¿Ha escrito esta novela con ayuda de psicotrópicos?
Sólo alcohol. Pero tengo poderes. Veo el futuro. Hay un esplendor en la videncia, es la cosa más hermosa de la tierra.
¿Hasta dónde cree que se puede estirar el absurdo?
¿Por qué en su novela todo sucede en la televisión?
Si no eres un espectáculo televisivo, no eres nada. Sueño con un espectáculo gigantesco: una entrevista a Jesucristo en vivo, en la que explica ejercicios gimnásticos que favorecen la resurrección. O a Lenin. O a Platón. Platón fue real alguna vez, fue un cuerpo humano, qué misterio. Es como ver a Borges en las entrevistas de A fondo.
¿Diferente a su anterior libro, España (DVD)?
Con Aire Nuestro sigo avanzando. El día que me repita me pegaré un tiro. Siempre un paso más allá, siempre en la cuerda floja para no aburrirme.
¿Es Aire nuestro una secuela televisiva y futurista de España?
No, para nada. Son muy distintos, pero complementarios. Aire Nuestro es mucho más festivo. Ahora quiero bailar.
¿Cómo puede afectar escribir para una gran editorial, cree que el cambio supone algo nuevo para usted como autor?
Sí, quiero lectores. Mucha gente no me ha leído, no saben ni que existo. Quiero millones de lectores. Miles de millones.
¿Cómo será el futuro?
En siglos venideros, la Historia se caerá. No será como la conocemos. Será interactiva. Podrás seleccionar planos paralelos. Por ejemplo, un plano en que Hitler gana la II Guerra Mundial y en Teruel se habla alemán. Un plano en el que Franco pierde la Guerra Civil y en Teruel se habla ruso. ¡Esto es una fiesta!
Es un ejercicio de libertad. La libertad existe cuando se ejerce. Me gustaría ser mujer. Me gustaría ser un extraterrestre. Me gustaría ser un elefante.
¿Hay algo peor que el aburrimiento? ¿La credibilidad quizás?
El aburrimiento es lo peor, sí. Es reaccionario.
La confusión de géneros, estilos, voces esto ya es imparable, ¿no le parece?
La gente lleva 5.000 años mezclándose: negros, blancos, orientales, pigmeos, extraterrestres... Los perros de raza se mueren antes que los mestizos, comprobado. Mi perro, que era mestizo, vio morir a sus mejores amigos porque eran de raza y no lo entendía. Yo no sabía qué decirle. Llorábamos juntos.
Las editoriales grandes reciben a escritores que llegaron con sus experimentos a editoriales pequeñas. ¿Qué está pasando?
Nunca he sido un escritor experimental. A mí no me gusta la literatura experimental. Yo no hago experimentos. Soy un escritor realista. No me invento nada. No tengo imaginación. No sé qué es eso. Lo que pasa es que la realidad de 2009 ya no es lineal, sino discontinua y explosiva. Hay editores jóvenes españoles que saben eso, saben que el mundo se ha hecho muy complejo y que esa complejidad tiene que tener una representación literaria distinta. Es el siglo XXI. Ya me imagino a los editores y a los escritores del siglo XXII.
Sólo alcohol. Pero tengo poderes. Veo el futuro. Hay un esplendor en la videncia, es la cosa más hermosa de la tierra.
¿Hasta dónde cree que se puede estirar el absurdo?
"Aire Nuestro es mucho más festivo que España. Ahora quiero bailar"
Por mucha imaginación que tenga un escritor, la ficción se queda corta frente a la complejidad de la realidad. ¿Por qué en su novela todo sucede en la televisión?
Si no eres un espectáculo televisivo, no eres nada. Sueño con un espectáculo gigantesco: una entrevista a Jesucristo en vivo, en la que explica ejercicios gimnásticos que favorecen la resurrección. O a Lenin. O a Platón. Platón fue real alguna vez, fue un cuerpo humano, qué misterio. Es como ver a Borges en las entrevistas de A fondo.
¿Diferente a su anterior libro, España (DVD)?
Con Aire Nuestro sigo avanzando. El día que me repita me pegaré un tiro. Siempre un paso más allá, siempre en la cuerda floja para no aburrirme.
¿Es Aire nuestro una secuela televisiva y futurista de España?
No, para nada. Son muy distintos, pero complementarios. Aire Nuestro es mucho más festivo. Ahora quiero bailar.
¿Cómo puede afectar escribir para una gran editorial, cree que el cambio supone algo nuevo para usted como autor?
Sí, quiero lectores. Mucha gente no me ha leído, no saben ni que existo. Quiero millones de lectores. Miles de millones.
¿Cómo será el futuro?
En siglos venideros, la Historia se caerá. No será como la conocemos. Será interactiva. Podrás seleccionar planos paralelos. Por ejemplo, un plano en que Hitler gana la II Guerra Mundial y en Teruel se habla alemán. Un plano en el que Franco pierde la Guerra Civil y en Teruel se habla ruso. ¡Esto es una fiesta!
"Me gustaría ser mujer. Me gustaría ser un extraterrestre"
Usted aparece en algunos personajes, ¿esto qué es, travestismo? Es un ejercicio de libertad. La libertad existe cuando se ejerce. Me gustaría ser mujer. Me gustaría ser un extraterrestre. Me gustaría ser un elefante.
¿Hay algo peor que el aburrimiento? ¿La credibilidad quizás?
El aburrimiento es lo peor, sí. Es reaccionario.
La confusión de géneros, estilos, voces esto ya es imparable, ¿no le parece?
La gente lleva 5.000 años mezclándose: negros, blancos, orientales, pigmeos, extraterrestres... Los perros de raza se mueren antes que los mestizos, comprobado. Mi perro, que era mestizo, vio morir a sus mejores amigos porque eran de raza y no lo entendía. Yo no sabía qué decirle. Llorábamos juntos.
Las editoriales grandes reciben a escritores que llegaron con sus experimentos a editoriales pequeñas. ¿Qué está pasando?
Nunca he sido un escritor experimental. A mí no me gusta la literatura experimental. Yo no hago experimentos. Soy un escritor realista. No me invento nada. No tengo imaginación. No sé qué es eso. Lo que pasa es que la realidad de 2009 ya no es lineal, sino discontinua y explosiva. Hay editores jóvenes españoles que saben eso, saben que el mundo se ha hecho muy complejo y que esa complejidad tiene que tener una representación literaria distinta. Es el siglo XXI. Ya me imagino a los editores y a los escritores del siglo XXII.