente, sin fuentes precisas, que el hombre había solicitado la liberación del sospechoso de terrorismo Salah Abdeslam, pero el fiscal no dio nombres concretos.
Abdeslam, en prisión preventiva en Francia, es considerado miembro de la célula terrorista responsable de los graves atentados perpetrados en París en noviembre de 2015 -con 130 muertos- y en Bruselas en marzo de 2016.
Según Molins, el agresor abatido hoy tenía 25 años y había nacido en Marruecos.
El agresor, identificado como Radouane L. de 25 años, se había definido a sí mismo como "soldado" de la milicia terrorista Estado Islámico (EI). En su ataque al supermercado en la pequeña localidad de Trébes, cerca de Carcasona, el hombre gritó además "Dios es grande" en árabe, según dio a conocer por la noche el fiscal antiterrorista de París, François Molins.
La milicia terrorista EI se atribuyó el ataque y aseguró que el joven era uno de sus "soldados", informó su agencia propagandística Amaq.
Según indicó, los ataques fueron "en respuesta a los llamamientos de atacar a los países de la coalición", en referencia a los países que participan en la alianza contra el EI, que lidera Estados Unidos en Irak y Siria.
La veracidad de este comunicado no se pudo confirmar, pero fue difundido por los canales de comunicación habituales de EI.
Un policía que se ofreció de voluntario para ocupar el lugar de los rehenes que estaban en el supermercado era celebrado hoy como un héroe en Francia. El agente resultó luego gravemente herido y se debatía entre la vida y la muerte.
"Salvó vidas y honró a su cuerpo y a su país", aseguró Macron. "Ahora está luchando contra la muerte y todos nuestros pensamientos están con él y con su familia".
La Fiscalía del Estado de París, que se ocupa de manera centralizada de todos los casos de terrorismo en el país, inició una investigación por homicidio e intento de homicidio en contexto de terrorismo así como por privación de la libertad.
En los últimos años, Francia fue escenario de varios atentados islamistas. El país se vio conmocionado sobre todo por los que se produjeron en París en 2015 y en Niza en 2016. Los hechos de hoy recordaron la toma de rehenes de hace tres años en un supermercado judío de París.
En los últimos meses, sin embargo, reinó la calma, aun cuando las autoridades advertían regularmente del peligro aún elevado de que se produjeran atentados. En octubre, un hombre apuñaló a dos mujeres en Marsella. También entonces EI se atribuyó el ataque.
Según explicó el ministro del Interior francés, Gerard Collomb, antes de la toma de rehenes, el agresor atacó al conductor y a un pasajero de un coche, matando a uno de ellos antes de llevarse el vehículo. Después atacó a varios policías que regresaban a su cuartel después de entrenar. Uno de ellos fue herido en el hombro.
El atacante llegó después al supermercado "Super-U" de Trèbes, una localidad de 5.500 habitantes situada cerca de Carcasona, donde abrió fuego y mató a dos personas y tomó a muchas otras como rehenes, confirmó el ministro.
"Nadie hubiera pensado nunca que aquí se podía producir un atentado", dijo Collomb en el lugar de los hechos.
Según testigos oculares, numerosas personas pudieron huir del supermercado, donde en un principio se encontraban 50 personas. Tras una negociación, los rehenes fueron intercambiados por el policía, según relató Molins.
La Policía acordonó la zona e intervinieron las fuerzas especiales. El agente dejó su teléfono en modo llamada sobre una mesa, dijo Collomb. De esta manera, las fuerzas de seguridad podían oír lo que ocurría en el supermercado. Cuando oyeron disparos, ingresaron.
Las autoridades francesas ya venían observando al joven, que tenía antecedentes de posesión de armas y consumo de drogas, por su presunta radicalización. Desde 2014 figuraba en una base de datos por sus vínculos con un movimiento salafista.
Sin embargo, una vigilancia realizada en 2016 y 2017 no aportó indicios que hicieran presumir que podía cometer una acción terrorista.
Macron dijo que los investigadores deberán esclarecer ahora cuándo y cómo se produjo su radicalización. Una mujer de su entorno fue detenida.
Molins dijo que el secuestrador pidió la liberación de "hermanos". Las cadenas BFMTV y France 2 habían informado previamente, sin fuentes precisas, que el hombre había solicitado la liberación del sospechoso de terrorismo Salah Abdeslam, pero el fiscal no dio nombres concretos.
Abdeslam, en prisión preventiva en Francia, es considerado miembro de la célula terrorista responsable de los graves atentados perpetrados en París en noviembre de 2015 -con 130 muertos- y en Bruselas en marzo de 2016.
Según Molins, el agresor abatido hoy tenía 25 años y había nacido en Marruecos.
