"Nuestro encuentro de hoy es un mensaje de por sí", le dijo el papa argentino al despedirse con un abrazo del importante líder religioso, con el que se reunió por primera vez en el Vaticano, en la biblioteca privada del Palacio Apostólico.
El encuentro entre el jefe de la Iglesia católica y el influyente líder musulmán es considerado histórico y cierra diez años de tensiones entre la Santa Sede y la Universidad de al-Azhar, la institución más importante del islam suní y la rama mayoritaria.
Con este abrazo, el papa argentino quiso abrir de nuevo el diálogo después de la ruptura en 2006 tras las polémicas declaraciones del Papa Benedicto XVI en Ratisbona (Alemania) en las que relacionó la violencia con el islam.
El imán de entonces de Al Azhar fue una de las autoridades religiosas musulmanas más críticas con las palabras del papa alemán, que consideraron un insulto y una distorsión del islam.
"Fue un encuentro cordial, que duró 30 minutos", explicó el Vaticano en un comunicado oficial en el que precisa que se abordaron temas como "el compromiso de las dos grandes religiones por la paz en el mundo, el rechazo a la violencia y del terrorismo".
Los dos líderes religiosos analizaron también "la situación de los cristianos en el contexto de los conflictos y las tensiones en el Oriente Medio, así como su protección".
Con un comunicado divulgado en El Cairo, la mezquita anuncia que los líderes religiosos acordaron "convocar una conferencia para la paz", sin precisar lugar ni fecha.
"Vamos a tomar partido, juntos de la mano, para aportar bienestar a la humanidad", concluye la nota.
Al encuentro asistió el secretario privado del papa, el egipcio Yoannis Lahzi Gaid, quien sirvió como traductor.
"Fue una reunión muy buena", comentó a la prensa Hi Shuman, vice-imán de Al Alzhar, tras subrayar los temas tratados: "encontrar urgentemente salidas a pobreza, extremismo y terrorismo", dijo.
La reunión entre los dos líderes religiosos marca una nueva etapa para las dos religiones y se celebra en un momento delicado debido a la "islamofobia" que recorre Europa y Estados Unidos tras los atentados en París y Bruselas y el auge del grupo extremista Estado Islámico.
Al término del encuentro, Francisco regaló a su huésped su encíclica sobre el medio ambiente, "Laudato sí" y el medallón de la paz.
Con la elección en 2013 de Francisco, comprometido en reforzar el diálogo interreligioso, las relaciones entre la iglesia católica y los musulmanes han mejorado notablemente.
El papa argentino ha multiplicado sus mensajes de tolerancia y apertura a las otras religiones, como el enviado al mundo musulmán tras el mes de ayuno (Ramadan).
Tras su viaje en abril a la isla griega de Lesbos, el papa regresó con tres familias musulmanas sirias que habían tenido que huir de su país.
"No elegí entre los cristianos y los musulmanes", explicó en esa ocasión.
Otro imán de Al-Azhar, Abbas Choumane, explicó el domingo a la AFP , que la celebración de la reunión en el Vaticano fue posible por los gestos de apertura de Francisco hacia los musulmanes.
"Si no hubiera sido por sus tomas de posición positivas esta reunión no se hubiera podido celebrar", dijo Choumane.
La visita del gran imán de Al-Azhar tiene como objetivo presentar "el verdadero islam y disipar los malentendidos creados por grupos terroristas extremistas", subrayó Choumane.
Francisco en varias ocasiones ha pedido a los europeos que eviten las "generalizaciones y el odio", "porque el verdadero islam se opone a cualquier tipo de violencia".
En el vuelo de regreso de su viaje a Turquía en noviembre de 2014, el papa exigió una condena clara y fuerte del terrorismo por parte de "todos los líderes mundiales musulmanes, sean políticos, religiosos o académicos".
Además del líder musulmán, el papa se reunió en febrero en Cuba con el patriarca de la iglesia ortodoxa rusa Kirill, otro encuentro histórico celebrado un milenio después de la ruptura entre los cristianos de Oriente y Occidente.
En un gesto ecuménico sin precedentes con respecto a los protestantes, Francisco viajará el 31 de octubre próximo a Suecia para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma iniciada por Martín Lutero, una reforma que provocó un cisma dentro de la iglesia católica.
