Tras cinco horas de negociaciones el viernes por la noche, la reunión entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, su homólogo iraní, Mohamed Javad Zarif, y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton se aplazaron al sábado.
"Hay más trabajo por hacer. Las reuniones se reanudarán mañana por la mañana", informó un alto responsable del Departamento de Estado norteamericano.
"Durante el transcurso de la noche, continuamos haciendo progresos a medida que trabajamos para reducir las diferencias", añadió.
Tras el final de su reunión el viernes por la noche, las tres delegaciones volvieron al hotel de Ginebra en el que están alojadas, donde les esperaban multitud de periodistas.
Ashton se negó a responder a cualquier pregunta, mientras que Kerry indicó que se trabajó mucho durante las conversaciones.
El jefe de los negociadores iraníes en Ginebra, el viceministro de Relaciones Exteriores Abas Araqshi dijo que "la reunión fue productiva, pero todavía queda mucho trabajo por hacer".
Araqshi también confirmó que las reuniones continuarán durante el sábado.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ya había anunciado el viernes su llegada a Ginebra el sábado, lo que hacía prever que las negociaciones, iniciadas el jueves, durarían un día más.
"Mañana (sábado) esperamos lograr el resultado a largo plazo que espera el mundo entero", declaró Serguei Riabkov, viceministro de Exteriores, citado por la agencia Ria Novosti.
Ninguno de los participantes "quiere partir sin un resultado positivo", agregó Riabkov, destacando que en el caso contrario "sería un error estratégico".
A su llegada a Ginebra, John Kerry se mostró prudente, destacando que, por el momento, "no hay acuerdo".
Pero como prueba de la posibilidad de verdaderos avances tras la elección del presidente moderado iraní Hasan Rohani, el primer ministro británico, David Cameron, consideró en un mensaje en Twitter que las negociaciones "ofrecen una oportunidad para lograr progresos reales".
Kerry, que se encontraba de gira en Oriente Medio, viajó de urgencia a Ginebra el viernes, igual que sus homólogos francés, alemán y británico, para unirse a las negociaciones de Irán con el grupo "5+1" (EEUU, China, Rusia, Francia y Reino Unido, más Alemania), que intenta desde hace años buscar una solución al programa nuclear iraní.
¿Congelación del enriquecimiento a cambio de menos sanciones?
"Quiero subrayar que aún quedan sobre la mesa temas muy importantes sin resolver", hizo notar Kerry a su llegada. "Deben ser tratados correctamente y en detalle".
"Nadie debe ignorar que hay divergencias importantes que subsanar", afirmó.
El titular de Exteriores francés, Laurent Fabius, también había precisado poco antes que "hubo progresos, pero no hay nada concluido". Algunos "asuntos importantes no han sido resueltos aún, pero estamos trabajando en Ginebra con el fin de lograrlo", añadió.
Según el entorno del ministro, las cuestiones que se discuten son fundamentalmente tres: qué hacer con las reservas nucleares enriquecidas al 20%, la construcción de un reactor de aguas pesadas en Arak (segundo trámite junto al enriquecimiento de uranio que puede conducir a una bomba nuclear) y "la cuestión de la perspectiva de enriquecimiento a más largo plazo".
De forma paralela a las discusiones, fuentes diplomáticas informaron de que el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, viajará a Teherán para la reanudación el lunes de las negociaciones sobre el controvertido programa nuclear iraní.
Los responsables iraníes han insistido estos últimos días en que el derecho de Irán al enriquecimiento constituye "una línea roja", sin excluir, no obstante, una evolución de su posición sobre "el nivel, la forma, la dimensión" de este enriquecimiento, para el que Irán dispone de 19.000 centrifugadoras.
Por su parte, Israel expresó el viernes su descontento con el posible acuerdo con Irán.
"Israel no apoya este acuerdo y hará todo lo necesario para defenderse y defender la seguridad de su pueblo", dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien calificó un posible acuerdo de "negocio del siglo para Irán" tras un encuentro de dos horas en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv con John Kerry.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó el viernes a Netanyahu para "discutir sobre Irán y nuestros continuos esfuerzos por llegar a una solución pacífica" del caso nuclear, según la presidencia estadounidense.
Obama insistió en su compromiso para "impedir que Irán obtenga el arma nuclear", subrayó la Casa Blanca.
Según una propuesta que no se ha hecho pública, Irán aceptaría congelar una parte de su programa nuclear a cambio de un aligeramiento de las sanciones económicas impuestas por las potencias occidentales.
Las negociaciones entre las seis potencias e Irán se dirigen a alcanzar "un acuerdo temporal" al que, probablemente después de una fase de prueba de buenas intenciones por parte de unos y de otros, le seguirá un "acuerdo final que resuelva definitivamente la cuestión nuclear iraní", precisó el entorno diplomático francés.