Osakue, lanzadora de disco italiana de origen nigeriano, fue agredida el lunes por la noche cerca de Turín desde un vehículo en marcha. Sufrió daños en la córnea del ojo izquierdo y tuvo que recibir atención hospitalaria. La deportista ya fue dada de alta y tiene previsto participar la próxima semana en el Europeo de Berlín.
"Es triste tener que decir esto, pero se puede sentir la tensión por todas partes. Esta vez fue un huevo, pero la próxima vez podría ser una piedra, una botella o lo que sea", señaló la atleta de 22 años en una entrevista que publicó hoy "Die Welt".
Osakue, que recibió el pasaporte italiano con 18 años, estudia en Texas y se siente "ciudadana del mundo". "Racismo hay en todo el mundo", dijo la deportista.
Tres jóvenes de 19 fueron detenidos y reconocieron el ataque. Están acusados de lesiones físicas y omisión de auxilio. Uno de ellos niega sin embargo que fuera un ataque racista.
"Lo juro, no tiene nada que ver con racismo. Lo único que quiero ahora es disculparme con Daisy", dijo al diario "La Stampa" uno de los arrestados, Federico De Pascali. "Fui un idiota, todos fuimos idiotas", añadió.
El ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, calificó la relación del acto con el racismo como "algo estúpido". "Hablamos de alarma racista, pero son tres idiotas", señaló el político de derechas, que mantiene un discurso contra la inmigración.
"Es triste tener que decir esto, pero se puede sentir la tensión por todas partes. Esta vez fue un huevo, pero la próxima vez podría ser una piedra, una botella o lo que sea", señaló la atleta de 22 años en una entrevista que publicó hoy "Die Welt".
Osakue, que recibió el pasaporte italiano con 18 años, estudia en Texas y se siente "ciudadana del mundo". "Racismo hay en todo el mundo", dijo la deportista.
Tres jóvenes de 19 fueron detenidos y reconocieron el ataque. Están acusados de lesiones físicas y omisión de auxilio. Uno de ellos niega sin embargo que fuera un ataque racista.
"Lo juro, no tiene nada que ver con racismo. Lo único que quiero ahora es disculparme con Daisy", dijo al diario "La Stampa" uno de los arrestados, Federico De Pascali. "Fui un idiota, todos fuimos idiotas", añadió.
El ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, calificó la relación del acto con el racismo como "algo estúpido". "Hablamos de alarma racista, pero son tres idiotas", señaló el político de derechas, que mantiene un discurso contra la inmigración.