El papa latinoamericano ha visitado también una mezquita y varias sinagogas, y mantiene relaciones corteses con los ayatolás de Irán.
El encuentro entre el jefe de la Iglesia católica y el influyente líder musulmán es considerado histórico y cierra diez años de tensiones entre la Santa Sede y la Universidad de al-Azhar, la institución más importante del islam suní y la rama mayoritaria.
Con este abrazo, el papa argentino quiso abrir de nuevo el diálogo después de la ruptura en 2006 tras las polémicas declaraciones del Papa Benedicto XVI en Ratisbona (Alemania) en las que relacionó la violencia con el islam.
El imán de entonces de Al Azhar fue una de las autoridades religiosas musulmanas más críticas con las palabras del papa alemán, que consideraron un insulto y una distorsión del islam.
"Fue un encuentro cordial, que duró 30 minutos", explicó el Vaticano en un comunicado oficial en el que precisa que se abordaron temas como "el compromiso de las dos grandes religiones por la paz en el mundo, el rechazo a la violencia y del terrorismo".
Los dos líderes religiosos analizaron también "la situación de los cristianos en el contexto de los conflictos y las tensiones en el Oriente Medio, así como su protección".
Con un comunicado divulgado en El Cairo, la mezquita anuncia que los líderes religiosos acordaron "convocar una conferencia para la paz", sin precisar lugar ni fecha.
"Vamos a tomar partido, juntos de la mano, para aportar bienestar a la humanidad", concluye la nota.
Al encuentro asistió el secretario privado del papa, el egipcio Yoannis Lahzi Gaid, quien sirvió como traductor.
"Fue una reunión muy buena", comentó a la prensa Hi Shuman, vice-imán de Al Alzhar, tras subrayar los temas tratados: "encontrar urgentemente salidas a pobreza, extremismo y terrorismo", dijo.
- Nueva etapa -
La reunión entre los dos líderes religiosos marca una nueva etapa para las dos religiones y se celebra en un momento delicado debido a la "islamofobia" que recorre Europa y Estados Unidos tras los atentados en París y Bruselas y el auge del grupo extremista Estado Islámico.
Al término del encuentro, Francisco regaló a su huésped su encíclica sobre el medio ambiente, "Laudato sí" y el medallón de la paz.
Con la elección en 2013 de Francisco, comprometido en reforzar el diálogo interreligioso, las relaciones entre la iglesia católica y los musulmanes han mejorado notablemente.
El papa argentino ha multiplicado sus mensajes de tolerancia y apertura a las otras religiones, como el enviado al mundo musulmán tras el mes de ayuno (Ramadan).
Tras su viaje en abril a la isla griega de Lesbos, el papa regresó con tres familias musulmanas sirias que habían tenido que huir de su país.
"No elegí entre los cristianos y los musulmanes", explicó en esa ocasión.
Otro imán de Al-Azhar, Abbas Choumane, explicó el domingo a la AFP , que la celebración de la reunión en el Vaticano fue posible por los gestos de apertura de Francisco hacia los musulmanes.
"Si no hubiera sido por sus tomas de posición positivas esta reunión no se hubiera podido celebrar", dijo Choumane.
La visita del gran imán de Al-Azhar tiene como objetivo presentar "el verdadero islam y disipar los malentendidos creados por grupos terroristas extremistas", subrayó Choumane.
Francisco en varias ocasiones ha pedido a los europeos que eviten las "generalizaciones y el odio", "porque el verdadero islam se opone a cualquier tipo de violencia".
En el vuelo de regreso de su viaje a Turquía en noviembre de 2014, el papa exigió una condena clara y fuerte del terrorismo por parte de "todos los líderes mundiales musulmanes, sean políticos, religiosos o académicos".
Además del líder musulmán, el papa se reunió en febrero en Cuba con el patriarca de la iglesia ortodoxa rusa Kirill, otro encuentro histórico celebrado un milenio después de la ruptura entre los cristianos de Oriente y Occidente.
En un gesto ecuménico sin precedentes con respecto a los protestantes, Francisco viajará el 31 de octubre próximo a Suecia para conmemorar el 500 aniversario de la Reforma iniciada por Martín Lutero, una reforma que provocó un cisma dentro de la iglesia católica.
El papa latinoamericano ha visitado también una mezquita y varias sinagogas, y mantiene relaciones corteses con los ayatolás de Irán.