"Lo más importante para nosotros es el orden en Siria", insistió el presidente ruso. Putin precisó que Rusia estaba "interesada" en la instauración de un régimen democrático al subrayar que su país "no era el abogado de las autoridades sirias".
Sin embargo, añadió que para "tener acuerdos a largo plazo, hay que ponerse de acuerdo sobre el futuro de Siria, los intereses de nuestros ciudadanos, de todas las minorías étnicas y de distintas confesiones".
"Todas las partes deben sentarse en la mesa de negociaciones", dijo.
Rusia es uno de los pocos apoyos del régimen sirio, al que le vende armas.
La visita del presidente ruso a Bruselas ocurre en un contexto de tensión entre Rusia y Turquía por la crisis siria.