Señal de la ausencia de progreso tras un encuentro el martes entre los presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y ruso, Vladimir Putin, el gobierno de Kiev dijo el miércoles que está a la espera de que la OTAN decida darle una "ayuda práctica" durante su cumbre de la semana que viene.
En el terreno, los rebeldes prorrusos tomaron posición en la carretera entre su bastión de Donetsk y Novoazovsk, una ciudad costera situada a 100 kilómetros al sur, donde todos los retenes pasaron a manos de los insurgentes.
En el pueblo de Starobesheve, sobre dicha carretera, los rebeldes descubrieron decenas de cajas con municiones y numerosos vehículos militares abandonados, tras una posible huida del ejército ucraniano.
Según habitantes de la zona, los militares ucranianos huyeron el lunes, tras los primeros bombardeos provenientes de la zona de la frontera rusa.
"Combatientes de Donetsk y ocupantes rusos" se apoderaron del pueblo, declaró por su parte el portavoz militar ucraniano Andrii Lysenko.
Según el ejército ucraniano, una columna de 100 vehículos y aparatos "como tanques, blindados, lanzacohetes múltiples Grad" ingresó a Ucrania desde Rusia y avanzaba por una zona de la región de Donetsk en la que había combates desde el lunes.
Posteriormente, Kiev afirmó que tropas rusas que habían ingresado en Ucrania instalaron un "cuartel general" a 48 kilómetros al sureste de Donetsk y a 60 kilómetros al oeste de la frontera rusa.
"Si ese grupo táctico también se perdió y entró por accidente, como los paracaidistas (...), cabe recordarles que pueden regresar a Rusia dirigiéndose hacia el este", declaró Lysenko.
Ucrania había anunciado el martes el arresto de diez paracaidistas rusos en el este de Ucrania. Moscú afirmó por su parte que habían pasado la frontera entre ambos países "por accidente".
- Ayuda de la OTAN -
En Kiev, cientos de personas se manifestaron este miércoles ante la presidencia para pedir que se envíen refuerzos a los soldados ucranianos cercados en la ciudad de Ilovaisk, a 20 kilómetros de Donetsk.
En este contexto, el primer ministro, Arseni Yatseniuk, subrayó que su país esperaba que la OTAN tome "decisiones cruciales" en la cumbre que celebrará el próximo 4 de septiembre y en la que participará el presidente ucraniano. "Necesitamos ayuda", agregó.
La OTAN, preocupada por la actitud de Rusia en la crisis ucraniana, quiere poder desplegar en unos días tropas y equipos en el este de Europa, indicó su secretario general, Anders Fogh Rasmussen, en una entrevista publicada el miércoles en varios diarios europeos.
No obstante, también el miércoles, el ministro de Exteriores ruso Serguei Lavrov afirmó que Rusia no tiene interés en que "Ucrania se desintegre".
"La aplicación política de lo que votaron los ciudadanos del sureste de Ucrania tiene que realizarse a través de negociaciones", dijo Lavrov, refiriéndose a los referendos del 11 de mayo en las regiones de Donetsk y de Lugansk, considerados ilegales por Kiev y sus aliados occidentales, en los que se aprobó de forma masiva la independencia respecto a Ucrania.
Las conversaciones de la víspera en Minsk entre Poroshenko y Putin, en presencia de dirigentes europeos, se cerraron sin avances.
En ellas, Putin minimizó la captura de paracaidistas rusos en territorio ucraniano y se distanció de la crisis ucraniana.
"No podemos hablar de alto el fuego, de posibles acuerdos entre Kiev, Donetsk y Lugansk. No es asunto nuestro. Es un asunto interno de Ucrania", dijo.
Poroshenko por su parte pidió "acciones concretas" para garantizar el control de la frontera y evocó una "hoja de ruta" para un plan de paz que ponga fin a los enfrentamientos en el este entre el ejército y los separatistas prorrusos y que han dejado más de 2.200 muertos en cuatro meses.