En un discurso celebrando el Día de los Trabajadores de los Servicios de Seguridad (servicios de inteligencia rusos), Putin dijo: “Podemos ver cuán efectivamente nuestros pilotos y oficiales de inteligencia trabajan en Siria y cuán efectivamente coordinan sus esfuerzos. En ello, están diversificados, y el Ejército, la Armada y la Aviación usan las armas más modernas”. Añadió después lo siguiente: “Yo querría destacar que éstas no son ni de lejos todas nuestras capacidades. Nosotros no hemos usado todo, de lo que ya tenemos. Nosotros tenemos capacidades adicionales. Si es necesario, nosotros las usaremos también”.
Estas capacidades militares y de inteligencia adicionales de Rusia se manifestarían en las dimensiones de la guerra moderna terrestre, aérea, naval de superficie, submarina, espacial, cibernética (Internet y computadoras) y electromagnética (espectro electromagnético de la guerra electrónica).
En el plano de la guerra terrestre, Rusia puede desplegar armas como vehículos no tripulados terrestres o robots de combate para guardar y defender el perímetro de seguridad de las bases aéreas rusas en Siria o para apoyar misiones antiterroristas de combate y de rescate en dicho país. Robots podrían llevar a cabo funciones de zapadores contra minas terrestres y contra artefactos explosivos, misiones de reconocimiento armado como de reconocimiento subterráneo, los cuales pueden ayudar a explorar las redes de túneles debajo de ciudades sirias utilizadas por los grupos terroristas radicales sunitas, pudiendo utilizar LADAR (radar láser) para exploraciones de precisión bajo tierra y descubrimiento de trampas explosivas. Rusia incluso está desarrollando un androide operado por control remoto que además de tener funciones de seguridad y vigilancia puede ofrecer atención médica sobre el terreno.
Otro tipo de sistemas de armas del futuro ya existente que Rusia podría desplegar en Siria son las armas láser, cuyo desarrollo ya había estado muy avanzado en la Unión Soviética para cuando ésta es disuelta en 1991 y cuya investigación y desarrollo ha continuado hasta el presente. Rusia puede utilizar en Siria armas láser para inutilizar los sistemas electroópticos de puntería de misiles antitanque occidentales usados por los terroristas radicales sunitas sirios, como los misiles estadounidenses Tow-2. Estas armas láser pueden servir también para cegar a los terroristas expuestos al haz del arma láser destinada a neutralizar los sistemas optrónicos de puntería de misiles antitanque o las cámaras termográficas para visión nocturna suministrados a los terroristas radicales suníes sirios. Sistemas de armas láser terrestres pueden también tener el doble uso de tener un LADAR (radar láser) o LIDAR para detectar con precisión en el campo de batalla búnkers y vehículos enemigos camuflados y a terroristas emboscados.
Rusia también podría emplear de manera operacional en Siria a armas de microondas. Las Fuerzas Armadas de Rusia (VSR) ya poseen un llamado “cañón de microondas ” terrestre para inutilizar los sistemas electrónicos de vuelo de aviones no tripulados (UAS) y los sistemas electrónicos de guiado y ataque de precisión de bombas inteligentes y misiles aire-tierra.
Esta tecnología de las armas de microondas puede también ser adaptada por los rusos como un arma para proyectar rayos de microondas no letales para forzar a terroristas a abandonar sus búnkers en el campo de batalla o edificaciones donde estén atrincherados, saliendo de estos corriendo y exponiéndose a los atacantes, producto de la sensación causada por las microondas de estar siendo quemados sin realmente serlo ni sufrir heridas. El uso de un proyector de microondas no letal sería similar al sistema de arma de microondas militar estadounidense Active Denial System (ADS), ideado entre otras cosas para dispersar a grupos de manifestantes violentos sin hacerles daño. El arma de microondas rusa podría también adaptarse para ser usada en tierra para inutilizar los sistemas electrónicos de control y operación de coches-bomba guiados por control remoto como autos suicidas pero sin conductor al volante, como los que se han reportado han sido desarrollados por la organización terrorista radical sunita Daesh en sus laboratorios de investigación y desarrollo en su autoproclamada capital de Raqqa en Siria.
Rusia también puede hacer uso en Siria de manera más extensiva de sus Fuerzas Especiales o unidades comando de Operaciones Especiales tanto militares como de la inteligencia rusa. Entre estas fuerzas figurarían de manera prominente las unidades Spetsnaz o Fuerzas Especiales del Principal Directorio de Inteligencia (GRU) del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, del Ministerio de Defensa ruso. No se podría descartar la participación de Fuerzas Especiales del FSB, el Servicio Federal de Seguridad y la principal agencia de inteligencia rusa sucesora de la KGB soviética, como también Fuerzas Especiales del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, el SVR y otro servicio de inteligencia ruso sucesor del KGB. Podrían también participar en Siria Fuerzas Especiales del Ministerio del Interior (MVD) de la Federación Rusa, ministerio que controla además de la policía rusa a las Tropas del Interior del MVD, con experiencia en la lucha contrainsurgencia en Chechenia y el Cáucaso Norte.
