El objetivo de los manifiestantes era protestar frente a la casa de Kuczynski, en el distrito limeño de San Isidro, pero un contigente policial solo le permitió llegar a un pequeño grupo a menos de 100 metros de la vivienda.
"Pocos logramos atravesar el perímetro policial y llegar a la esquina de la casa del traidor presidente. Tuvimos suerte, otros cientos fueron bloqueados y víctimas de gas lacrimógeno y represión", detalló en Twitter uno de los manifestantes.
"Por justicia y dignidad, Fujimori nunca más", era la principal arenga. En un cartel se leía: "PPK (como se le conoce a Kuczynski) traidor. Insultó a la memoria".
Mientras un grupo protestaba durante la Navidad cerca de la casa de Kuczynski, otro más numeroso se enfrentaba a policías en el centro de Lima al intentar llegar a Palacio de Gobierno.
Después de que se conociera el indulto a Fujimori, condenado en 2007 a 25 años de prisión como autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros cometidos durante su mandato (1990-2000), diversos colectivos sociales convocaron una protesta.
Entre los manifestantes estaban los familiares de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, por las que el ex mandatario fue condenado.
"Señor presidente, acaba usted de robarnos nuestra tranquilidad y derecho a la justicia al regalarle inmerecido indulto a Fujimori. Hace 25 años no tenemos Navidades y hay ausencias dolorosas. Cargue con eso", indicó la hermana de una víctima.
La masacre de Barrios Altos, donde murieron 15 personas que participaban en una fiesta en una casa del centro de Lima en 1991, y la de La Cantuta, donde fueron asesinados un profesor y nueve alumnos de la universidad homónima en 1992, se ejecutaron por el Grupo Colina, un destacamento militar que, al margen de la ley, combatía a la subversión.
Diversos sectores rechazan la decisión de Kuczynski porque consideran que Fujimori no se merecía el indulto y que éste se concedió en forma fraudulenta, en medio de persistentes especulaciones de que fue negociado con el hijo menor del ex mandatario, Kenji.
Según versiones periodísticas, hubo un pacto ente Kuczynski y Kenji para que éste frustrara en el Congreso un pedido de destitución contra el presidente a cambio del indulto de su padre. El hijo menor de Fujimori logró que su partido Fuerza Popular no consiguiera los 87 votos necesarios para enviar al jefe de Estado a su casa.
Fujimori sufre de problemas de tensión, de depresión y de lesiones potencialmente cancerígenas en la boca. Todas esas dolencias supuestamente podían ser atendidas en prisión, aunque médicos personales agregaban males cardíacos y gástricos degenerativos.
"Pocos logramos atravesar el perímetro policial y llegar a la esquina de la casa del traidor presidente. Tuvimos suerte, otros cientos fueron bloqueados y víctimas de gas lacrimógeno y represión", detalló en Twitter uno de los manifestantes.
"Por justicia y dignidad, Fujimori nunca más", era la principal arenga. En un cartel se leía: "PPK (como se le conoce a Kuczynski) traidor. Insultó a la memoria".
Mientras un grupo protestaba durante la Navidad cerca de la casa de Kuczynski, otro más numeroso se enfrentaba a policías en el centro de Lima al intentar llegar a Palacio de Gobierno.
Después de que se conociera el indulto a Fujimori, condenado en 2007 a 25 años de prisión como autor mediato de 25 asesinatos y dos secuestros cometidos durante su mandato (1990-2000), diversos colectivos sociales convocaron una protesta.
Entre los manifestantes estaban los familiares de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, por las que el ex mandatario fue condenado.
"Señor presidente, acaba usted de robarnos nuestra tranquilidad y derecho a la justicia al regalarle inmerecido indulto a Fujimori. Hace 25 años no tenemos Navidades y hay ausencias dolorosas. Cargue con eso", indicó la hermana de una víctima.
La masacre de Barrios Altos, donde murieron 15 personas que participaban en una fiesta en una casa del centro de Lima en 1991, y la de La Cantuta, donde fueron asesinados un profesor y nueve alumnos de la universidad homónima en 1992, se ejecutaron por el Grupo Colina, un destacamento militar que, al margen de la ley, combatía a la subversión.
Diversos sectores rechazan la decisión de Kuczynski porque consideran que Fujimori no se merecía el indulto y que éste se concedió en forma fraudulenta, en medio de persistentes especulaciones de que fue negociado con el hijo menor del ex mandatario, Kenji.
Según versiones periodísticas, hubo un pacto ente Kuczynski y Kenji para que éste frustrara en el Congreso un pedido de destitución contra el presidente a cambio del indulto de su padre. El hijo menor de Fujimori logró que su partido Fuerza Popular no consiguiera los 87 votos necesarios para enviar al jefe de Estado a su casa.
Fujimori sufre de problemas de tensión, de depresión y de lesiones potencialmente cancerígenas en la boca. Todas esas dolencias supuestamente podían ser atendidas en prisión, aunque médicos personales agregaban males cardíacos y gástricos degenerativos.