
Manifestantes partidarios del gobierno, en Damasco, Siria.
"Las declaraciones estadounidenses (...) son una injerencia flagrante en la (misión) de la Liga Árabe y un intento injustificado de internacionalizar" el caso sirio, afirmó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriors, Jihad Makdesi, en un comunicado.
El martes, la Casa Blanca estimó que Siria no ha respetado sus compromisos respecto a la Liga Árabe y que ya es hora de que el Consejo de Seguridad de la ONU actúe para "aumentar la presión" sobre el régimen de Damasco y "apoyar las aspiraciones legítimas de los sirios".
"Siria no rendirá cuenta a Estados Unidos del nivel de su compromiso con el protocolo de la Liga Árabe", agregó Makdesi, acusando a Washington de "atizar la violencia" antes de la presentación del informe de los observadores a la Liga, prevista el próximo sábado.
Los observadores de la Liga Árabe acudieron este miércoles a Homs y Hama, en el marco de su misión. También se desplazaron a Dael, en la región de Deraa (sur), y a Harasta, cerca de Damasco, según la televisión estatal.
-- Una oposición desunida --
A nivel político, la oposición tiene dificultades para formar un frente unido contra el régimen de Asad.
El martes, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que aglutina a la mayoría de corrientes opositoras, desmintió haber alcanzado un acuerdo con el Comité Nacional para el Cambio Democrático (CNCD), otro grupo de oposición.
El sábado, el CNCD había anunciado la firma de un acuerdo político que según él definía "los principios de la lucha democrática para el período de transición" en Siria.
Según analistas, los principales desacuerdos entre estas dos formaciones conciernen la eventualidad de una intervención militar extranjera en Siria como medio para acabar con el régimen actual.
El CNS es una coalición de los principales partidos de oposición, que incluye a nacionalistas, liberales e islamistas como los Hermanos Musulmanes.
El CNCD, dirigido por Hasan Abdel Azim, agrupa a partidos "nacionalistas árabes", kurdos, socialistas y marxistas.
Este miércoles, una personalidad de la oposición lamentó "las divisiones" en el seno de la oposición.
"Se necesita tiempo para que la oposición se una. Si lo estuviera, el régimen habría caído el verano pasado", afirmó a la AFP bajo anonimato.
El martes, la Casa Blanca estimó que Siria no ha respetado sus compromisos respecto a la Liga Árabe y que ya es hora de que el Consejo de Seguridad de la ONU actúe para "aumentar la presión" sobre el régimen de Damasco y "apoyar las aspiraciones legítimas de los sirios".
"Siria no rendirá cuenta a Estados Unidos del nivel de su compromiso con el protocolo de la Liga Árabe", agregó Makdesi, acusando a Washington de "atizar la violencia" antes de la presentación del informe de los observadores a la Liga, prevista el próximo sábado.
Los observadores de la Liga Árabe acudieron este miércoles a Homs y Hama, en el marco de su misión. También se desplazaron a Dael, en la región de Deraa (sur), y a Harasta, cerca de Damasco, según la televisión estatal.
-- Una oposición desunida --
A nivel político, la oposición tiene dificultades para formar un frente unido contra el régimen de Asad.
El martes, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que aglutina a la mayoría de corrientes opositoras, desmintió haber alcanzado un acuerdo con el Comité Nacional para el Cambio Democrático (CNCD), otro grupo de oposición.
El sábado, el CNCD había anunciado la firma de un acuerdo político que según él definía "los principios de la lucha democrática para el período de transición" en Siria.
Según analistas, los principales desacuerdos entre estas dos formaciones conciernen la eventualidad de una intervención militar extranjera en Siria como medio para acabar con el régimen actual.
El CNS es una coalición de los principales partidos de oposición, que incluye a nacionalistas, liberales e islamistas como los Hermanos Musulmanes.
El CNCD, dirigido por Hasan Abdel Azim, agrupa a partidos "nacionalistas árabes", kurdos, socialistas y marxistas.
Este miércoles, una personalidad de la oposición lamentó "las divisiones" en el seno de la oposición.
"Se necesita tiempo para que la oposición se una. Si lo estuviera, el régimen habría caído el verano pasado", afirmó a la AFP bajo anonimato.