Sopot (Polonia), 1 de septiembre, RIA Novosti.
Rusia y Alemania planean construir el gasoducto Nord Stream en el fondo del mar Báltico, al margen de Polonia y otros países que se benefician actualmente del trasiego del gas ruso a Europa. Se supone que la primera línea del gasoducto, capaz de transportar 27,5 mil millones de metros cúbicos al año, se hará operativa en 2011. Una segunda tubería, que debe construirse para 2012, duplicará esta capacidad.
Vladímir Putin recordó que una de las tuberías exportadoras del gas ruso pasa actualmente por el territorio de Polonia y calificó de "normal" el deseo de diversificar los sistemas de transporte. También afirmó que Rusia está dispuesta a compensarle a Polonia el volumen del gas que esta nación recibía en el pasado a través de la empresa ruso-ucraniana RosUkrEnergo, excluida del esquema del suministro.
Su anfitrión polaco, Donald Tusk, declaró por su parte que Polonia jamás ocultó su actitud escéptica con respecto a los aspectos económicos y medioambientales del proyecto Nord Stream pero no incrimina a Rusia "intenciones políticas" en esta materia ni considera que el asunto sea un elemento importante de las relaciones bilaterales que a día de hoy "están mejor que nunca".
Rusia y Alemania planean construir el gasoducto Nord Stream en el fondo del mar Báltico, al margen de Polonia y otros países que se benefician actualmente del trasiego del gas ruso a Europa. Se supone que la primera línea del gasoducto, capaz de transportar 27,5 mil millones de metros cúbicos al año, se hará operativa en 2011. Una segunda tubería, que debe construirse para 2012, duplicará esta capacidad.
Vladímir Putin recordó que una de las tuberías exportadoras del gas ruso pasa actualmente por el territorio de Polonia y calificó de "normal" el deseo de diversificar los sistemas de transporte. También afirmó que Rusia está dispuesta a compensarle a Polonia el volumen del gas que esta nación recibía en el pasado a través de la empresa ruso-ucraniana RosUkrEnergo, excluida del esquema del suministro.
Su anfitrión polaco, Donald Tusk, declaró por su parte que Polonia jamás ocultó su actitud escéptica con respecto a los aspectos económicos y medioambientales del proyecto Nord Stream pero no incrimina a Rusia "intenciones políticas" en esta materia ni considera que el asunto sea un elemento importante de las relaciones bilaterales que a día de hoy "están mejor que nunca".