Un grupo de 20 parejas -completamente vestidas- simularon ante el parlamento una práctica sadomasoquista, con las mujeres sentándose en la cara de los hombres, algo conocido como "facesitting".
El objetivo de la protesta era la enmienda de una ley que hará que las películas de pago en la televisión sigan las mismas reglas estrictas sobre lo que se puede hacer y lo que no que ya seguían los videos que se venden en las tiendas.
Las azotainas, con la mano o con una vara, las penetraciones con cualquier objeto "asociado a la violencia", los abusos físicos o verbales, las eyaculaciones femeninas, o el "facesitting" son algunas de las prácticas prohibidas.
"Las medidas no harán que nadie deje de ver la clase de porno que desea, porque los videos rodados en el extranjero podrán seguir viéndose aquí, así que lo único que hacen es imponer severas restricciones a los contenidos que se elaboran en el Reino Unido", lamentaron los organizadores en su página en Facebook.