Esta alianza entre el Partido Laborista de Yitzhak Herzog y la formación centrista HaTnua de Tzipi Livni centra sus propuestas en el plano económico y social, para "detener el aumento continuo del coste de vida", así como las relaciones con Washington dañadas por la tensión sobre Irán.
Según un comunicado de la coalición, el programa estima que, en el conflicto con los palestinos, la solución es la "desmilitarización del Estado palestino, el mantenimiento de las grandes colonias bajo la autoridad israelí, el mantenimiento del estatus de Jerusalén como capital eterna del pueblo judío (...) y el aumento de la cooperación económica con el Estado palestino".
Por su parte, Benjamin Netanyahu, que se mostró en junio de 2009 partidario de la idea de "un Estado palestino desmilitarizado que reconocería la existencia de un Estado judío", se desdice ahora de sus palabras.
"Netanyahu considera que, en el actual contexto en Oriente Medio, cualquier territorio [ocupado, ndlr] que fuera evacuado caería en manos de los extremistas islamistas (...) Por lo tanto, no habrá ninguna evacuación o retirada, ya no es el momento", según un comunicado del Likud, el partido conservador del primer ministro.
El programa de la Unión Sionista insiste también en la necesidad de Israel de restablecer una relación de confianza con Estados Unidos, su principal aliado, tras meses de tensión entre Netanyahu y la Casa Blanca sobre el programa nuclear iraní.
En el plano económico y social, que centra la campaña por delante de las cuestiones de seguridad, la coalición de centro izquierda apuesta por un aumento del presupuesto social, educativo y de salud, así como por la creación de un Consejo de la Vivienda para detener el aumento de precios.
Herzog y Livni afirmaron en una rueda de prensa que el Likud no tenía programa. "Israel necesita un dirigente que tenga una visión" y no uno que se centre "en lo que le da miedo", estimó Livni que apoya la candidatura de su compañero de filas a primer ministro.
Según los últimos sondeos, el Likud y la Unión Sionista están empatados en intención de voto. Pero, para los comentaristas, Netanyahu se encuentra en mejor posición para constituir una mayoría con los partidos ultranacionalistas y ultraortodoxos.