Denver/EFE — La política de “inglés solamente” ha sufrido un revés en Nashville (Tennessee) y a nivel estatal en Iowa, lo que, según expertos es un indicio de un posible cambio de estrategia frente a la inmigración.
El pasado 22 de enero, los votantes de Nashville rechazaron por un margen de 57 por ciento a 43 la propuesta de establecer al inglés como el único idioma oficial para todas las comunicaciones de la ciudad.
Un día después, en Iowa, el representante estatal Bruce Hunter (demócrata) presentó un proyecto de ley (HF14) para abolir la ley de “inglés solamente”, vigente desde el 2002 en este estado, que obliga al gobierno local a utilizar únicamente el inglés en todos sus impresos, con algunas excepciones (folletos turísticos, por ejemplo).
El proyecto de Iowa cuenta con el respaldo del gobernador Chet Culver (demócrata), quien desde su puesto anterior de Secretario de Estado había expresado su desacuerdo con la ley a favor del “inglés solamente”.
“Estos dos casos no constituyen una tendencia porque hay más de 30 estados y 100 ciudades en las que las leyes de ‘inglés solamente’ se encuentran vigentes”, dijo Fidel “Butch” Montoya, fundador de H.S. Power and Light, una iniciativa de fe latina en Denver, y ex vice-alcalde y jefe de seguridad de esta ciudad.
“Es verdad que en Nashville 41,700 personas votaron en contra de la propuesta, pero otras 32,000 estuvieron a favor. Para mí eso significa que todavía hay mucha gente dispuesta a respaldar una ley que perjudica mayormente a los inmigrantes que aún no dominan totalmente el inglés”, agregó.
Montoya opinó que tampoco el debate legislativo en Iowa puede ser interpretado como el punto de partida a favor de una actitud multilingüe, sino sólo "como un cambio en la estrategia de los políticos y de los comerciantes para borrar la imagen de Iowa como un lugar de discriminación”, en referencia a la masiva redada en un frigorífico de Postville en mayo del 2008.
“Estoy seguro que no todos los que ahora se oponen al ‘inglés solamente’ dejaron de lado sus actitudes discriminatorias, sino que los motiva la ganancias económicas porque saben que la discriminación no es buena para los negocios”, sostuvo el dirigente.
Por su parte, la Doctora Mary Carol Combs, de la Universidad de Arizona, reconoció que el movimiento ‘English Only’ no tiene ahora el empuje que tenía en la década de 1980, cuando Combs trabajaba como directora del Proyecto English Plus de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés).
“Pero las propuestas para restringir el uso de otros idiomas siguen sucediendo, no solamente por medio de leyes, porque hay otras maneras de restringir o ‘castigar’ a los inmigrantes”, declaró Combs.
Las leyes antiinmigrantes son una de esas maneras más claras de imponer restricciones para quienes no hablan inglés, por ejemplo, dificultándoles el acceso a empleos o viviendas.
Sin embargo, para Combs, la manera más común de imponer el uso exclusivo del inglés es por medio de cambios en los programas de educación, como las medidas en contra de la educación bilingüe aprobadas en California, Arizona y Massachussets, impulsadas por el magnate de la computación Ron Unz en los primeros años de esta década.
“Esas leyes estatales, y otras leyes federales, tuvieron un efecto profundo y negativo, el de prácticamente eliminar los programas de educación bilingüe en todo el país, algo que las leyes de ‘English Only’ o ‘English First’ no habían logrado hacer”, aseveró Combs.
Para Stan Perea, consultor en educación multicultural de dos distritos escolares al norte de Denver, el rechazo a las leyes de “inglés solamente” se debe a que “la economía está empeorando y las ciudades y estados están perdiendo ingresos por impuestos a la venta y la propiedad porque muchos inmuebles están vacíos”.
El pasado 22 de enero, los votantes de Nashville rechazaron por un margen de 57 por ciento a 43 la propuesta de establecer al inglés como el único idioma oficial para todas las comunicaciones de la ciudad.
Un día después, en Iowa, el representante estatal Bruce Hunter (demócrata) presentó un proyecto de ley (HF14) para abolir la ley de “inglés solamente”, vigente desde el 2002 en este estado, que obliga al gobierno local a utilizar únicamente el inglés en todos sus impresos, con algunas excepciones (folletos turísticos, por ejemplo).
El proyecto de Iowa cuenta con el respaldo del gobernador Chet Culver (demócrata), quien desde su puesto anterior de Secretario de Estado había expresado su desacuerdo con la ley a favor del “inglés solamente”.
“Estos dos casos no constituyen una tendencia porque hay más de 30 estados y 100 ciudades en las que las leyes de ‘inglés solamente’ se encuentran vigentes”, dijo Fidel “Butch” Montoya, fundador de H.S. Power and Light, una iniciativa de fe latina en Denver, y ex vice-alcalde y jefe de seguridad de esta ciudad.
“Es verdad que en Nashville 41,700 personas votaron en contra de la propuesta, pero otras 32,000 estuvieron a favor. Para mí eso significa que todavía hay mucha gente dispuesta a respaldar una ley que perjudica mayormente a los inmigrantes que aún no dominan totalmente el inglés”, agregó.
Montoya opinó que tampoco el debate legislativo en Iowa puede ser interpretado como el punto de partida a favor de una actitud multilingüe, sino sólo "como un cambio en la estrategia de los políticos y de los comerciantes para borrar la imagen de Iowa como un lugar de discriminación”, en referencia a la masiva redada en un frigorífico de Postville en mayo del 2008.
“Estoy seguro que no todos los que ahora se oponen al ‘inglés solamente’ dejaron de lado sus actitudes discriminatorias, sino que los motiva la ganancias económicas porque saben que la discriminación no es buena para los negocios”, sostuvo el dirigente.
Por su parte, la Doctora Mary Carol Combs, de la Universidad de Arizona, reconoció que el movimiento ‘English Only’ no tiene ahora el empuje que tenía en la década de 1980, cuando Combs trabajaba como directora del Proyecto English Plus de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, en inglés).
“Pero las propuestas para restringir el uso de otros idiomas siguen sucediendo, no solamente por medio de leyes, porque hay otras maneras de restringir o ‘castigar’ a los inmigrantes”, declaró Combs.
Las leyes antiinmigrantes son una de esas maneras más claras de imponer restricciones para quienes no hablan inglés, por ejemplo, dificultándoles el acceso a empleos o viviendas.
Sin embargo, para Combs, la manera más común de imponer el uso exclusivo del inglés es por medio de cambios en los programas de educación, como las medidas en contra de la educación bilingüe aprobadas en California, Arizona y Massachussets, impulsadas por el magnate de la computación Ron Unz en los primeros años de esta década.
“Esas leyes estatales, y otras leyes federales, tuvieron un efecto profundo y negativo, el de prácticamente eliminar los programas de educación bilingüe en todo el país, algo que las leyes de ‘English Only’ o ‘English First’ no habían logrado hacer”, aseveró Combs.
Para Stan Perea, consultor en educación multicultural de dos distritos escolares al norte de Denver, el rechazo a las leyes de “inglés solamente” se debe a que “la economía está empeorando y las ciudades y estados están perdiendo ingresos por impuestos a la venta y la propiedad porque muchos inmuebles están vacíos”.