Los cohetes silbaban en el cielo cada pocos minutos y abrían enormes cráteres en el suelo nevado a lo largo del frente que rodea un pueblo devastado, unos 10 kilómetros al noroeste del feudo rebelde de Donetsk.
Las explosiones al interior del pueblo de Tonenke -en el que sólo queda un puñado de sus 300 habitantes- derribaron edificios y destrozaron las carreteras que llevan al aeropuerto de Donetsk, que se disputan los soldados ucranianos y los separatistas.
"Es una guerra sin cuartel", aseguró un soldado ucraniano. "Los ataques empezaron a las cinco de la mañana [03H00 GMT]. Hubo un rato de calma de una o dos horas como mucho. Nunca vimos algo así", agregó.
Los intercambios de tiros de mortero alrededor del feudo separatista han causado centenares de víctimas civiles desde que empezaron los combates hace nueve meses.
Un cohete de largo alcance mató el martes a 12 personas al explotar cerca de un autobús que viajaba hacia Donetsk desde una ciudad controlada por el gobierno en la costa del sureste de Ucrania.
Imágenes de la carcasa del autobús amarillo en un campo de nieve ensangrentada muestran cuán lejos se está de hallar una salida al conflicto, en el que murieron 4.700 personas.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, declaró a la nación que los rebeldes lanzaron el cohete contra el autobús, añadiendo que los responsables eran "quienes los apoyan, aquellos cuya mano los alimenta y arma, los entrena y anima a cometer crímenes sangrientos", en una clara alusión a Moscú.
El gobierno ucraniano aseguró, además, que los separatistas utilizaron lanzacohetes rusos TOS-1, que no se encuentran en Ucrania. El Kremlin ha negado, por su parte, en repetidas ocasiones que apoye a los rebeldes prorrusos.
El TOS-1 fue empleado por el ejército soviético en Afganistán y por las fuerzas rusas en la segunda campaña de Chechenia. Kiev asegura que los rebeldes lo usaron por primera vez durante la pasada noche para atacar el pueblo de Vesele (este).
- Rusia indignada -
Rusia acusó, por su parte, a los ucranianos de estar detrás del incidente del autobús.
"Estamos indignados por los tiros contra un autobús, otro crimen de los militares de Kiev", declaró Konstantin Dolgov, el emisario del ministerio ruso de Relaciones Exteriores para los derechos humanos. "Esto mina todos los esfuerzos por conseguir la paz", agregó.
La muerte de esas 12 personas el martes es el incidente más mortífero desde que los contendientes firmaron un alto el fuego, el pasado 5 de septiembre, en Minsk. El acuerdo no consiguió, no obstante, poner fin a los combates en el este de Ucrania.
El lunes, la cumbre que debía reunir a Poroshenko y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, François Hollande, se aplazó sine die. Ahora parece más incierta que nunca, y Merkel dio a entender que una reunión es inútil mientras no se respete el alto el fuego.