Según el diario, el GCHQ espió los correos electrónicos de periodistas de la BBC, Le Monde, la NBC, The New York Times, The Washington Post, The Guardian, el popularThe Sun y la agencia Reuters.
Los correos electrónicos de los periodistas formaban parte de los 70.000 mensajes interceptados en menos de diez minutos en 2008 por el CGHQ, equivalente británico de la National Security Agency (NSA) estadounidense, según el análisis efectuado por The Guardian de los documentos revelados por el ex asesor de la agencia norteamericana Edward Snowden.
Los correos los podían consultar por el intranet del GCHQ todos los empleados habilitados, según el artículo de The Guardian.
Según las directivas internas de seguridad citadas por el diario, los servicios secretos británicos consideran que los periodistas son "una amenaza potencial para la seguridad", sobre todo los periodistas de investigación, al mismo nivel que los terroristas y los piratas informáticos.
Más de 100 editores de prensa británicos publicaron una carta conjunta al Gobierno para que impida que las fuerzas del orden consulten las llamadas telefónicas de los periodistas sin autorización judicial.
El primer ministro David Cameron ha multiplicado los llamamientos de cara a reforzar los métodos de vigilancia después de los atentados yihadistas cometidos entre el 7 y el 9 de enero en París, que han dejado 17 muertos.