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Ramón Xirau
El Premio Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz lo llamó "el hombre-puente" porque creaba nexos entre poesía y filosofía, entre sus dos lenguas, entre México y España, entre Europa y América.
"Eso he sido, así me he sentido, un puente entre culturas, entre generaciones y entre siglos", dijo Xirau cuando cumplió 90 años en una entrevista con el diario mexicano "Excélsior".
Y contó cómo veía el final de la vida: "La muerte es dolorosa. Por eso la espero con una mezcla de miedo y esperanza. Esperanza ante esa posibilidad de que haya otra vida".
A México llegó siendo un adolescente, a los 15 años. Nacido en Barcelona el 20 de enero de 1924, su padre, el filósofo Joaquim Xirau y su madre, Pilar Subías, lo mandaron primero a Marsella, Francia, para alejarlo de los horrores de la Guerra Civil (1936-1939).
Casi al final de la guerra ellos también abandonaron Barcelona. Escaparon en una ambulancia. La familia se reunió en París. Un barco los llevó a Nueva York y de ahí viajaron a Ciudad de México, que se convertiría en su nuevo hogar.
Ramón Xirau, que era hijo único, se naturalizó mexicano en 1955. La filosofía le venía en la sangre.
Su padre fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona durante la República y en México dio clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"¿Qué soy más, poeta o filósofo? Las dos cosas", decía. "Mi padre (...) fue un gran filósofo, muy amigo de José Gaos y de Juan David García Baca. Josep Carner y Agustí Bartra me llevaron hacia la poesía".
Xirau terminó su educación secundaria en el Liceo Franco Mexicano. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e hizo cursos en La Sorbona de París y en Cambridge, en el Reino Unido. En México se casó con Ana María Icaza, que era pintora, y tuvo un hijo, ya fallecido.
"La lengua no se elige, así me salió. Ignoro cuándo empecé a escribir poesía. Quizá cuando tenía 10 u 11 años. Intenté crear poesía en francés y en castellano, pero me salía en catalán, la lengua de las sonoridades maternas y de la escuela", contó Xirau en una entrevista en 2009.
"Escribo poesía en catalán por razones evidentes, por ser mi lengua materna, aprendida en el ámbito familiar y en las aulas. La poesía sólo la puedo escribir en catalán, es un asunto de sonido y ritmo".
Publicó más de 40 obras de filosofía, poesía, crítica literaria y ensayo, entre ellas su famosa "Introducción a la historia de la filosofía", "Cuatro filósofos y lo sagrado" y "Genio y figura de Sor Juana Inés de la Cruz".
Fue "un creador que unió poesía y filosofía en su obra", afirmó el Ministerio de Cultura mexicano al dar a conocer su muerte. El historiador Enrique Krauze lo llamó "maestro de generaciones, filósofo, poeta, editor y amigo".
Maestro en filosofía de la UNAM, de la que era investigador emérito, Xirau fundó en México las revistas "Presencia" (1948) y "Diálogos (1964).
Era miembro de El Colegio Nacional, una de las instituciones más prestigiosas de la cultura mexicana, y miembro número XIII de la Academia Mexicana de la Lengua.
Obtuvo numerosas distinciones a lo largo de su vida, como la Orden Nacional del Mérito de Francia en 1965, la Gran Cruz del Mérito Civil otorgada por el rey de España en 2006 y la Medalla Bellas Artes de México en 2009, así como el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz.
"Será el catalán su lengua de la poesía y el español la de la prosa", dijo la novelista y ensayista Angelina Muñiz-Huberman en un homenaje en 2014. "Así Ramón navega, como buen mediterráneo, entre filosofía y poesía, entre orillas que se tocan y orillas que se deslizan".
"Eso he sido, así me he sentido, un puente entre culturas, entre generaciones y entre siglos", dijo Xirau cuando cumplió 90 años en una entrevista con el diario mexicano "Excélsior".
Y contó cómo veía el final de la vida: "La muerte es dolorosa. Por eso la espero con una mezcla de miedo y esperanza. Esperanza ante esa posibilidad de que haya otra vida".
A México llegó siendo un adolescente, a los 15 años. Nacido en Barcelona el 20 de enero de 1924, su padre, el filósofo Joaquim Xirau y su madre, Pilar Subías, lo mandaron primero a Marsella, Francia, para alejarlo de los horrores de la Guerra Civil (1936-1939).
Casi al final de la guerra ellos también abandonaron Barcelona. Escaparon en una ambulancia. La familia se reunió en París. Un barco los llevó a Nueva York y de ahí viajaron a Ciudad de México, que se convertiría en su nuevo hogar.
Ramón Xirau, que era hijo único, se naturalizó mexicano en 1955. La filosofía le venía en la sangre.
Su padre fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona durante la República y en México dio clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"¿Qué soy más, poeta o filósofo? Las dos cosas", decía. "Mi padre (...) fue un gran filósofo, muy amigo de José Gaos y de Juan David García Baca. Josep Carner y Agustí Bartra me llevaron hacia la poesía".
Xirau terminó su educación secundaria en el Liceo Franco Mexicano. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM e hizo cursos en La Sorbona de París y en Cambridge, en el Reino Unido. En México se casó con Ana María Icaza, que era pintora, y tuvo un hijo, ya fallecido.
"La lengua no se elige, así me salió. Ignoro cuándo empecé a escribir poesía. Quizá cuando tenía 10 u 11 años. Intenté crear poesía en francés y en castellano, pero me salía en catalán, la lengua de las sonoridades maternas y de la escuela", contó Xirau en una entrevista en 2009.
"Escribo poesía en catalán por razones evidentes, por ser mi lengua materna, aprendida en el ámbito familiar y en las aulas. La poesía sólo la puedo escribir en catalán, es un asunto de sonido y ritmo".
Publicó más de 40 obras de filosofía, poesía, crítica literaria y ensayo, entre ellas su famosa "Introducción a la historia de la filosofía", "Cuatro filósofos y lo sagrado" y "Genio y figura de Sor Juana Inés de la Cruz".
Fue "un creador que unió poesía y filosofía en su obra", afirmó el Ministerio de Cultura mexicano al dar a conocer su muerte. El historiador Enrique Krauze lo llamó "maestro de generaciones, filósofo, poeta, editor y amigo".
Maestro en filosofía de la UNAM, de la que era investigador emérito, Xirau fundó en México las revistas "Presencia" (1948) y "Diálogos (1964).
Era miembro de El Colegio Nacional, una de las instituciones más prestigiosas de la cultura mexicana, y miembro número XIII de la Academia Mexicana de la Lengua.
Obtuvo numerosas distinciones a lo largo de su vida, como la Orden Nacional del Mérito de Francia en 1965, la Gran Cruz del Mérito Civil otorgada por el rey de España en 2006 y la Medalla Bellas Artes de México en 2009, así como el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz.
"Será el catalán su lengua de la poesía y el español la de la prosa", dijo la novelista y ensayista Angelina Muñiz-Huberman en un homenaje en 2014. "Así Ramón navega, como buen mediterráneo, entre filosofía y poesía, entre orillas que se tocan y orillas que se deslizan".
