Un coche en llamas, en Jerusalén.
Doce jóvenes palestinos fueron detenidos en la Ciudad Santa por perturbar el orden público, indicó la policía.
Por otro lado, "trece jóvenes árabes (palestinos, ndr) que buscaban causar desórdenes" fueron detenidos preventivamente en las últimas 48 horas, según un comunicado de la policía israelí.
En Silwan, barrio palestino de Jerusalén Este, escenario de actos de violencia casi cotidianos, un joven manifestante resultó herido de bala en circunstancias no esclarecidas y fue hospitalizado, según una fuente médica.
Las fuerzas de seguridad israelíes fueron puestas en estado de alerta ante el riesgo de violencia.
La policía desplegó a miles de hombres en refuerzo tanto en Jerusalén Este como en el norte de Israel, donde está concentrada la mayoría de la población árabe de Israel.
Limitó además el viernes el acceso a la explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, situada en la parte oriental de la ciudad ocupada y anexionada por Israel en 1967, excluyendo a los hombres de menos de 45 años.
Sólo 8.000 fieles musulmanes pudieron ir a la mezquita de Al Aqsa para la oración del viernes, según fuentes policiales. Centenares de personas tuvieron que orar frente a las puertas de la Ciudad Vieja.
Los palestinos organizan marchas y encuentros en los territorios ocupados de este viernes hasta el domingo.
Más de 760.000 palestinos huyeron ante el avance de las fuerzas judías o fueron directamente expulsados por ellas hace 63 años. Hoy, la ONU estima en unos 4,8 millones el número de esos refugiados con sus descendientes.
La resolución 194 de la ONU dispone que "los refugiados que desean regresar a sus hogares y vivir allí en paz con sus vecinos deberían ser autorizados lo más pronto posible".
Todos los gobiernos israelíes se han opuesto a la aplicación del derecho al regreso de esos refugiados, por miedo a que la población judía se quede en minoría.
Por otro lado, "trece jóvenes árabes (palestinos, ndr) que buscaban causar desórdenes" fueron detenidos preventivamente en las últimas 48 horas, según un comunicado de la policía israelí.
En Silwan, barrio palestino de Jerusalén Este, escenario de actos de violencia casi cotidianos, un joven manifestante resultó herido de bala en circunstancias no esclarecidas y fue hospitalizado, según una fuente médica.
Las fuerzas de seguridad israelíes fueron puestas en estado de alerta ante el riesgo de violencia.
La policía desplegó a miles de hombres en refuerzo tanto en Jerusalén Este como en el norte de Israel, donde está concentrada la mayoría de la población árabe de Israel.
Limitó además el viernes el acceso a la explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, situada en la parte oriental de la ciudad ocupada y anexionada por Israel en 1967, excluyendo a los hombres de menos de 45 años.
Sólo 8.000 fieles musulmanes pudieron ir a la mezquita de Al Aqsa para la oración del viernes, según fuentes policiales. Centenares de personas tuvieron que orar frente a las puertas de la Ciudad Vieja.
Los palestinos organizan marchas y encuentros en los territorios ocupados de este viernes hasta el domingo.
Más de 760.000 palestinos huyeron ante el avance de las fuerzas judías o fueron directamente expulsados por ellas hace 63 años. Hoy, la ONU estima en unos 4,8 millones el número de esos refugiados con sus descendientes.
La resolución 194 de la ONU dispone que "los refugiados que desean regresar a sus hogares y vivir allí en paz con sus vecinos deberían ser autorizados lo más pronto posible".
Todos los gobiernos israelíes se han opuesto a la aplicación del derecho al regreso de esos refugiados, por miedo a que la población judía se quede en minoría.