La policía dispersa a los manifestantes en la plaza de la Perla, en Manama, Bahrein.
En Libia, la represión ha causado la muerte de al menos 84 personas desde el martes 15 de febrero, según la organización de defensa de los Derechos Humanos con sede en Nueva York, Human Rights Watch (HRW).
Un recuento realizado por la AFP a partir de diferentes fuentes locales el viernes por la tarde totalizaba 41 muertos, en momentos en que, tras renunciar los presidentes de los vecinos Túnez y Egipto como consecuencia de la movilización popular, los manifestantes libios siguen pidiendo la dimisión de Muamar Al Gadhafi, en el poder desde 1969.
En Bahréin, la policía dispersó con bombas de gas lacrimógeno a los manifestantes que empezaban a llegar a la Plaza de la Perla en Manama inmediatamente después de la retirada de los vehículos blindados del ejército.
La policía procedió al menos a tres detenciones de manifestantes, llegados a pie y en vehículos, y bloqueó los accesos a la plaza.
La retirada del ejército fuera de Manama, ordenada por el príncipe heredero Salman ben Hamad Al Jalifa, era una de las condiciones impuestas por la oposición para entablar un diálogo con el poder.
Para la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dicho diálogo debería iniciarse "sin demora".
Bahréin, un importante aliado de Washington, alberga el cuartel general de la V Flota estadounidense.
Mientras tanto, en Yemen, un estudiante perdió la vida por bala y otros cinco resultaron heridos el sábado en choques entre opositores y partidarios del régimen en los alrededores de la Universidad de Saná.
Se trata del primer muerto en Saná desde el inicio de las protestas contra el régimen del presidente Ali Abdalá Saleh hace una semana.
En Argel, unos 200 manifestantes que coreaban "Argelia libre y democrática", "poder asesino" o "el pueblo quiere que caiga el régimen", un eslogan ya usado en Egipto, se congregaron el sábado en el centro de Argel, pese a un impresionante despliegue de fuerzas de seguridad.
El diputado de la opositora Asamblea por la Cultura y la Democracia (RCD), Tahar Besbes, fue gravemente herido en un enfrentamiento con la policía durante la manifestación y parecía estar en coma, indicó un miembro de su partido.
Al igual que el pasado sábado 12 de febrero, cuando una manifestación de la Coordinación Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) fue bloqueada, un impresionante despliegue con vehículos blindados había tenido lugar en el centro de Argel.
Varios manifestantes, con tarjetas rojas en la mano, fueron bloqueados por cordones policiales presentes en la zona desde hacía ya varias horas.
Mientras tanto, en Túnez, donde tuvo lugar la primera movilización opositora de este tipo en enero, el gobierno y los islamistas condenaron este sábado el asesinato de un sacerdote polaco, encontrado degollado cerca de Túnez.
Así, el principal movimiento islamista, Annahda, pidió al gobierno "que descubra las verdaderas circunstancias de este homicidio y halle a quienes lo cometieron para aclarar las cosas ante la opinión pública".
Por su parte, el ministerio de Asuntos Religiosos subrayó que "Túnez siempre ha sido un lugar de coexistencia entre razas y nacionalidades y de diálogo entre civilizaciones, religiones y culturas".
Marek Rybinski, de 34 años, fue encontrado "degollado" el viernes en el garaje de una escuela religiosa privada en la región de Manuba, cerca de Túnez, donde estaba a cargo de la contabilidad.
Un recuento realizado por la AFP a partir de diferentes fuentes locales el viernes por la tarde totalizaba 41 muertos, en momentos en que, tras renunciar los presidentes de los vecinos Túnez y Egipto como consecuencia de la movilización popular, los manifestantes libios siguen pidiendo la dimisión de Muamar Al Gadhafi, en el poder desde 1969.
En Bahréin, la policía dispersó con bombas de gas lacrimógeno a los manifestantes que empezaban a llegar a la Plaza de la Perla en Manama inmediatamente después de la retirada de los vehículos blindados del ejército.
La policía procedió al menos a tres detenciones de manifestantes, llegados a pie y en vehículos, y bloqueó los accesos a la plaza.
La retirada del ejército fuera de Manama, ordenada por el príncipe heredero Salman ben Hamad Al Jalifa, era una de las condiciones impuestas por la oposición para entablar un diálogo con el poder.
Para la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dicho diálogo debería iniciarse "sin demora".
Bahréin, un importante aliado de Washington, alberga el cuartel general de la V Flota estadounidense.
Mientras tanto, en Yemen, un estudiante perdió la vida por bala y otros cinco resultaron heridos el sábado en choques entre opositores y partidarios del régimen en los alrededores de la Universidad de Saná.
Se trata del primer muerto en Saná desde el inicio de las protestas contra el régimen del presidente Ali Abdalá Saleh hace una semana.
En Argel, unos 200 manifestantes que coreaban "Argelia libre y democrática", "poder asesino" o "el pueblo quiere que caiga el régimen", un eslogan ya usado en Egipto, se congregaron el sábado en el centro de Argel, pese a un impresionante despliegue de fuerzas de seguridad.
El diputado de la opositora Asamblea por la Cultura y la Democracia (RCD), Tahar Besbes, fue gravemente herido en un enfrentamiento con la policía durante la manifestación y parecía estar en coma, indicó un miembro de su partido.
Al igual que el pasado sábado 12 de febrero, cuando una manifestación de la Coordinación Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) fue bloqueada, un impresionante despliegue con vehículos blindados había tenido lugar en el centro de Argel.
Varios manifestantes, con tarjetas rojas en la mano, fueron bloqueados por cordones policiales presentes en la zona desde hacía ya varias horas.
Mientras tanto, en Túnez, donde tuvo lugar la primera movilización opositora de este tipo en enero, el gobierno y los islamistas condenaron este sábado el asesinato de un sacerdote polaco, encontrado degollado cerca de Túnez.
Así, el principal movimiento islamista, Annahda, pidió al gobierno "que descubra las verdaderas circunstancias de este homicidio y halle a quienes lo cometieron para aclarar las cosas ante la opinión pública".
Por su parte, el ministerio de Asuntos Religiosos subrayó que "Túnez siempre ha sido un lugar de coexistencia entre razas y nacionalidades y de diálogo entre civilizaciones, religiones y culturas".
Marek Rybinski, de 34 años, fue encontrado "degollado" el viernes en el garaje de una escuela religiosa privada en la región de Manuba, cerca de Túnez, donde estaba a cargo de la contabilidad.