La tensión sigue alta en la región porque Rusia desplegó miles de soldados en la frontera con Ucrania, al mismo tiempo que consumaba la anexión de Crimea, aunque Moscú asegura que son ejercicios militares normales.
Putin llamó a Obama, que estaba de gira por Arabia Saudita, y al mismo tiempo su canciller Serguei Lavrov dio pistas sobre las demandas rusas en la crisis, la peor en Europa desde que terminó la Guerra Fría.
Lavrov explicó a una televisión rusa que Ucrania debería transformarse en una federación y comprometerse a no adherirse a la OTAN.
También dijo que el nuevo gobierno proeuropeo de Kiev debería poner orden tras la rebelión opositora que ha alterado el horizonte político interno, propiciando la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukovich el pasado mes.
Moscú "no tiene la menor intención ni interés en cruzar la frontera con Ucrania", declaró el canciller a la cadena rusa Vesti.
En el este de Ucrania se halla una numerosa población rusófona, como era el caso de Crimea.
"Nuestros puntos de vista se están acercando. Mi último encuentro con el secretario de Estado norteamericano John Kerry en La Haya y mis contactos con Alemania, Francia y otros países muestran que se está esbozando la posibilidad de una iniciativa común, que se le podría proponer a Ucrania", declaró Lavrov.
Como signo de una posible aceleración de los acontecimientos, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, cambió planes este sábado para volar hacia París, con el propósito de mantener un nuevo encuentro con Lavrov sobre la crisis en Ucrania.
- Una Ucrania federal -
La prioridad para Rusia es que Ucrania se transforme en un Estado federal, en el que se respeten los derechos de las minorías, estimó Lavrov.
"Para ser honestos, no vemos otro camino para el Estado ucraniano que no sea la federalización", afirmó el canciller.
Ucrania debería comprometerse también a no pedir jamás el ingreso en la OTAN, y los manifestantes que protagonizaron la sangrienta rebelión en Kiev deberían abandonar plazas y edificios públicos, pidió Lavrov.
Por su lado, Putin pidió a Obama trabajar con vistas a una "estabilización" de la situación, según indicó el Kremlin.
Putin "propuso estudiar las medidas que puede tomar la comunidad internacional para cooperar con vistas a una estabilización de la situación" en Ucrania, según el comunicado del Kremlin.
Los dos mandatarios acordaron que sus cancilleres hablarían "próximamente de los parámetros concretos de un trabajo común".
En Crimea, representantes de la minoría tártara, que se opuso a la anexión rusa, se reunieron este sábado en la ciudad de Bajchisarai para votar una resolución que pedirá la autonomía a las nuevas autoridades.
Los 300.000 tártaros que viven en Crimea, tras la deportación que sufrió esa comunidad en 1944 por órdenes del líder soviético Stalin, tienen el derecho a pedir la autonomía como hicieron los rusos de la península al pedir la anexión a Rusia, aseguró el líder tártaro Refat Chubarov.
- Poroshenko favorito-
Ucrania entra ahora en una fase crucial tras la caída del presidente Viktor Yanukovich en febrero, a medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales el 25 de mayo.
Los pretendientes tienen hasta el domingo por la noche para registrarse ante la comisión electoral. Los principales partidos presentaron el sábado sus candidatos.
El favorito de los sondeos, el diputado y millonario Petro Poroshenko, recibió un apoyo de talla: el del ex campeón de boxeo y uno de los líderes de la oposición a Yanukovich, Vitali Klitschko, quien anunció el sábado que no se presentará a los comicios para favorecer la emergencia de un candidato único.
Klitschko, uno de los líderes del movimiento proeuropeo, brindó su apoyo al millonario y candidato Petro Poroshenko, y anunció que sí buscará la alcaldía de Kiev.
"El país se encuentra en estado de guerra, una parte de su territorio ha sido ocupada. Ante semejante situación Ucrania necesita unidad y es eso lo que hemos demostrado hoy", explicó Poroshenko.
La carrera presidencial se anuncia compleja porque también se presenta la ex primera ministra Yulia Timoshenko, que aunque no parte como favorita mantiene un discurso hostil ante Rusia.