"Un análisis de todas las circunstancias revela un desinterés de las autoridades británicas por encontrar los verdaderos motivos y a los perpetradores del crimen", afirmó el ministerio en un comunicado. Eso "nos lleva a la idea de una posible implicación en él de servicios especiales británicos", añadió.
Skripal, de 66 años, y su hija de 33 fueron hallados el 4 de marzo inconscientes en un parque de la localidad británica de Salisbury. Desde entonces se encuentran en un estado crítico.
"Las autoridades británicas mostraron sistemáticamente incapacidad para garantizar la seguridad de ciudadanos rusos en su territorio", apunta el comunicado ruso.
"Los ejemplos más descarados de esto incluyen el envenenamiento del ex empleado del FSB (Servicio Federal de Seguridad) ruso A. Litvinenko, la muerte en circunstancias nunca explicadas de los empresarios rusos B. Patarkatsishvili y A. Perepilichny, el misterioso 'suicidio' de B. Berezovsky y el estrangulamiento de su socio comercial N. Glushkov, y finalmente el intento contra la vida y salud de S. Skripal y Y. Skripal", indica la declaración.
Londres responsabiliza a Moscú del atentado contra Skripal y alega que para el envenenamiento se utilizó un agente nervioso llamado Novichok desarrollado en la antigua Unión Soviética. Sin embargo, Rusia niega su implicación en el envenenamiento.
Un miembro de la familia de Skripal informó hoy a medios británicos que el ex espía y su hija tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir. El pronóstico no es bueno, dijo a la cadena británica de televisión BBC Viktoria Skripal, sobrina del ex doble agente. Y en caso de que ambos sobrevivan, sufrirían daños de por vida, añadió.
También contó que la madre de Serguei Skripal todavía no sabe nada del envenenamiento porque se la está tratando de proteger ante las informaciones.
El ataque ha llevado a su punto más bajo las de por sí tensas relaciones entre Rusia y Occidente. En los últimos días la OTAN y 26 países han expulsado a más de 140 diplomáticos rusos en respuesta al presunto envenenamiento.
Hoy se conocieron más medias adoptadas por países que no han expulsado a diplomáticos rusos: Luxemburgo y Malta llamaron a consultas a sus embajadores en Moscú, como también hizo Eslovaquia, que en tiempos de la Unión Soviética formaba parte del bloque oriental y ahora es miembro de la Unión Europea (UE).
Pese a la crisis abierta, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sigue dispuesto a reunirse con el mandatario estadounidense, Donald Trump, incluso después de que Washington anunciase la expulsión de 60 diplomáticos rusos. Tras las elecciones en Rusia, Trump habló de una posible reunión bilateral con Putin durante una conversación telefónica con él.
Según explicó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia no sabe si Estados Unidos está dispuesto a mantener esa intención. "Eso depende de nuestra contraparte estadounidense. La parte rusa sigue dispuesta, por supuesto", afirmó, citado por la agencia rusa TASS.
Moscú ya respondió a la expulsión de 23 diplomáticos rusos por parte del Reino Unido con una medida similar. Ahora está evaluando cómo reaccionar a la nueva ola de expulsiones de diplomáticos rusos.
Mientras tanto, el embajador ruso en Canberra, Grigory Logvinov, alertó hoy que esta expulsión coordinada podría conducir a una "situación de Guerra Fría". Australia es uno de los países que tomó medidas, expulsando a dos diplomáticos.
Logvinov denunció ante periodistas una conspiración entre las naciones occidentales para desacreditar a Rusia, que comenzó cuando el país se hizo más independiente después de los años 90. "Si Occidente sigue en esta línea, me temo que nos sumiremos en una situación de Guerra Fría", dijo Logvinov.
Además añadió que los dos expulsados son "diplomáticos de carrera absolutamente legales". El embajador cuestionó asimismo lo ocurrido con los Skripal. "¡Por Dios! ¿Quién ha visto a los Skripals después de su presunto envenenamiento?", preguntó. "¿Quién ha visto algún informe médico real aparte de las declaraciones políticas de que fueron envenenados con un supuesto agente nervioso?".
Logvinov añadió que no había ninguna razón por la que Rusia estuviera interesada en el espía doble. Skripal "fue sentenciado, cumplió su condena y era libre. Ya no le interesa a Rusia", dijo.