Moscú puede además emplear a su Fuerza de Reacción Rápida centrada en sus Fuerzas Aerotransportadas (VDV), la fuerza de paracaidistas de las Fuerzas Armadas de Rusia (VSR) bajo control de su Estado Mayor como fuerza estratégica de intervención. Esta fuerza de élite podría ser desplegada de manera rápida a Damasco para defender la capital siria de una ofensiva terrestre israelí, al ser Israel uno de aquellos estados que junto con EE.UU. activamente apoya a grupos terroristas radicales suníes en Siria con la intención de tumbar al gobierno y destruir al estado sirio. Moscú podría también ordenar el despliegue rápido de sus Fuerzas Aerotransportadas equipadas con modernas armas antitanque en puntos clave del norte de Siria para bloquear y así parar una invasión acorazada turca de tanques y tropas de infantería mecanizada, que so pretexto de combatir al grupo terrorista radical sunita Daesh – grupo que por cierto es activamente apoyado por Turquía con la complicidad de EE.UU., Israel y Arabia Saudita – invadiese el norte sirio para acabar con las Unidades de Protección Popular (YPG) de autodefensa kurdas sirias y ocupar el territorio al norte del Río Éufrates en violación de la soberanía de Siria. Sobre el uso potencial de las fuerzas paracaidistas del VDV ruso, ya se había reportado en febrero de 2012 que Moscú habría puesto en estado de alerta para intervenir en defensa de Siria y de su capital Damasco, contra una agresión por parte de EE.UU. y de sus aliados, a contingentes de su “Fuerza de Reacción Rápida ” desplegadas en bases del Mar Negro.
Según la publicación de inteligencia y defensa inglesa Jane’s Sentinel Country Risk Assessments: Russia and the CIS, en su volumen 26 del 2010, las Fuerzas Aerotransportadas rusas contaban con unos 30,000 efectivos, el comandante del VDV responde de manera directa al Ministro de Defensa y al presidente de Rusia, y su fuerza tiene experiencia de combate contra la insurgencia en Chechenia.
Otra fuerza de élite rusa es la Infantería de Marina, que según informe noticioso ya ha participado en operaciones de combate contra el grupo terrorista Daesh en Siria, aunque en número limitado. Esta fuerza, que incluye unidades aerotransportadas y que según la fuente citada de Jane’s ha sido usada de manera exitosa como fuerza de asalto en la Primera y Segunda Guerras Chechenas, tendría actualmente alrededor de 20,000 efectivos, según la publicación The Military Balance 2015 del International Institute for Strategic Studies de Londres.
Estas capacidades militares y de inteligencia adicionales de Rusia se manifestarían en las dimensiones de la guerra moderna terrestre, aérea, naval de superficie, submarina, espacial, cibernética (Internet y computadoras) y electromagnética (espectro electromagnético de la guerra electrónica).
En el plano de la guerra terrestre, Rusia puede desplegar armas como vehículos no tripulados terrestres o robots de combate para guardar y defender el perímetro de seguridad de las bases aéreas rusas en Siria o para apoyar misiones antiterroristas de combate y de rescate en dicho país. Robots podrían llevar a cabo funciones de zapadores contra minas terrestres y contra artefactos explosivos, misiones de reconocimiento armado como de reconocimiento subterráneo, los cuales pueden ayudar a explorar las redes de túneles debajo de ciudades sirias utilizadas por los grupos terroristas radicales sunitas, pudiendo utilizar LADAR (radar láser) para exploraciones de precisión bajo tierra y descubrimiento de trampas explosivas. Rusia incluso está desarrollando un androide operado por control remoto que además de tener funciones de seguridad y vigilancia puede ofrecer atención médica sobre el terreno.
Otro tipo de sistemas de armas del futuro ya existente que Rusia podría desplegar en Siria son las armas láser, cuyo desarrollo ya había estado muy avanzado en la Unión Soviética para cuando ésta es disuelta en 1991 y cuya investigación y desarrollo ha continuado hasta el presente. Rusia puede utilizar en Siria armas láser para inutilizar los sistemas electroópticos de puntería de misiles antitanque occidentales usados por los terroristas radicales sunitas sirios, como los misiles estadounidenses Tow-2. Estas armas láser pueden servir también para cegar a los terroristas expuestos al haz del arma láser destinada a neutralizar los sistemas optrónicos de puntería de misiles antitanque o las cámaras termográficas para visión nocturna suministrados a los terroristas radicales suníes sirios. Sistemas de armas láser terrestres pueden también tener el doble uso de tener un LADAR (radar láser) o LIDAR para detectar con precisión en el campo de batalla búnkers y vehículos enemigos camuflados y a terroristas emboscados.
