Rusia niega "agenda oculta" en diálogo con cancilleres de Siria e Irán


MOSCÚ. - Rusia negó este jueves que tenga una "agenda oculta" sobre Siria al iniciar una nueva ronda de conversaciones con los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y Siria con miras a la conferencia Ginebra II para buscar una solución política al conflicto.



A menos de una semana de la apertura de esta conferencia de paz, a la que la oposición aún no ha anunciado si asistirá, el régimen del presidente Bashar al Asad parecía ganar terreno aprovechándose de los luchas entre diferentes facciones rebeldes, que dejaron más de 1.000 muertos en dos semanas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El jefe de la diplomacia siria, Walid Muallem, y su homólogo iraní, Javad Zari, llegaron a Moscú en el mismo avión tras reunirse el miércoles con Asad.

Zarif se entrevistó este jueves con su par ruso, Serguei Lavrov, y con el presidente Vladimir Putin. Los tres ministros de Exteriores se reunieron posteriormente para tratar de alcanzar una posición común sobre el mantenimiento en el poder de Asad con miras a la conferencia.

"Esto no significa que tengamos un borrador de proyecto [de paz] tripartito", declaró Lavrov en una rueda de prensa conjunta con Zarif.

"No tenemos nada que esconder", agregó Lavrov. "No tenemos ninguna agenda oculta".

Las conferencia Ginebra II, que comienza el miércoles, intentará sentar alrededor de la misma mesa a representantes del poder sirio y de la oposición para buscar una solución política al conflicto que, según una ONG siria, ya se cobró más de 130.000 muertos en menos de tres años.

Principal aliado del régimen sirio, al que suministra armas, Rusia desea que Irán participe en esta conferencia, mientras que Washington se muestra hostil a la participación en la misma de la República islámica, que también apoya a Damasco.

"Está emergiendo un fuerte eje Teherán-Moscú-Damasco", opinó el analista Andrei Baklitsky, del centro de investigación PIR de Moscú.

"Rusia e Irán respaldan a Asad y una solución política al conflicto, y esto es lo único que funciona ahora", agregó el analista. "Occidente no tiene otra alternativa".

En septiembre pasado, Putin evitó que Estados Unidos llevara a cabo unos ataques aéreos contra el mayor aliado de Rusia en Oriente Medio al forzar a Asad a renunciar a sus armas químicas.

Ahora Moscú quiere convencer a Washington de que acepte la presencia de Irán para apuntalar sus esfuerzos destinados a mantener a Asad en el poder y frenar la futura influencia de sus enemigos.

"Esperamos que (Ginebra II) incluya a todas las partes que pueden hacer una contribución positiva para solucionar el conflicto", declaró Putin en una ceremonia en el Kremlin.

Lavrov señaló sin embargo que la conferencia debe "basarse en las disposiciones del comunicado de Ginebra adoptado el 30 de junio de 2012", que prevé la formación de un gobierno de transición en Siria, un documento rechazado hasta ahora por Irán.

En Damasco, el ministro sirio de Reconciliación Nacional, Ali Haidar, consideró el jueves que Ginebra II no resolverá la crisis.

"No esperen nada de Ginebra II. Ni Ginebra II, ni Ginebra III resolverán la crisis siria", declaró durante un seminario.

"La solución comenzó y continuará con el triunfo militar del Estado (...) y el mantenimiento en el poder y la determinación del Estado y de todas sus instituciones, frente a enemigos que apuestan por su hundimiento", agregó el ministro acusando, a imagen de Asad, a la comunidad internacional de ser "responsable de lo que ha ocurrido en Siria".

En el terreno, los combates continuaron causando estragos. Según el OSDH, 1.069 personas, en su mayoría milicianos, murieron en dos semanas de combates entre rebeldes y yihadistas, otrora aliados.

Entre los 1.069 muertos hay 608 rebeldes, 312 miembros del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), un grupo vinculado a Al Qaida, y 130 civiles, indicó la ONG con sede en Reino Unido, precisando que las otras 19 víctimas no fueron identificadas.

Este jueves, los combates entre rebeldes y miembros del EIIL se concentraban en la localidad de Saraqeb, la última posición que mantienen estos últimos en la provincia de Idleb (noroeste).

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, advirtió por su parte a los grupos armados de la oposición siria acerca de las ejecuciones masivas que se multiplican en el norte del país, subrayando que podían ser considerados como crímenes de guerra.

Por último, las autoridades italianas anunciaron el jueves que el puerto de Gioia Tauro fue elegido para la transferencia prevista del arsenal químico sirio de un carguero danés hacia un buque estadounidense con miras a su destrucción.

Jueves, 16 de Enero 2014
AFP (Agencia France-Presse)
           


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