Una corte rusa condenó a Skripal de venderle secretos de Estado rusos al Reino Unido en 2006. Cuatro años después, fue enviado al Reino Unido en el marco de un canje de espías.
Skripal, de 66 años, y su hija de 33 fueron hallados el 4 de marzo inconscientes en un parque de la localidad británica de Salisbury. Desde entonces se encuentran en un estado crítico.
"Las autoridades británicas mostraron sistemáticamente incapacidad para garantizar la seguridad de ciudadanos rusos en su territorio", apunta el comunicado ruso.
"Los ejemplos más descarados de esto incluyen el envenenamiento del ex empleado del FSB (Servicio Federal de Seguridad) ruso A. Litvinenko, la muerte en circunstancias nunca explicadas de los empresarios rusos B. Patarkatsishvili y A. Perepilichny, el misterioso 'suicidio' de B. Berezovsky y el estrangulamiento de su socio comercial N. Glushkov, y finalmente el intento contra la vida y salud de S. Skripal y Y. Skripal", indica la declaración.
Londres responsabiliza a Moscú del atentado contra Skripal y alega que para el envenenamiento se utilizó un agente nervioso llamado Novichok desarrollado en la antigua Unión Soviética. Sin embargo, Rusia niega su implicación en el envenenamiento.
Un miembro de la familia de Skripal informó hoy a medios británicos que el ex espía y su hija tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir. El pronóstico no es bueno, dijo a la cadena británica de televisión BBC Viktoria Skripal, sobrina del ex doble agente. Y en caso de que ambos sobrevivan, sufrirían daños de por vida, añadió.
También contó que la madre de Serguei Skripal todavía no sabe nada del envenenamiento porque se la está tratando de proteger ante las informaciones.
El ataque ha llevado a su punto más bajo las de por sí tensas relaciones entre Rusia y Occidente. En los últimos días la OTAN y 26 países han expulsado a más de 140 diplomáticos rusos en respuesta al presunto envenenamiento.
Hoy se conocieron más medias adoptadas por países que no han expulsado a diplomáticos rusos: Luxemburgo y Malta llamaron a consultas a sus embajadores en Moscú, como también hizo Eslovaquia, que en tiempos de la Unión Soviética formaba parte del bloque oriental y ahora es miembro de la Unión Europea (UE).
Pese a la crisis abierta, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sigue dispuesto a reunirse con el mandatario estadounidense, Donald Trump, incluso después de que Washington anunciase la expulsión de 60 diplomáticos rusos. Tras las elecciones en Rusia, Trump habló de una posible reunión bilateral con Putin durante una conversación telefónica con él.
Según explicó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia no sabe si Estados Unidos está dispuesto a mantener esa intención. "Eso depende de nuestra contraparte estadounidense. La parte rusa sigue dispuesta, por supuesto", afirmó, citado por la agencia rusa TASS.
Moscú ya respondió a la expulsión de 23 diplomáticos rusos por parte del Reino Unido con una medida similar. Ahora está evaluando cómo reaccionar a la nueva ola de expulsiones de diplomáticos rusos.
Mientras tanto, el embajador ruso en Canberra, Grigory Logvinov, alertó hoy que esta expulsión coordinada podría conducir a una "situación de Guerra Fría". Australia es uno de los países que tomó medidas, expulsando a dos diplomáticos.
Logvinov denunció ante periodistas una conspiración entre las naciones occidentales para desacreditar a Rusia, que comenzó cuando el país se hizo más independiente después de los años 90. "Si Occidente sigue en esta línea, me temo que nos sumiremos en una situación de Guerra Fría", dijo Logvinov.
Además añadió que los dos expulsados son "diplomáticos de carrera absolutamente legales". El embajador cuestionó asimismo lo ocurrido con los Skripal. "¡Por Dios! ¿Quién ha visto a los Skripals después de su presunto envenenamiento?", preguntó. "¿Quién ha visto algún informe médico real aparte de las declaraciones políticas de que fueron envenenados con un supuesto agente nervioso?".
Logvinov añadió que no había ninguna razón por la que Rusia estuviera interesada en el espía doble. Skripal "fue sentenciado, cumplió su condena y era libre. Ya no le interesa a Rusia", dijo.
Una corte rusa condenó a Skripal de venderle secretos de Estado rusos al Reino Unido en 2006. Cuatro años después, fue enviado al Reino Unido en el marco de un canje de espías.