Rusia también podría emplear de manera operacional en Siria a armas de microondas. Las Fuerzas Armadas de Rusia (VSR) ya poseen un llamado “cañón de microondas ” terrestre para inutilizar los sistemas electrónicos de vuelo de aviones no tripulados (UAS) y los sistemas electrónicos de guiado y ataque de precisión de bombas inteligentes y misiles aire-tierra.
Esta tecnología de las armas de microondas puede también ser adaptada por los rusos como un arma para proyectar rayos de microondas no letales para forzar a terroristas a abandonar sus búnkers en el campo de batalla o edificaciones donde estén atrincherados, saliendo de estos corriendo y exponiéndose a los atacantes, producto de la sensación causada por las microondas de estar siendo quemados sin realmente serlo ni sufrir heridas. El uso de un proyector de microondas no letal sería similar al sistema de arma de microondas militar estadounidense Active Denial System (ADS), ideado entre otras cosas para dispersar a grupos de manifestantes violentos sin hacerles daño. El arma de microondas rusa podría también adaptarse para ser usada en tierra para inutilizar los sistemas electrónicos de control y operación de coches-bomba guiados por control remoto como autos suicidas pero sin conductor al volante, como los que se han reportado han sido desarrollados por la organización terrorista radical sunita Daesh en sus laboratorios de investigación y desarrollo en su autoproclamada capital de Raqqa en Siria.
Rusia también puede hacer uso en Siria de manera más extensiva de sus Fuerzas Especiales o unidades comando de Operaciones Especiales tanto militares como de la inteligencia rusa. Entre estas fuerzas figurarían de manera prominente las unidades Spetsnaz o Fuerzas Especiales del Principal Directorio de Inteligencia (GRU) del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, del Ministerio de Defensa ruso. No se podría descartar la participación de Fuerzas Especiales del FSB, el Servicio Federal de Seguridad y la principal agencia de inteligencia rusa sucesora de la KGB soviética, como también Fuerzas Especiales del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, el SVR y otro servicio de inteligencia ruso sucesor del KGB. Podrían también participar en Siria Fuerzas Especiales del Ministerio del Interior (MVD) de la Federación Rusa, ministerio que controla además de la policía rusa a las Tropas del Interior del MVD, con experiencia en la lucha contrainsurgencia en Chechenia y el Cáucaso Norte.
Moscú puede además emplear a su Fuerza de Reacción Rápida centrada en sus Fuerzas Aerotransportadas (VDV), la fuerza de paracaidistas de las Fuerzas Armadas de Rusia (VSR) bajo control de su Estado Mayor como fuerza estratégica de intervención. Esta fuerza de élite podría ser desplegada de manera rápida a Damasco para defender la capital siria de una ofensiva terrestre israelí, al ser Israel uno de aquellos estados que junto con EE.UU. activamente apoya a grupos terroristas radicales suníes en Siria con la intención de tumbar al gobierno y destruir al estado sirio. Moscú podría también ordenar el despliegue rápido de sus Fuerzas Aerotransportadas equipadas con modernas armas antitanque en puntos clave del norte de Siria para bloquear y así parar una invasión acorazada turca de tanques y tropas de infantería mecanizada, que so pretexto de combatir al grupo terrorista radical sunita Daesh – grupo que por cierto es activamente apoyado por Turquía con la complicidad de EE.UU., Israel y Arabia Saudita – invadiese el norte sirio para acabar con las Unidades de Protección Popular (YPG) de autodefensa kurdas sirias y ocupar el territorio al norte del Río Éufrates en violación de la soberanía de Siria. Sobre el uso potencial de las fuerzas paracaidistas del VDV ruso, ya se había reportado en febrero de 2012 que Moscú habría puesto en estado de alerta para intervenir en defensa de Siria y de su capital Damasco, contra una agresión por parte de EE.UU. y de sus aliados, a contingentes de su “Fuerza de Reacción Rápida ” desplegadas en bases del Mar Negro.
Según la publicación de inteligencia y defensa inglesa Jane’s Sentinel Country Risk Assessments: Russia and the CIS, en su volumen 26 del 2010, las Fuerzas Aerotransportadas rusas contaban con unos 30,000 efectivos, el comandante del VDV responde de manera directa al Ministro de Defensa y al presidente de Rusia, y su fuerza tiene experiencia de combate contra la insurgencia en Chechenia.
Otra fuerza de élite rusa es la Infantería de Marina, que según informe noticioso ya ha participado en operaciones de combate contra el grupo terrorista Daesh en Siria, aunque en número limitado. Esta fuerza, que incluye unidades aerotransportadas y que según la fuente citada de Jane’s ha sido usada de manera exitosa como fuerza de asalto en la Primera y Segunda Guerras Chechenas, tendría actualmente alrededor de 20,000 efectivos, según la publicación The Military Balance 2015 del International Institute for Strategic Studies de Londres.