Cientos de personas han muerto -378, según el último balance médico- y otras 1.000 han resultado heridas bajo el fuego de las bombas, según han denunciado fuentes médicas que trabajan sobre el terreno.
El Gobierno insiste, sin embargo, en que no ha utilizado artillería pesada en los ataques a la zona que aún permanece bajo control de la guerrilla de LTTE, según la BBC. Aun así, las fuentes han insistido en que bombardeos duraron varias horas y que los proyectiles habían sido disparados desde territorio bajo el control del Ejército ceilandés.
2.000 civiles muertos, según los independentistas
Un médico que trabaja en la región ha asegurado que casi 400 personas han muerto en las últimas 24 horas y que más de 1.000 están siendo tratados por heridas, y ha añadido que hay más cadáveres en las carreteras y la playa. Poco antes, otros funcionarios han indicado que las áreas bajo ataque quedaban dentro de lo que el Gobierno ha denominado la "nueva zona de seguridad", a donde el Ejército había pedido a los civiles desplazarse.
Según Tamilnet, una pagina web cercana a los independentistas, el Ejército empezó su ofensiva a última hora del sábado y ha causado por el momento la muerte de 2.000 civiles.
Dos hospitales en la región están encargándose de los heridos. La gente ha buscado refugio en búnkeres y varias tiendas de campaña donde habitaban se han quemado.
Sri Lanka niega las acusaciones
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de Sri Lanka, Keheliya Rambukwella, ha afirmado que se trata de "propaganda" de los rebeldes y que no ha habido bombardeos aéreos ni de artillería sobre las zonas civiles. "Eso es un hecho", ha insistido, tras lo que alegó que los milicianos mantienen a los civiles retenidos en la zona para "pedir un rescate".
El Ejército también afirma que los rebeldes mataron a nueve civiles que intentaron escapar de la zona el sábado.
Los Tigres Tamiles y el Ejército con frecuencia se acusan mutuamente de atrocidades en el conflicto civil. No obstante, las acusaciones son imposibles de confirmar ya que la prensa extranjera está excluida de la zona de guerra.
25 años de conflicto
Tras 25 años de lucha, que ha costado la vida a más de 70.000 personas, los LTTE parecen enfrentarse al final de su intento por lograr un Estado independiente en el noreste de esta isla del Índico. El 15% de la población son tamiles de religión hindú, frente a la mayoría cingalesa de religión budista.
El conflicto se recrudeció en 2005, cuando la idea de autonomía para los tamiles fue descartada y se empezó a reforzar la ofensiva contra los rebeldes. En enero, las fuerzas gubernamentales tomaron el control de la capital de facto de los Tigres Tamiles, Kilinochchi. En febrero cayó Mullaitivu, otra victoria simbólica sobre los rebeldes, que ahora están relegados a una estrecha franja en el noreste.
El Gobierno insiste, sin embargo, en que no ha utilizado artillería pesada en los ataques a la zona que aún permanece bajo control de la guerrilla de LTTE, según la BBC. Aun así, las fuentes han insistido en que bombardeos duraron varias horas y que los proyectiles habían sido disparados desde territorio bajo el control del Ejército ceilandés.
2.000 civiles muertos, según los independentistas
Un médico que trabaja en la región ha asegurado que casi 400 personas han muerto en las últimas 24 horas y que más de 1.000 están siendo tratados por heridas, y ha añadido que hay más cadáveres en las carreteras y la playa. Poco antes, otros funcionarios han indicado que las áreas bajo ataque quedaban dentro de lo que el Gobierno ha denominado la "nueva zona de seguridad", a donde el Ejército había pedido a los civiles desplazarse.
Según Tamilnet, una pagina web cercana a los independentistas, el Ejército empezó su ofensiva a última hora del sábado y ha causado por el momento la muerte de 2.000 civiles.
Dos hospitales en la región están encargándose de los heridos. La gente ha buscado refugio en búnkeres y varias tiendas de campaña donde habitaban se han quemado.
Sri Lanka niega las acusaciones
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de Sri Lanka, Keheliya Rambukwella, ha afirmado que se trata de "propaganda" de los rebeldes y que no ha habido bombardeos aéreos ni de artillería sobre las zonas civiles. "Eso es un hecho", ha insistido, tras lo que alegó que los milicianos mantienen a los civiles retenidos en la zona para "pedir un rescate".
El Ejército también afirma que los rebeldes mataron a nueve civiles que intentaron escapar de la zona el sábado.
Los Tigres Tamiles y el Ejército con frecuencia se acusan mutuamente de atrocidades en el conflicto civil. No obstante, las acusaciones son imposibles de confirmar ya que la prensa extranjera está excluida de la zona de guerra.
25 años de conflicto
Tras 25 años de lucha, que ha costado la vida a más de 70.000 personas, los LTTE parecen enfrentarse al final de su intento por lograr un Estado independiente en el noreste de esta isla del Índico. El 15% de la población son tamiles de religión hindú, frente a la mayoría cingalesa de religión budista.
El conflicto se recrudeció en 2005, cuando la idea de autonomía para los tamiles fue descartada y se empezó a reforzar la ofensiva contra los rebeldes. En enero, las fuerzas gubernamentales tomaron el control de la capital de facto de los Tigres Tamiles, Kilinochchi. En febrero cayó Mullaitivu, otra victoria simbólica sobre los rebeldes, que ahora están relegados a una estrecha franja en el noreste.